Tratamientos del absceso renal
Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega
Generalmente un absceso renal es el resultado de la rotura de un absceso cortical agudo. Por ende, es un acúmulo de pus alrededor de uno o ambos riñones. Debido a que su diagnóstico es difícil, tiene una morbilidad como a mortalidad elevadas.
Los abscesos suelen presentarse en pacientes en torno a los 46 años, con un predominio de mujeres del 80 %. Por otra parte, cabe destacar que aunque son poco frecuentes en niños, tienen consecuencias que pueden ser graves. Entre estos daños se incluyen sepsis, daño renal grave o, incluso, la pérdida del riñón.
Factores de riesgo del absceso renal
Se han identificado factores que predisponen al desarrollo de abscesos renales. Algunos de los más importantes son:
- Trauma
- Neoplasias
- Litiasis renal
- Diabetes mellitus
- Enfermedad hepática
- Reflujo vesico-ureteral
- Presencia de infección urinaria
El 40 % de los pacientes tienen múltiples factores de riesgo asociados. Los pacientes con más de 10 años de diagnóstico de la diabetes necesitan con mayor frecuencia terapia intensiva y nefrectomía.
La duración de los síntomas previo al diagnóstico es, en promedio, de 11 días. No obstante, solo el 35 % de los pacientes son diagnosticados correctamente cuando hay ingreso hospitalario. Esto se debe a la falta de datos clínicos específicos.
Causas
Un absceso renal está ocasionado por infecciones urinarias que empiezan en la vejiga. Después se diseminan a los riñones y luego a la zona de alrededor de estos.
Una cirugía en las vías urinarias o el aparato reproductor, o una infección del torrente sanguíneo, también pueden llevar a que se presente un absceso renal.
El mayor factor de riesgo de un absceso renal son los cálculos renales, que bloquean el flujo urinario. Esto favorece que prolifere la infección. Las bacterias tienden a pegarse a los cálculos y los antibióticos no las pueden destruir allí.
Los cálculos se encuentran en entre el 20 % y el 60 % de las personas con absceso renal. Otros de los factores de riesgo para el absceso renal incluyen la diabetes, tener vías urinarias anormales, un traumatismo o el uso de drogas intravenosas.
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Síntomas y diagnóstico
Algunos de los síntomas del absceso renal son los escalofríos, fiebre, sudores y dolor en el costado o el abdomen. No obstante, el dolor puede irradiarse a la ingle o pierna abajo. Además, puede haber sensibilidad en la espalda.
Las pruebas para el diagnóstico incluyen:
- Tomografía computerizada.
- Análisis de orina con urocultivo.
- Análisis de sangre y hemocultivo.
Tratamiento
El drenaje de los abscesos, ya sea de manera percutánea o a través de una cirugía abierta, es el tratamiento más aceptado. Para tratar un absceso renal, el pus se puede drenar por medio de un catéter que se coloca a través de la piel o con cirugía.
Igualmente, se deben administrar antibióticos, inicialmente a través de una vena. Posteriormente, se puede cambiar a tratamiento por vía oral cuando la infección empiece a mejorar. El drenaje abierto es la opción que tiene mayor probabilidad de resolver el absceso renal.
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Antibióticos para el absceso renal
Los antibióticos son la primera línea de tratamiento para el absceso renal. Los medicamentos y el tiempo de uso dependerán del estado de salud del paciente. Sin embargo, también hay que tener en cuenta las bacterias halladas en los análisis de orina.
Por lo general, los signos y síntomas de una infección renal comienzan a desaparecer a los pocos días de tratamiento. No obstante, es posible que sea necesario continuar tomando antibióticos durante una semana o más.
Es recomendable realizar otro cultivo de orina para asegurarse de que la infección haya desaparecido. Sin embargo, si la infección persiste, hay que realizar otro tratamiento con antibióticos.
Si la infección es grave, es posible que sea necesaria la hospitalización. En este caso, el tratamiento puede comprender antibióticos y líquidos que se administran por vía intravenosa.
Para reducir el malestar durante el proceso de recuperación de una infección renal puedes adoptar una serie de medidas como:
- Aplicar calor: coloca una compresa térmica sobre el abdomen, la espalda o el costado para aliviar el dolor.
- Consumo de analgésicos: para bajar la fiebre o disminuir el malestar, se emplean analgésicos como el Paracetamol o el Ibuprofeno.
- Beber líquidos: mantener un buen nivel de hidratación te puede ayudar a eliminar las bacterias de las vías urinarias. Además, es conveniente evitar el café y el alcohol hasta que la infección desaparezca.
Los abscesos renales son complicaciones graves a las que debemos estar atentos. En caso de notar algún síntoma, conviene consultar al especialista para que él haga el diagnóstico correcto y el problema no lleve a consecuencias peores.
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