Qué es la artrosis: síntomas, prevención y tratamiento
La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad que destruye progresivamente los cartílagos que forman parte de las articulaciones. Así, los huesos que forman esta región empiezan a rozarse durante la realización de cualquier movimiento.
Aparece con una frecuencia relativamente alta, siendo una de las patologías reumáticas más comunes por sus características. Por norma general, el paciente sufre un dolor muy localizado, inflamación del área afectada y rigidez de la articulación. De esta manera, se produce una deformación de las partes afectadas por la artrosis. Veamos más a continuación.
Factores de riesgo
La artrosis, el trastorno articular más común y se hace más frecuente con la edad. Existen factores que pueden aumentar la probabilidad de padecerla, entre ellos:
- Sobrepeso y obesidad
- Lesiones en las articulaciones
- Defecto genético en el cartílago
- Defectos en la formación de las articulaciones
- Fatiga de las articulaciones como consecuencia de ciertos trabajos o deportes
El sobrepeso y la obesidad cuadruplican el riesgo de la artrosis debido al peso que soportan las articulaciones.
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Las articulaciones que sufren este trastorno con más frecuencia son las manos, las rodillas, la cadera y la columna vertebral. También puede desarrollarse en otras regiones corporales.
La artrosis en las manos puede manifestarse después de los 50 años y se cree que es un tipo de artrosis genética, que es heredada por algunos miembros de la familia y por otros no.
Síntomas de la artrosis
La artrosis es una enfermedad que se manifiesta gradualmente. El primer síntoma puede ser dolor en las articulaciones después de cualquier movimiento, que se puede aliviar con reposo. Luego, en una segunda fase el dolor se presenta durante la actividad y permanece durante el reposo. Finalmente, los periodos de dolor se irán alargando y se convertirá en una dolencia más constante.
Otros síntomas habituales de la artrosis son los siguientes:
- Rigidez en la articulación al salir de la cama o después de estar sentado mucho tiempo
- Hinchazón o sensibilidad en una o más articulaciones
- Sensación de crujido o de huesos rozándose entre sí
Tipos de artrosis
Se pueden diferenciar dos tipos de artrosis:
- Primaria: sin una causa determinada.
- Secundaria: relacionada con algunas patologías o condiciones médicas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos darnos cuenta de que no podemos anular el riesgo a padecer esta enfermedad, solo es posible reducir el riesgo y retrasar su aparición.
Medidas para reducir el riesgo de sufrir la enfermedad
Algunos de los factores que predisponen a tener artrosis pueden modificarse. Por ejemplo, los buenos hábitos en la dieta y evitar el sedentarismo. También es indispensable evitar el sobrepeso y disminuir las actividades que requieren un gran esfuerzo físico como cargar objetos pesados.
Aquellos que ya padecen artrosis deben evitar el movimiento que produzca dolor y utilizar otras articulaciones que no manifiesten aun la enfermedad. Sin embargo, aquellas personas que ya tienen artrosis deben ejercitarse frecuentemente con movimientos suaves y en periodos cortos.
Por último, se recomienda usar frío o calor localizado en la zona, ya que esto puede aliviar el dolor y permitir el movimiento.
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Importancia del diagnóstico precoz
En este tipo de patologías el componente hereditario es muy importante. Por este motivo interesa realizar un historial clínico completo del paciente, que recoja los antecedentes familiares de enfermedades reumáticas —especialmente casos de artrosis— y antecedentes personales de interés —como fracturas, dolores articulares, etcétera—.
El objetivo es establecer un diagnóstico precoz para tratar la patología lo antes posible. Así se puede retrasar la evolución de la enfermedad y minimizar el deterioro del cartílago articular. Iniciar un tratamiento sintomático mejora la calidad de vida del paciente, aunque también puede enmascarar una patología grave que requiera de medidas más agresivas.
Por todo ello, ante la aparición de los primeros síntomas se recomienda acudir al médico y evitar automedicarse con pomadas antiinflamatorias o corticoides por vía oral, de este modo la exploración será fiable.
Tratamientos de la artrosis
De acuerdo con el Dr. Apostolos Kontzias, “los principales objetivos del tratamiento de la artrosis son aliviar el dolor, mantener la flexibilidad articular y optimizar la función articular general”. Es decir, aliviar las molestias actuales y prevenir un mayor desgaste y reducción de la calidad de vida del paciente. Para ello, se emplean:
- Medicamentos.
- Alivio del dolor sin medicamentos.
- Terapias complementarias y alternativas.
- Cirugía.
Adicionalmente “la fisioterapia, a menudo junto con la termoterapia (como la aplicación de compresas calientes) y la terapia ocupacional pueden ser beneficiosas”. Por tanto, es bueno tenerlas en cuenta como opciones complementarias para obtener el alivio.
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