¿Puedo tomar bicarbonato de sodio durante el embarazo?

El bicarbonato de sodio es capaz de reducir la acidez estomacal, tratar úlceras bucales y disminuir dolores leves de garganta, pero ¿se puede tomar durante el embarazo?
¿Puedo tomar bicarbonato de sodio durante el embarazo?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 10 agosto, 2023

Las mujeres gestantes suelen tener dudas sobre los alimentos y medicinas que pueden consumir, sobre todo cuando experimentan malestares comunes como la acidez estomacal y el reflujo. El bicarbonato de sodio, por su parte, es conocido como una alternativa natural para calmar el ácido del estómago, pero ¿se puede tomar durante el embarazo?

Un estudio publicado en Journal of Medical Toxicology señala que el bicarbonato es un antiácido capaz de neutralizar la acidez de los jugos gástricos y, por ende, mejorar los síntomas de la pirosis. Te mostramos qué es, cuáles son sus beneficios y si conlleva algún riesgo usarlo durante la gestación.

¿Qué es el bicarbonato de sodio?

El bicarbonato de sodio es un compuesto cristalino de color blanco que tiene un ligero sabor alcalino. Se puede encontrar en la naturaleza, disuelto en manantiales minerales y sus usos son tan variados que van desde la cocina hasta la limpieza e higiene personal.

La sal de Vichy, el bicarbonato de soda o hidrógeno carbonato de sodio, como también es conocido, puede actuar como un antiácido, como un antiséptico que trata las úlceras bucales y como un calmante que disminuye dolores leves de garganta. Del mismo modo, es muy empleada por los atletas que buscan mejorar su desempeño durante una sesión de entrenamiento intenso.

Este producto es soluble en agua, por lo que es muy fácil de emplear. Las personas solo deben diluir una cucharadita en medio vaso de agua. Lo ideal es esperar que la efervescencia desaparezca para beberlo. Siempre se recomienda consultar con el especialista, incluso si no se está embarazada.



Beneficios y ventajas de usarlo

De acuerdo a una investigación publicada en Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine, la ingesta de bicarbonato de sodio durante el trabajo de parto aumenta las probabilidades de tener un parto vaginal. Esto con relación a la posibilidad de terminar en una cesárea no programada, ya sea por razones obstétricas crónicas o de urgencia.

El estudio fue llevado a cabo en 300 mujeres y 200 de ellas recibieron oxitocina para acelerar las contracciones. Las otras 100 recibieron oxitocina y bicarbonato de sodio.

Las últimas fueron 17 % más propensas a tener un parto vaginal. Esto se debe a que el bicarbonato podría controlar la acidez del útero, facilitando el parto natural. No están claros los mecanismos intrínsecos de este proceso, pero resulta interesante que se contengan las intervenciones quirúrgicas.

¿Los profesionales recomiendan bicarbonato de sodio durante el embarazo?

A pesar de lo antes expuesto, los profesionales no recomiendan tomar bicarbonato de sodio durante el embarazo o el periodo de lactancia. La razón está en que no hay suficiente evidencia científica que permita descartar sus posibles riesgos sobre la salud de la madre y el bebé.

Esto incluye el consumo de antiácidos que contengan bicarbonato, dado que pueden causar acumulación de líquido y sería capaz de aumentar la presión arterial por su alto contenido en sodio. Recordemos que los cuadros de hipertensión asociada al embarazo son graves, pudiendo desencadenar preeclampsia, una condición que pone en riesgo la vida del feto.

Por su parte, la revista Best Practice and Research Clinical Gastroenterology establece que el bicarbonato de sodio no debe ser usado como remedio en el embarazo. Esto se debe a los posibles efectos teratogénicos que posee, por lo que puede causar malformaciones fetales.

Además, según un artículo del Journal of Medical Toxicology su consumo desmedido puede causar lo siguiente:

  • alcalosis
  • hipopotasemia
  • hipocloremia
  • hipocalcemia
  • hipernatremia
  • efectos respiratorios (hipoventilación)
  • efectos cardíacos (taquicardias y arritmias)
  • efectos neurológicos (espasmos musculares, tetania y mioclonía, entre otros)

Desventajas de usarlo durante el embarazo

Como hemos visto, el bicarbonato de sodio no es una opción recomendada durante el embarazo. De hecho, tiene una serie de desventajas o efectos secundarios que se pueden listar a continuación:

  • Aumenta la presión arterial y propicia la retención de líquidos: el bicarbonato de sodio contiene sal, lo que puede incrementar la presión sanguínea y ocasionar un gran número de problemas para la salud del bebé y la madre. La sal, entre otras cosas, puede generar retención de líquidos en piernas, pies y manos. Estos son los edemas capaces de enlentecer la circulación y reducir el aporte de oxígeno a los tejidos.
  • Molestias gástricas: este compuesto también es conocido por ser el causante de molestias estomacales, como dolor, gases y retortijones. Del mismo modo, puede provocar una mayor sensación de sed. También puede generar un efecto rebote, aumentando la acidez.
  • Interacción con medicamentos: puede ser perjudicial si se toma con ciertos fármacos. Es el caso de los medicamentos antifúngicos, los preparados de calcio y las sales de litio. También se debe considerar que la reducción de la acidez del estómago, si no se controla, acarrea menor incorporación de ciertos principios activos y nutrientes al momento de la digestión.
  • Alcalosis sistémica: la ingesta prolongada y excesiva de bicarbonato de sodio puede aumentar el pH del organismo y generar una alcalosis. Se trata de una alteración sistémica que puede generar la falla multiorgánica y la muerte.


¿Qué recordar sobre la ingesta de bicarbonato de sodio durante el embarazo?

Aunque el bicarbonato de sodio es un compuesto de uso común, debes restringirlo durante el embarazo y la lactancia. No hay suficiente evidencia que respalde su consumo y descarte sus riesgos, entre los que destacan el aumento de la presión arterial, las molestias gástricas y la interferencia con un número importante de medicamentos.

No obstante, una investigación relacionó su consumo con un aumento en las probabilidades de tener un parto vaginal. A pesar de esto, su ingesta siempre debe ser controlada por un profesional.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.