Rechazo de piercing: causas, tratamientos y prevención
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El rechazo de piercing es una complicación que se puede presentar con este aro o pieza de joyería, que se ha introducido en alguna parte del cuerpo, previamente perforada para tales fines.
Esta complicación no es tan común como otras. Las más habituales son la aparición de queloides, infecciones y dermatitis. Pero que el cuerpo haga un rechazo de piercing es una posibilidad. Te explicamos por qué ocurre, cómo tratarlo y cómo puedes evitarlo.
¿Qué es el rechazo de piercing?
Tu cuerpo tiene una autodefensa que es el sistema inmune. Funciona reconociendo sustancias extrañas denominadas antígenos. Cuando estos son detectados por varios tipos de células se desencadena la producción de anticuerpos en los linfocitos B.
A su vez, estas células recuerdan para que, cuando vuelvan a entrar al organismo los elementos extraños, los anticuerpos se produzcan de inmediato. Sin embargo, tales sustancias no pueden destruir por sí solas a los agentes externos. Allí es cuando entran en función los linfocitos T y los fagocitos.
Todo ese sistema se pone en marcha cuando te lastimas. Pero, eso es lo que ocurre ante una perforación. El cuerpo no sabe que la hiciste porque quisiste y los síntomas del rechazo al piercing se deben a una respuesta inmunitaria común.
¿Cuáles son los síntomas asociados al rechazo del piercing?
El rechazo puede ocurrir semanas, meses y, en casos raros, décadas después de la colocación. Para saber si estás rechazando el piercing debes observar bien la zona y ver si presenta alguno de estos signos:
- La joyería se movió de su lugar original.
- La cantidad de tejido entre los orificios de entrada y salida está más delgada.
- Pero no solo eso, sino que esos orificios aumentaron de tamaño.
- Las joyas comienzan a colgar diferente.
- La piel entre los orificios de entrada y salida es escamosa, tiene peladuras, está roja e inflamada, tiene un aspecto encallecido o duro.
- Es posible que veas las joyas a través de la piel.
¿Por qué ocurre el rechazo de piercing?
Cuando la piel se lesiona, pasa por un proceso de cicatrización que comienza con la inflamación y termina con la formación de tejido cicatricial. Lo que ocurre es que, a menudo, el cuerpo intenta sacar las joyas para sanar el hueco.
Parte de la cicatrización de heridas implica que la piel se vuelva a unir. Por eso, los agujeros se cierran cuando sacamos las joyas. Aunque no hay una causa específica para que esto pase, se cree que hay factores que pueden propiciarlo. Veamos:
- La genética es uno de esos factores, en el sentido de que algunas personas tienen más predisposición a rechazar materiales extraños.
- El tamaño y la forma de las joyas es otro factor influyente, pues las que no quedan bien son a menudo la causa inicial del problema.
- Otro factor relevante es el material del que está hecha la joya; el titanio, por ejemplo, es mejor para personas con pieles sensibles.
- También se dice que el lugar donde se coloca influye. Los sitios donde más rechazos de piercing se producen son el ombligo y las cejas.
¿Cómo tratar el rechazo de piercing?
Si hay un rechazo de piercing puede molestarnos, ya que no obtuvimos el resultado que deseábamos. Pero no te preocupes, puesto que hay formas de lidiar con el problema. Entre estas tenemos:
- Para empezar, saca las joyas si ves que se desplazan cada vez más hacia la superficie.
- Otra medida que puedes tomar es probar poniendo otro tipo de joyería, con un tamaño y material distintos. Lo recomendable es optar por un anillo o barra de plástico no irritante.
- Usa algún aceite o crema con vitamina E para reducir las cicatrices.
De todas formas, el perforador calificado es quien debe instruirte al respecto. Casi siempre se debe esperar un año antes de volver a perforar.
Prevención y cuidados
Antes de hacerte una perforación, busca a un profesional calificado con experiencia. Debes preguntar siempre sobre las tasas de rechazo en la zona donde te gustaría hacerte el piercing. Recuerda que los agujeros pueden dejar cicatrices visibles.
Para reducir la posibilidad de rechazo debes solicitar un calibre o ancho grande. Además, mantén el sitio limpio con una compresa de agua salada. Remoja una gasa limpia en la solución y aplica en la nueva perforación.
Debes curar el piercing solo dos veces al día, ya que si lo haces de forma excesiva puedes irritar la piel, lo que retrasa la cicatrización. Lava tus manos con agua y jabón antibacteriano antes de tocar o limpiar la perforación o las joyas.
Asimismo, para tener una buena curación y que no haya rechazo del piercing es recomendable llevar una buena dieta y evitar el estrés. Esto ayudará al sistema inmune a sanar la zona sin problemas.
Otros factores que se deben cuidar y que requieren atención son la limpieza de las herramientas que se utilizaron durante la perforación y la higiene de las joyas que vas a ponerte.
¿Cuándo acudir a un médico?
Si debido al rechazo del piercing experimentas síntomas de infección o reacción alérgica, como fiebre, escalofríos, sarpullido, dificultad para respirar o dolores en el pecho debes acudir al médico de inmediato. No intentes quitar tú mismo la joya, porque puedes causarte más daños en la piel.
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