El error al aplicar mascarilla capilar que deja tu cabello apelmazado y grasoso

¿Te colocaste una mascarilla capilar y cuando se secó, en lugar de ver un cabello nutrido e hidratado, te encuentras con uno apelmazado y grasoso, como si llevaras días sin lavarlo? Esto es algo que le sucede a muchas personas y el problema no está en tu cabello ni en la mascarilla, sino en la forma de aplicarla.
El cuero cabelludo produce sebo de forma natural, que actúa como un “acondicionador” para las raíces y parte alta de la melena. La mascarilla, que también contiene aceites y otros productos, está diseñada para reparar los largos del cabello. Si la aplicas desde la raíz —una zona que ya tiene hidratación—, lo que estás aportando es un extra de grasa, haciendo que tu pelo se sienta pesado y sin volumen. Y hasta puede causar picor o irritación en el cuero cabelludo.
Aplica la mascarilla de la forma correcta
La clave del tratamiento reside en aplicar la mascarilla justo donde el cabello lo necesita. Su lugar es de medias a puntas, ya que estas son las áreas a las que el sebo natural no llega.
Si te cuesta distinguir cuáles son los medios en tu cabello, puedes utilizar el truco de la coleta. Vas a hacerte una coleta baja y floja, a la altura de la nuca. De allí hacia abajo es la zona en la que debes aplicar la mascarilla. También considera otros trucos para obtener mejores resultados.
- Usa la cantidad correcta. En melenas de largo medio (hasta la mitad de la espalda), utiliza el equivalente de mascarilla al tamaño de una nuez. Si lo tienes más largo, aplica un poco más; en caso contrario, ve por el tamaño de una moneda pequeña.
- Respeta el tiempo. No es necesario que la mascarilla permanezca en tu pelo por horas y horas, ya que él tiene un límite de absorción. Lee las instrucciones y déjala el tiempo que allí establece.
- Aclara bien. Este paso es muy importante, ya que si no retiras todo el producto, tu pelo quedará pesado o grasoso. Enjuaga hasta que no sientas nada resbaladizo en el cabello y el agua salga transparente. Usa agua tibia, ya que ella abre la cutícula y permite que los ingredientes de la mascarilla penetren a profundidad en las fibras, sin la agresividad del agua caliente.
- Termina con agua fría. Luego del aclarado, aplica agua fría en el cabello, para sellar la cutícula abierta en el paso anterior y aportar brillo a la melena.
Ajusta en algunos tipos de cabello
Aunque la norma general es colocar la mascarilla de medias a puntas, hay algunas melenas que necesitan un tratamiento más personalizado. En los cabellos secos y rizados puedes acercar la mascarilla un poco más, pero manteniendo una distancia mínima de cinco centímetros con respecto al cuero cabelludo.
Por la estructura de esas melenas, el sebo tiene dificultades para bajar y necesitan la nutrición un poco más arriba. Mientras que en los cabellos finos, la mascarilla debe ir solo en las puntas, para que no pierda volumen.
Recuerda que la clave para evitar esa apariencia de cabello sucio tras la mascarilla está en una buena aplicación y en no saturar tu pelo de productos que lo dejen pesado. Ajustando la cantidad y respetando el tiempo de aplicación, no deberías tener problemas de saturación. Pero, si quieres, puedes utilizar un champú clarificante una vez al mes, para retirar cualquier residuo que haya quedado y darle un détox a tu cabello.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.







