¿Qué son los síntomas extrapiramidales y qué los causa?

Los síntomas extrapiramidales incluyen movimientos musculares involuntarios, temblor e inexpresión facial. Te explicamos por qué ocurren y en qué consisten.
¿Qué son los síntomas extrapiramidales y qué los causa?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

Los efectos o síntomas extrapiramidales son una serie de signos que pueden aparecer a raíz del tratamiento con fármacos antipsicóticos. Estos neurolépticos son un grupo de medicamentos que se utilizan para el abordaje de la psicosis.

Es decir, para controlar las alucinaciones, las ideas delirantes, el pensamiento desorganizado y la conducta agresiva. El problema es que los medicamentos pueden dar lugar a efectos secundarios molestos e incapacitantes.

Uno de los más comunes dentro de dichos efectos es el parkinsonismo. No obstante, no es el único. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre los síntomas extrapiramidales y cómo se tratan.

¿Qué son los síntomas extrapiramidales?

Los síntomas extrapiramidales también reciben el nombre de trastornos del movimiento inducidos por fármacos. El motivo es que son un grupo de efectos secundarios que pueden aparecer al tomar ciertas sustancias.

Los fármacos que se asocian a estos efectos son los inhibidores de los receptores de dopamina. Es decir, los llamados antipsicóticos o neurolépticos. Se emplean para tratar enfermedades como la esquizofrenia y los episodios maníacos.

Según explica un estudio publicado en StatPearls, los efectos extrapiramidales se describieron por primera vez en 1952. En ese momento se descubrió que un fármaco llamado clorpromazina provocaba síntomas similares a los descritos en la enfermedad de Parkinson.

Por ejemplo, lentitud de movimientos, rigidez y temblor. A partir de ese tiempo se comenzaron a descubrir otros efectos secundarios que se englobaron en los llamados efectos extrapiramidales. En este grupo se incluyen los siguientes:

Estos efectos secundarios pueden ser incapacitantes. De hecho, interfieren en las relaciones sociales y en actividades simples de la vida cotidiana.

¿Cuáles son los síntomas extrapiramidales?

Los síntomas extrapiramidales, como acabamos de señalar, son la distonía, la acatisia, el parkinsonismo y la discinesia tardía. Suelen aparecer tras tomar los fármacos durante un periodo largo de tiempo.

No obstante, en algunos casos pueden tener lugar tras una sola dosis. Hay pacientes que ni siquiera son conscientes de que padecen estos signos. Otros, sin embargo, llegan a sentirse muy molestos.

El parkinsonismo por los neurolépticos se considera un efecto adverso relativamente frecuente e incapacitante.

Distonía

La distonía se define como contracciones musculares involuntarias, sostenidas o intermitentes. Estas contracciones dan lugar a movimientos de torsión y posturas anómalas de diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, del cuello (tortícolis), de la mandíbula (trismus) o incluso de los ojos.

También pueden afectarse los músculos faciales, los abdominales y las extremidades. La distonía puede causar dolor, dificultad para respirar, para tragar y para hablar. Lo más frecuente es que aparezca entre 48 horas y 5 días después de haber ingerido el antipsicótico.

Acatisia

La acatisia es uno de los efectos extrapiramidales que se describen como más molestos para el paciente. Consiste en una sensación de inquietud y una necesidad constante de moverse. Esto hace que el paciente mueva de forma repetitiva las piernas; cruzándolas, balanceándolas o realizando otros movimientos.

La acatisia aparece de forma más tardía. La mayoría de las veces ocurre alrededor de las 4 semanas de tratamiento.

Parkinsonismo

Dentro de los síntomas extrapiramidales también se engloba el parkinsonismo. Es una afección que se caracteriza por temblor, rigidez y enlentecimiento de las funciones motoras en las extremidades y en el tronco.

En el parkinsonismo inducido por antipsicóticos el temblor es menos frecuente que en la enfermedad de Parkinson. No obstante, también aparece cansancio muscular e inexpresividad en el rostro.

Al igual que explicábamos en la acatisia, este síntoma puede manifestarse días o semanas después de comenzar el tratamiento. Es posible que tenga lugar a raíz de un aumento de la dosis del fármaco.

Discinesia tardía

La discinesia tardía es similar a la distonía. Es un trastorno en el que se producen movimientos involuntarios anormales. Estos suelen afectar a los músculos orofaciales y linguales.

Son movimientos muy llamativos. Además, pueden causar dificultades a la hora de comunicarse, masticar o tragar. Sin embargo, no suelen producir dolor.

¿Por qué aparecen estos síntomas extrapiramidales?

Los síntomas extrapiramidales son más frecuentes cuando se usan antipsicóticos típicos. La razón es que el bloqueo de los receptores es diferente. Además, los síntomas aumentan cuando se cambia la dosis del fármaco.

Hay otros medicamentos que se han relacionado con la aparición de los síntomas extrapiramidales. Por ejemplo, los antieméticos (metoclopramida), el litio o ciertos antidepresivos.

El primer factor de riesgo es la dosis que se emplea. Cuanto mayor es la dosis, más alta es la probabilidad de que aparezcan los síntomas.

Además, el riesgo varía en función del tipo de antipsicótico. La risperidona, que forma parte del grupo de los antipsicóticos típicos, es el que mayor cantidad de reacciones secundarias presenta.

¿Cómo se controlan los síntomas extrapiramidales?

Los síntomas extrapiramidales pueden llevar al paciente a abandonar el tratamiento. Muchos de ellos son incapacitantes e interfieren con la vida cotidiana.

Por ejemplo, cuando se produce distonía a nivel laríngeo o faríngeo existe riesgo de parada respiratoria. Es un efecto poco frecuente, pero que es conveniente controlar.

Es fundamental que el médico esté al tanto de la aparición de estos síntomas extrapiramidales. No se deben dejar de tomar los fármacos antipsicóticos, a no ser que lo indique un profesional. De lo contrario, puede que vuelvan a aparecer los síntomas psiquiátricos.

Según explica un artículo de la Revista Colombiana de Psiquiatría, en ocasiones se indica el cambio de prescripción. Sobre todo si el causante es un antipsicótico atípico de primera generación.

Temblor por discinesia.
El temblor inducido por fármacos interfiere con la vida cotidiana de los pacientes, aún en actividades muy puntuales y básicas.

Medidas específicas para controlar los síntomas

Si aparece distonía, hay ciertos fármacos que pueden aliviarla de manera rápida. Son los antimuscarínicos, como la benztropina. Cuando es un caso de distonía tardía pueden ser útiles las benzodiazepinas o las inyecciones de toxina botulínica en el músculo afectado.

Para tratar la acatisia se intenta reducir la dosis del medicamento o administrar agentes antimuscarínicos. En ocasiones se prescriben betabloqueantes, antidepresivos tricíclicos como la mianserina o benzodiazepinas.

El parkinsonismo puede tratarse empleando fármacos que se utilizan en la enfermedad de Parkinson. Esto incluye los agonistas de la dopamina, la levodopa y la amantadina, entre otros.

En el caso de la discinesia tardía, hay ciertos fármacos que pueden ser beneficiosos. Algunos de ellos son el levetiracetam, la pregabalina y la zonisamida. Del mismo modo, tanto la vitamina B6 como la vitamina E podrían mejorar al paciente.

Nunca interrumpir el tratamiento sin consultar

El tratamiento con fármacos antipsicóticos puede provocar numerosos efectos secundarios. Los síntomas extrapiramidales derivan de dichos medicamentos. Incluyen la distonía, la acatisia, la discinesia tardía y el parkinsonismo.

El problema es que, aunque sean síntomas muy molestos o incapacitantes, no se debe interrumpir el abordaje antipsicótico. Por eso es fundamental informar al médico apenas aparecen. Existen diferentes medidas que ayudan a disminuir su intensidad y a mejorar la calidad de vida.


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