Tratamiento para pacientes con bursitis de codo
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
El tratamiento para la bursitis de codo se fundamenta en medidas físicas, rehabilitación con fisioterapia y medicamentos, llegado el caso. No es una patología que siempre responda de igual manera a todas las alternativas, ni tampoco se la puede dejar librada a su propia evolución.
Muchos creen que esta inflamación de la articulación es pasajera o está referida a un golpe en el lugar, de esos traumatismos que suceden en la vida cotidiana. Sin embargo, no siempre se cumplen estas condiciones, y a veces hasta se esconde una infección detrás.
¿Qué es la bursitis de codo?
La palabra bursitis se utiliza para nombrar la inflamación de las bolsas articulares, sea donde fuese que tengan lugar. Allí, donde hay una articulación, de seguro hay una bolsa articular que el cuerpo emplea para reducir la fricción.
En el caso puntual de la bursitis de codo, la bolsa que se inflama es la que separa el olecranon de la piel. Este último es la parte ósea que palpamos en el extremo del codo al moverlo, y pertenece a una parte del hueso cubital.
Una vez que se instaló la inflamación de la bolsa articular en el codo, el dolor es intenso y persistente. Se incrementa cuando utilizamos la articulación, tanto en extensión como en flexión. La palpación también molesta y, en situaciones más graves, las mangas de la ropa estimulan las terminaciones nerviosas.
Es habitual que el codo aumente de tamaño y se inflame, lo cual cambia la coloración de la piel hacia una tonalidad rojiza o rosada. Los movimientos se limitan un poco por el dolor, y otro tanto por la acumulación interna de líquido que obstruye los ángulos de la zona.
Los pacientes tienden a buscar posiciones analgésicas, en las cuales el codo no contacte con otra superficie y descanse el miembro superior sin generar peso. Es habitual que se apoyen con cuidado sobre mesas o sostengan un brazo con el otro.
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Tratamientos para pacientes con bursitis de codo
Los tratamientos que se emplean en la bursitis de codo son conservadores en su gran mayoría. Se pretende ayudar a que el cuerpo resuelva la inflamación mediante sus propios recursos.
La medicación resultará indicada cuando el dolor sea severo o se determine que la causa es una infección. En ese caso, los antibióticos son los fármacos de elección en base la prescripción médica.
Reposo de la articulación
Como en muchas enfermedades traumatológicas, con el tratamiento de la bursitis de codo sucede que el reposo es un gran aliado. En este caso, no se trata de una postración total, sino de lograr que el codo se encuentre relajado gran parte del día y no realice esfuerzos articulares.
Para lograr dicho cometido, se pueden emplear cabestrillos, siempre y cuando la persona soporte el contacto con la piel. No se necesitan grandes aparatos de sostén, sino que basta con un simple cabestrante de tela que se amarre al cuello.
El tiempo de reposo será variable de acuerdo a la evolución. Hay bursitis de codo que se resuelven en menos de días, y otras que llevan hasta un mes de seguimiento para su resolución total.
Frío y calor
El uso de frío y de calor en las articulaciones inflamadas es clásico de la traumatología. Por regla general, el frío es útil en traumatismos e inflamaciones con signos de enrojecimiento y aumento de temperatura, mientras que el calor restituye la circulación a largo plazo.
Para el tratamiento de la bursitis de codo es efectivo alternar frío y calor. Se suele indicar frío en las primeras 48 horas de aparición de los síntomas, para acompañar los días posteriores con calor, de manera que aumente el flujo de sangre y se libere el líquido acumulado.
Antiinflamatorios
Los antiinflamatorios no esteroideos son los fármacos de elección para llevar adelante el tratamiento de la bursitis de codo. Debe limitarse su uso en la cantidad de días y tomar algunas precauciones para minimizar sus efectos secundarios gastrointestinales.
Son adyuvantes del proceso de desinflamación que el mismo cuerpo ejecuta. Por eso, no representan el pilar del abordaje, sino un complemento. Junto a la alternancia de frío y calor estimulan el drenaje de líquido de la bolsa inflamada.
La combinación con analgésicos puros es posible, como la codeína. Inclusive existen preparados comerciales que se expenden en farmacias con ambas drogas en la misma pastilla.
Como siempre, debe ser el traumatólogo quien prescriba la medicación y la adecue a cada paciente. La automedicación puede enmascarar síntomas y demorar una terapéutica adecuada, inclusive ocultando un proceso infeccioso.
Antibióticos
La variedad de los estafilococos es la que se ha hallado con más frecuencia en las bursitis de codo infectadas. Por eso, los antibióticos que se prescriben cuando se sospecha una infección son para tratar esas bacterias.
A veces, la infección aparece como un agregado al proceso traumático que ya inició. En otros casos, las bacterias invaden el codo a través de pequeñas heridas en la piel, y se instalan en la bolsa articular para formar colonias que derivan en pus y, al final, en bursitis.
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Fisioterapia
El tratamiento de la bursitis de codo con kinesiología y fisioterapia está recomendada. Más allá de la medicación, la alternancia frío-calor y el reposo de la articulación, las sesiones de rehabilitación se imponen para una recuperación adecuada.
Las técnicas que se pueden emplear son variadas. Existe la posibilidad, también, de que el paciente sea educado para realizar los ejercicios en su hogar y estimular aún más el proceso curativo.
En las sesiones de fisioterapia, los profesionales se valen de masajes, manipulaciones y medios físicos, como las ondas de ultrasonido. Es clave la comunicación entre el traumatólogo tratante y el kinesiólogo para avanzar en un abordaje conjunto de acuerdo a la sospecha diagnóstica. No es lo mismo una bursitis infectada que una que no lo está.
Los tratamientos de la bursitis de codo no son únicos
No existe un abordaje único para la bursitis de codo. Cada caso es particular y necesita una valoración pormenorizada. Será un equipo profesional quien determine cuál de las alternativas es la mejor para el paciente, y cómo combinarlas para llegar al mejor resultado.
En general, es una patología con soluciones satisfactorias, por lo que no debes demorar la consulta si percibes inflamación en tu codo o limitación del movimiento. Puede que con solo 15 días recuperes la funcionalidad completa si te atienes al tratamiento.
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