Qué debes saber sobre la fibromialgia para combatirla
Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli
La fibromialgia es una enfermedad más común de lo que la gente suele pensar; ya que a veces las personas la padecen y ni siquiera lo saben. No se detecta mediante ninguna radiografía o análisis de sangre. Por esta razón, es conocida como la “invalidez invisible”.
¿Qué debes saber sobre ella para combatirla? A continuación, te informamos al detalle.
¿Qué sienten los pacientes con esta enfermedad?
Según un artículo publicado por Arthritis Foundation, los pacientes con esta enfermedad no consiguen un buen descanso. Cuando se quedan dormidos, su cuerpo experimenta una sudoración excesiva (hiperhidrosis) y, en líneas generales, las molestias pueden llegar a ser más intensas.
Por lo tanto, los que la sufren no presentan ninguna alteración visible a pesar de los diferentes síntomas que tiene, como ese dolor crónico en distintas partes del cuerpo. Y es que, además de la fatiga, la fibromialgia incluye contracturas musculares, hernias discales y problemas reumáticos que pueden llevar a la inmovilidad.
Causas de la fibromialgia
Se desconoce la causa de la fibromialgia, pero se cree que puede deberse a:
- Una función anormal del sistema nervioso central.
- Predisposición genética.
- Alteración en la llegada de flujo sanguíneo a determinadas estructuras cerebrales.
- Infecciones crónicas, infecciones víricas, procesos inflamatorios o enfermedades musculares.
Existe una hipótesis compartida por varias investigadores del Hospital Universitario de Wuerzburg (Alemania) que explica que esta enfermedad aparece cuando las paredes intestinales se inflaman y se hacen permeables. Esto es común en aquellas personas que tienen una pared intestinal más fina de lo normal; lo cual provoca que, además de los nutrientes, los desechos y las sustancias tóxicas atraviesen la pared intestinal.
Todo esto acaba por llegar al hígado y a los riñones, lo que hace que entre en acción el sistema inmunitario; que los considera enemigos e intenta luchar contra estos elementos. Razón por la cual resulta importante cuidar la alimentación.
Otra de las posibles causas de la fibromialgia, tal y como indica un artículo publicado por la Revista de la Asociación Española del Dolor, puede encontrarse en un desequilibrio de los neurotransmisores.
Se cree que las alteraciones sufridas producirían los distintos síntomas de esta patología. Por ejemplo, el dolor generalizado surgiría como consecuencia de una alteración en las vías de modulación del dolor. No obstante, se necesitan más evidencias científicas que validen esta hipótesis por completo.
Ver también: 12 señales de alerta de problemas en el hígado
Tipos de fibromialgia
La fibromialgia no se presenta de la misma manera. Existen diferentes tipos, por ello, el tratamiento esta enfocado a aliviar los síntomas que presente cada paciente.
A continuación, se expone la clasificación de los tipos de fibromialgia ofrecida por la Revista Internacional de Enfermedades Reumáticas:
- Tipo 1. Agrupa a los pacientes sin ninguna enfermedad concomitante (que la acompaña).
- Tipo 2. Agrupa a los pacientes con enfermedades reumáticas y también autoinmunitarias.
- Tipo 3. Incluye a las personas que presentan una grave alteración en la esfera psicopatológica.
- Tipo 4. Incluye a los pacientes llamados “simuladores”.
El sudor nocturno: una de las consecuencias de la fibromialgia
Aunque parezca imposible combatir el sudor nocturno, es algo factible. ¿Cómo? Tan solo debes procurar mantener una dieta equilibrada y, por supuesto, prestar especial atención a los alimentos que vayas a cenar.
Por otra parte, puedes darte una ducha con agua templada antes de ir a la cama y aplicarte una pequeña capa de aceite de eucalipto en distintos puntos del cuerpo. Te ayudará a mantener la sensación de frescor.
De interés: Tratamiento de la fibromialgia
Un tratamiento propio
A continuación, te presentamos otras medidas para gozar de una mejor calidad de vida, en líneas generales.
Cuida la alimentación
Como bien explica el Dr. Kathleen Holton, es fundamental que tengas especial cuidado con la alimentación si sufres de fibromialgia. Así que lo mejor será que evites los lácteos, el azúcar, el gluten, las carnes rojas, las patatas, los tomates, las berenjenas y los pimientos. En cuanto a la fruta, será mejor consumirla en compota para poder mantener la salud intestinal.
También se recomienda evitar las bebidas con cafeína: el café y otras bebidas como el té, el mate o las bebidas azucaradas. Por otra parte, los alimentos que contengan demasiada vitamina C (como los cítricos) tampoco son recomendables; ya que, según la Sociedad Europea de Investigación del Sueño, afectarían la conciliación del sueño.
Haz deporte
El deporte es una excelente alternativa terapéutica para los pacientes con fibromialgia. Los expertos recomiendan hacer ejercicio físico de tipo aeróbico y de manera progresiva y constante.
De hecho, resultan recomendables los ejercicios en las piscinas (sea natación o algún otro tipo de deporte acuático) porque permiten adquirir mayor agilidad. Asimismo, la hidroterapia es una excelente opción.
Acudir a rehabilitación para combatir el problema
Si consideras que el dolor es demasiado intenso, puedes acudir a un fisioterapeuta para evaluar un programa de rehabilitación que te permita aliviar las molestias. ¡Anímate! Existen diferentes variedades de opciones.
Los profesionales que se encargan de trabajar en la rehabilitación física están familiarizados con la fibromialgia y sabrán qué es lo que necesitas en función de tu dolencia. Sigue las instrucciones de los médicos, lleva una dieta adecuada, haz ejercicio y la sobrellevarás mejor.
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