10 razones por las que la casa se ve sucia aunque limpies a diario

Si pasas la escoba una y otra vez sin sacudir el polvo de los muebles, lavas y no recoges los platos o dejas cosas regadas por todas partes, el desorden será protagonista en tu hogar. Revelamos cómo hacerle frente.
10 razones por las que la casa se ve sucia aunque limpies a diario
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 06 julio, 2023

Usar los mejores productos o tener electrodomésticos de aseo de última generación no son garantías de pulcritud en el hogar. En ocasiones, aunque limpies todos los días, la casa se ve sucia. Esto es debido a mala higienización o hábitos contraproducentes.

Costumbres como secar las gotas que salpican los vitrales, pasar un trapo para arrancar la grasa de la encimera o no dejar los zapatos en medio de la sala, contribuyen a que prevalezcan el orden y la higiene.

Es incómodo percibir un aspecto indeseado, sobre todo cuando limpias a diario. Asimismo, el desorden y el desaseo inciden en la tranquilidad de quienes conviven. ¿Cómo resolverlo? La clave es ir un poco más allá y adoptar rutinas como las que te explicaremos.

¿Por qué es necesario limpiar bien la casa?

La respuesta es simple: por salud. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la limpieza es un paso crucial para erradicar la mayoría de los microbios que están en las superficies de la casa.

El argumento de la institución es que, al usar fórmulas domésticas con detergente o jabón, minimizas la cantidad de microorganismos y el riesgo de infección. Por recomendación de los CDC, lo correcto sería limpiar con estas opciones antes de recurrir a otros químicos.

Además, el aseo del entorno se traduce en un ambiente confortable y estéticamente agradable. Incluso, influye en el bienestar emocional.

Siempre que limpies la casa, beneficias tu salud física y mental

¿De qué forma la limpieza y el orden del hogar conviene a la salud física y mental? La ausencia de desorden tiene menor alcance en la sobreestimulación que genera un cúmulo de estímulos visuales, como diferentes piezas regadas en la casa, por ejemplo.

Por su parte, News Medical Life Sciences expone que los oficios domésticos son un método para aliviar el estrés, en el que te ejercitas y practicas la atención plena. De hecho, sugieren que limpiar en un estado consciente tiene efectos positivos, como sentir inspiración y bajar las cargas negativas.



Por más que limpies, estas son las razones que hacen ver sucia la casa

¿Qué pasa cuando limpias constantemente y persiste una imagen sucia de la casa? Es posible que prevalezcan algunos de los factores que enumeramos a continuación.

1. Mal olor

Aromatizar la casa es relajante y transmite sensación de limpieza. Como plantea un artículo de la Revista Mexicana de Sociología, así como se juzga si una comida es buena o mala por su olor, también suele juzgarse el ambiente.

Entonces, apelar a los aromatizantes naturales es un método para colaborar con la armonía y la percepción de orden. Lavanda, canela y pino son algunas esencias idóneas.

Aromatizantes de lavanda para la casa.
Aromatizar con lavanda es una forma sencilla de mejorar el ambiente tras la limpieza.

2. Polvo por todos lados

Desempolvar la casa implica asear las molduras, las paredes, las hendiduras de la puerta y todas las zonas que, por insignificantes que parezcan, se llenan de partículas contaminantes.

Imagina que llega una visita, empuña una manilla y la mano le queda llena de polvo. Es muy probable que piense que el resto de la casa está sucia.

Cuando limpies, acuérdate hasta del rodapié. Los enseres en los que tiende a amontonarse la polvareda y se convierten en foco de ácaros son los siguientes:

  • Camas.
  • Muebles.
  • Libreros.
  • Estanterías.

3. Así limpies, la oscuridad hace ver la casa sucia

Cuando la iluminación en las estancias no es adecuada, el entorno parece sucio. Principalmente en las casas que no disponen tantas entradas luminosas, es pertinente contar con bombillas de luz blanca y ahorradora, pues brindan una sensación de amplitud e higiene.

En cambio, si la luz natural juega a favor, procura el uso de cortinas claras y ubica plantas en puntos claves. Estas estrategias mejoran considerablemente el aspecto de cualquier sala, ayudando a que se vean limpias.

4. No planificar limpieza semanal ni mensual

Pasar solo la escoba no es suficiente. La casa luce pulcra siempre que planifiques una limpieza básica semanal y otra profunda, por lo menos, una vez al mes. Las acciones semanales contemplan el lavado de baños, fregar los pisos y desempolvar los muebles.

Ahora, con mayor preparación, dedica un día del mes a las mismas tareas, añadiendo la limpieza de cajones, armarios, ventanas y puertas. La idea es abarcar todos los espacios, aprovechando para tirar lo que esté en mal estado y donar lo que no necesites.

5. Exhibir pisos agrietados

Si hay alguna falla en los pisos y de momento no puedes repararla, toca camuflarla. Dejarla a la vista transmite una impresión de descuido. Para salvar el inconveniente, extiende una alfombra que vaya a tono con la decoración y que prevenga que la grieta continúe su expansión.

6. Dejar los platos sucios

A medida que utilices la vajilla y los cubiertos, lávalos, sécalos y guárdalos en el lugar que corresponda. Mientras haya una montaña de platos, el desorden no se irá de la casa.

No dejes ningún objeto amontonado en el fregadero o la encimera. Así el cansancio haga de las suyas, es preferible invertir unos minutos en lavar lo que esté sucio.

Vajilla sucia en una casa desordenada.
La vajilla amontonada y sucia nunca permitirá que el resto de la casa se luzca.

7. No aprovechar la tecnología

Los robots aspiradores representan uno de los aportes tecnológicos significativos para facilitar las tareas del hogar. Estos dispositivos autónomos succionan la mugre del suelo, en tanto dedicas esos minutos a otras actividades para adecentar la casa.

Sí, los cepillos de barrer son de vigencia perpetua, pero vale la pena dar una oportunidad a las innovaciones que suponen ahorro de tiempo y de esfuerzo físico. Sacando el jugo a esta clase de electrodomésticos, refuerzas la limpieza y la casa no se verá sucia.

8. Utensilios de aseo en mal estado

Los utensilios de limpieza ameritan estar en condiciones apropiadas. Una escoba desgastada, los trapos rotos y un plumero sin plumas son otros elementos que desfavorecen la apariencia de la casa. Asea las herramientas de limpiar y, si ya cumplieron su ciclo, lo oportuno es reemplazarlas.



9. Salpicaduras en el baño hacen ver la casa sucia, aunque limpies

Es casi inevitable que el lavabo, los espejos y la mampara acaben salpicados de dentífrico, jabón y champú, respectivamente. Si los dejas muchos días con la suciedad, complicas la eliminación de manchas y te arriesgas a que quede alguna marca, lo que hace peso en el mal aspecto del baño.

Asegúrate de dejar el lavabo sin rastros de crema dental ni cabellos que caigan tras peinarte. Limpia los espejos con un trapo de microfibra o con papel periódico y aplica productos para higienizar cristales o soluciones con vinagre en la mampara.

La organización sin ánimos de lucro Opcions destaca que el vinagre, al ser ácido, se lleva la cal, la materia orgánica y diluye las partículas de jabón, al mismo tiempo que previene el moho y brinda un ambiente fresco.

10. Ignorar grasa en la cocina

En especial, las encimeras y los gabinetes cercanos a las hornillas terminan con huellas del aceite que utilizas para cocinar. Si el acabado de los gabinetes es mate, más se notan las manchas de grasa, lo que afea la apariencia de una zona tan delicada como la cocina.

Cuando el área de preparación de alimentos destella suciedad, hará que el resto de la casa refleje lo mismo.

No permitas que el aceite quemado se quede mucho en las superficies, porque luego costará borrarlo. Para esta tarea, es pertinente el empleo de desengrasantes no abrasivos.

Grasa en la cocina hace que la casa se vea sucia aunque limpies.
No dejes gotas de grasa en la cocina. Limpia de inmediato tras la comida.

El valor de construir buenos hábitos para que la casa no se vea sucia después que limpies

La mayoría de las veces, una casa luce sucia por comportamientos que parecen insustanciales, pero a la larga se transforman en malas rutinas. Uno de ellos es llenar un sillón en la habitación con la ropa que te vas quitando o con la recién lavada que no llevaste de inmediato al clóset.

Acostumbra a depositar lo sucio en una cesta y guardar la colada apenas seque. Parece fastidioso, pero la constancia lo vuelve una costumbre que más adelante valorarás.

Construir hábitos de orden y limpieza es el secreto de una casa impoluta. Y la participación familiar es preciada, pues si todos ponen de su parte convivirán en un ambiente aseado y agradable.


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