Un análisis de sangre para diagnosticar la depresión
“No sé lo que me pasa, no tengo ganas de nada. Lo único que quiero es estar solo. ¿Por qué me ocurre esto? A veces parece que voy a levantar cabeza, pero otras… Hasta ducharme es un esfuerzo. La vida me pesa. Es como si llevara una gran carga a cuestas”.
Estas afirmaciones son muy típicas de personas con depresión, al mismo tiempo que ese “nadie me entiende”. Sienten que no tienen cómo demostrar lo que les sucede y manifiestan un profundo sentimiento de soledad que aumenta cada vez que alguien profiere el famoso “¿cómo vas a mejorar si no pones de tu parte?”.
Quizá este último sea uno de los pensamientos más dolorosos. Las personas que padecen enfermedades y trastornos mentales pueden sentirse muy incomprendidas, sobre todo si los demás son incapaces de empatizar con ellas y les lanzan comentarios que en lugar de empoderar más bien ahogan.
En el caso de los cuadros depresivos, la creencia común es que aquellos que los padecen son débiles o cobardes. Sin embargo, esto no es así. Tampoco es cuestión de una elección personal.
Los problemas emocionales no funcionan así. Incluso podríamos decir que más bien son signos de lucha ante las adversidades y situaciones difíciles. Se deben tener muchas ganas de vivir para seguir adelante, a pesar de sentirse desconectado del mundo. No hay mayor prueba de fuerza de voluntad que esa.
La razón por la que se produce esta interpretación es porque consideramos como dolencia aquello que se puede medir o ver. De esta manera, los padecimientos que no pueden traducirse en cifras o indicadores objetivos suelen infravalorarse.
Es por ello por lo que la posibilidad de realizar el diagnóstico de depresión con una analítica sanguínea alivia a este tipo de personas. Por fin estarán en disposición de probar que su tormento es real, no es una una mala racha, ni falta de actitud. Profundicemos.
¿Puede un análisis de sangre diagnosticar la depresión?
Según la hipótesis serotoninérgica de la depresión, este trastorno del estado de ánimo es originado por un déficit o falta de serotonina en el encéfalo. Se trata de una sustancia neurotransmisora relacionada con la regulación del estado de ánimo, el apetito y los ciclos de sueño, entre otras funciones.
A partir de esta hipótesis, un grupo de científicos de la Universidad de Viena comenzó a estudiar la depresión. Y según los resultados obtenidos, Lukas Pezawas, director del estudio, afirmó que habían descubierto en la sangre el proceso por el que se produce la serotonina.
Lee también: Serotonina: qué es y cómo actúa
La proteína SERT, dispuesta en la membrana de las células cerebrales, permite el transporte de la citada sustancia. El hallazgo consiste en que han comprobado que la proteína está presente también en otros órganos. Entre ellos, destacan el intestino o la sangre.
Además, funciona de la misma manera que en el cerebro. Gracias a ello, se puede trazar una “red de la depresión” mucho mayor que la que se creía.
En este sentido, la cantidad de serotonina contenida en las plaquetas será indicativa de lo que sucede en el cerebro. Para asegurarse, contrastaron los resultados de la analítica con pruebas de imagen, como resonancia magnéticas.
La revolución está cada día más cerca
La red de la depresión se denomina “red en modo automático”. Recibe este nombre porque, cuando se ocupa de pensamientos complejos, se anula. Sin embargo, cuando el cerebro está en reposo, esta se activa.
Así, lo que sucede en un proceso depresivo es que deja de funcionar de forma correcta, por lo que comienzan a aparecer pensamientos automáticos negativos.
Según el estudio, pronto bastará un análisis de sangre para diagnosticar la depresión. Esto significará una dignificación de la patología. Nunca más se dudará de la misma, y los afectados no tendrán que soportar juicios de valor hacia su trastorno, ni que les tachen de falta de carácter, fragilidad o de no saber afrontar la vida.
Lee también: Cómo mostrar amor a una persona con depresión
Muchas personas se quejan de que su entorno piensa que han llegado a este punto por voluntad propia o por falta de esfuerzo. En este sentido, las personas con depresión podrán demostrar la veracidad de su malestar a través de un examen físico.
No obstante, nos gustaría llamar la atención sobre la importancia del apoyo emocional en los trastornos mentales. Cuando alguien padece depresión, todo su alrededor se vuelve gris y su autoestima baja. Si su familia y amigos muestras, además, incomprensión hacia su enfermedad, el problema empeorará. Esto es similar a retorcer un brazo cuando este está fracturado. El dolor y la lesión aumenta. Nadie se merece pasar por ello.
Por lo tanto, hagamos un esfuerzo por apoyar, escuchar y comprender a las personas con depresión. Al fin y al cabo, contar con alguien dispuesto a ayudar puede ser una fuerza muy poderosa para superar este profundo estado emocional.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Ingram, R. (2012). Depression. In Encyclopedia of Human Behavior: Second Edition. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-375000-6.00129-4
- Halder, N. (2015). Depression. In International Encyclopedia of the Social & Behavioral Sciences: Second Edition. https://doi.org/10.1016/B978-0-08-097086-8.27017-7
- Scharinger, C., Rabl, U., Kasess, C. H., Meyer, B. M., Hofmaier, T., Diers, K., … Pezawas, L. (2014). Platelet serotonin transporter function predicts default-mode network activity. PLoS ONE. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0092543
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.