¿Cuándo preocuparse por la obesidad del bebé?

La obesidad del bebé tiene lugar cuando su peso real excede de manera significativa al que debe tener, de acuerdo con su edad. Esta condición puede alterar el desarrollo normal del pequeño.
¿Cuándo preocuparse por la obesidad del bebé?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

La obesidad del bebé es un tema que solo ha comenzado a abordarse en los últimos años. De hecho, lo tradicional era pensar que entre más gordito estuviera el pequeño, mejor era su estado de salud.

En general, la obesidad del bebé solo se presenta después de los 6 meses de nacido, siempre que se alimente con leche materna o de fórmula. Cuando la dieta se amplía y no se cuida de la forma adecuada, existe el riesgo.

La dieta del bebé

Lo más adecuado es consultar con el pediatra para que él señale las directrices a seguir en materia de alimentación. La principal causa de la obesidad del bebé son los errores en la dieta. A veces se le da más comida de la que requiere, se le permite el consumo de dulces o se introducen ciertos productos antes de tiempo.

Aunque no es frecuente, la obesidad del bebé también puede aparecer aunque solo tome leche materna. Sucede cuando el número de tomas se aumenta más de lo necesario.

Aunque la genética también juega un papel muy importante en la obesidad, lo cierto es que resulta mucho más determinante la dieta y el estilo de vida en general. En el caso de los bebés, cuando se vuelven más activos con el gateo, son capaces de perder el exceso de peso ganado.

Los bebés “gorditos”

Lo primero que se debe aclarar es que un bebé regordete no siempre es un bebé obeso. Se debe tomar en cuenta la relación que existe entre el peso y la talla. En promedio, los varones pesan 7 libras y 6 onzas al nacer. Las niñas, 7 libras y 2 onzas.

Es esperable que aumenten su peso al doble en los siguientes 6 meses. A los 12 meses lo habrán triplicado. Todos necesitan una dieta rica en grasas para fomentar su crecimiento y desarrollo. Buena parte de esa grasa queda almacenada debajo de la piel.

Lo anterior se debe a que ellos necesitan golpes rápidos de energía para que su cerebro y su cuerpo crezcan de manera normal. Por eso tienen rollitos en su cuerpo, las mejillas abultadas y las manos rellenas. Este aspecto no tiene nada que ver con la obesidad del bebé.

Es normal que aumenten su peso entre 5 y 7 onzas cada semana. También que crezcan de altura entre media y una pulgada cada mes. Sin embargo, nada es una regla fija y cada cual tiene su ritmo.

Bebé con lactancia materna.
Un bebé alimentado con lactancia materna no debería sufrir obesidad en los primeros 6 meses de vida.

¿Cuándo preocuparse por la obesidad del bebé?

Es claro que un bebé regordete puede ser saludable. Ahora bien, ¿cuándo hay que preocuparse por la obesidad del bebe?

Existe un rango de peso normal según la edad del pequeño y es el siguiente:

  • Recién nacido: entre 7,5 y 7,8 libras.
  • A los dos meses y medio: entre 11,5 y 12,6 libras.
  • A los cinco meses y medio: entre 15,4 y 16,8 libras.
  • A los ocho meses y medio: entre 18,3 y 20,1 libras.
  • A los 12 meses y medio: entre 21,4 y 23,1 libras.

Si se mantiene dentro de ese rango, sin importar cómo sea su aspecto, su peso es normal. Es usual es que al comienzo de la vida sea más relleno y que baje de peso cuando comience a gatear.

Factores de riesgo

Hay algunos factores que aumentan la probabilidad de obesidad en el bebé:

  • Genética: la altura y el peso de los padres tienden a coincidir con los del pequeño.
  • Salud durante el embarazo: las madres con sobrepeso u obesidad, así como aquellas que fuman o padecen diabetes gestacional, presentan más riesgo de tener bebés obesos.
  • Cesárea planificada: varios estudios de 2019 indicaron que los niños que nacen por cesárea planificada tienen más probabilidad de presentar sobrepeso.
  • Amamantamiento: los bebés que se alimentan solo de leche materna tienen menos riesgo de presentar sobrepeso.
  • Uso de fórmula: como complemento de lo anterior, un estudio verificó que hay más obesidad del bebé cuando los niños son alimentados con fórmula.
  • Dieta: hay más posibilidad de obesidad en el bebé si el pequeño ingiere comidas rápidas, alimentos procesados y bebidas azucaradas.

Efectos de la obesidad en el bebé

La obesidad del bebé puede afectar su desarrollo físico y mental. Es posible que esto genere retrasos en la evolución de su movimiento, pues suelen tardar más en sentarse, gatear y caminar.

Un informe de la Universidad de Harvard indica que los niños con peso elevado, durante los primeros 2 años de vida, presentan más riesgos de tener problemas de salud durante el resto de su infancia. Se incluyen aquí a los trastornos del aparato locomotor, la diabetes, los problemas cardiovasculares e incluso el cáncer.

De otro lado, la obesidad del bebé es un factor de riesgo para presentar obesidad durante la vida adulta, según corrobora otro estudio. Una persona obesa será más propensa, luego, a desarrollar problemas de salud graves.

Obesidad infantil.
Los niños obesos suelen arrastrar este problema desde su primer año de vida.

¿Qué hacer para prevenir la obesidad del bebé?

La primera medida para prevenir la obesidad del bebé es alimentarlo solo con leche materna durante los primeros 6 meses de vida. Después de esa edad, la pauta se puede complementar de forma gradual.

Cuando se introduzcan nuevos alimentos, lo indicado es ofrecerle primero el pecho. Es importante no obligarlo a comer si no tiene hambre. Para que adquiera buenos hábitos, conviene darle productos bajos en azúcar y en sal hasta los 2 años.

Si tiene sed, lo indicado es el agua. No es recomendable darle las frutas y las verduras en jugos, sino crudas o cocidas.

También es muy importante fomentar el juego en los pequeños. Que al menos se muevan durante 30 minutos al día.

Si hay alguna preocupación por el peso del pequeño, hay que comentarlo con el pediatra para que él establezca pautas adecuadas.


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