«Piercing» en el ombligo y embarazo: lo que debo saber
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Has quedado embarazada y entre tanta emoción recuerdas tu piercing en el ombligo. Viene a la mente la pregunta inevitable: ¿puedo llevarlo durante el embarazo? La respuesta dependerá de la decisión que tomes una vez que conozcas los cuidados que hay que procurar.
El piercing por sí solo no significa un riesgo para la salud del bebé ni para la tuya. Sin embargo, a medida que el abdomen comience a crecer y la piel se estire, puede generarte molestias considerables. Por otro lado, puede originar una rotura en el lugar que la piel se desgarra por la tensión. Si esto sucede y se convierte en herida, tendrás que tener todas las atenciones necesarias para que no se infecte.
Ante la posibilidad de correr estos riesgos, hay quienes prefieren retirarlo momentáneamente. Nueve meses pasan rápido y luego puedes volver a colocarlo sin problemas. Además, estarás en un período de la vida tan extraordinario que las ocupaciones se centrarán en los cambios que experimentes.
¿Es peligroso usar el piercing en el ombligo durante el embarazo?
No lo es en tanto mantengas una higiene adecuada y estés vigilante por si se presentan cambios en la zona. ¿Cómo cuáles? Que se inflame, cambie de color, supure o comience a generar dolor local.
Cuando una de estas señales se manifiesta es indicativo de que puede existir una infección. O de que el cuerpo lo está rechazando a causa de la distensión, tal como lo explican los médicos en el artículo «Piercing: ¿moda inofensiva?».
Todas las pieles son diferentes. Hay unas más sensibles que otras y seguro algunas embarazadas podrán llevarlo durante toda la gestación sin contrariedades, mientras que otras no.
¿Existe algún riesgo para el bebé?
Si el piercing ya tenía tiempo contigo y estaba sana la herida, no se compromete la salud del bebé. Los especialistas apuntan como adecuado haberlo hecho al menos cuatro semanas antes del embarazo.
En cambio, si la perforación la haces durante la gestación, los riesgos para el bebé aparecen ante la posibilidad de que contraigas una enfermedad. De ocurrir una infección en la zona que no trates a tiempo, se exponen ambos a presentar alguna dificultad.
Por eso médicos y matronas prefieren que evites realizarlo y lo aplaces para después del parto. Entre otras cosas, porque la sensibilidad de la piel varía mucho en la mujer embarazada y los procesos de cicatrización pueden ralentizarse.
¿Me puedo realizar un piercing durante el embarazo?
Aunque los riesgos de infección cada vez son menores, algunos médicos lo desaconsejan, pues consideran que existe evidencia de que no es una práctica inocua. En efecto, pueden generarse complicaciones infecciosas o traumáticas.
La mayoría de las veces, a causa de una mala higiene al momento de realizar la perforación o por los cuidados posteriores que deben tenerse.
Tampoco parece una buena opción si eres candidata a practicarte una cesárea, ya que igual será necesario retirarlo antes de la cirugía. Entonces, esperar un poco parece ser lo más conveniente.
¿Cómo cuidarse?
Hay algunos consejos que puedes seguir para cuidar el piercing que ya tienes durante la etapa de gestación. Como verás, lo primordial es la higiene. Aquí van recomendaciones:
- Asegura una higiene correcta en la zona de perforación y en el aro para evitar infecciones.
- Usa ropa holgada para que no cause roce a nivel del ombligo, así evitas una lesión por irritación.
- Reemplaza por uno especial para embarazadas que se va adaptando al crecimiento de la barriga. Están hechos con materiales seguros, sin químicos peligrosos.
- Cuando en la zona del ombligo aparecen estrías, es muy probable que debas quitártelo para evitar que se convierta en una cicatriz profunda y poco estética. Puede ocurrir al final del segundo trimestre.
- Si sientes que se ha adherido a la piel o que te estás esforzando mucho para limpiarlo, es recomendable buscar ayuda profesional para retirarlo.
- Lava con agua y jabón el ombligo y el orificio si decidiste quitarlo; luego deja que seque al aire libre. Puedes también consultarle a tu médico si recomienda que lo tapes con una tira adhesiva.
- Lleva un control de embarazo con un profesional y está tú misma atenta a la evolución de la piel en la zona del piercing.
Descubre: ¿Cómo evitar que se infecte una herida?
Recomendaciones finales si decides llevar un piercing en el ombligo durante el embarazo
En caso de estar embarazada y tener un piercing, recuerda que lo más importante es que le hagas seguimiento y estés muy atenta ante cualquier cambio. De ocurrir alguno de los que ya indicamos, consulta cuanto antes a tu médico por si te recomienda el retiro temporal.
Y si eres de las embarazadas que no quiere posponer la colocación del piercing que habías planificado, asegúrate de ir a un profesional calificado. Necesitarás que te hable con total sinceridad sobre las posibles complicaciones para que evalúes la decisión.
Recuerda que un mal procedimiento pone en riesgo tu salud y la del bebé si las condiciones de esterilización no son adecuadas. Esto, considerando que según estudios, una de las enfermedades con las que te pueden contaminar en caso de mala praxis es la hepatitis B. Cuida tu salud y la del bebé, sobre todo en este momento en que el sistema inmune está vulnerable.
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