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Uretritis no gonocócica, enfermedad de transmisión sexual
La uretritis no gonocócica es más común de lo que parece. Aunque en la mayoría de los casos remite al poco tiempo, cuando no se trata de la manera adecuada puede tener consecuencias graves para la salud.

La uretritis no gonocócica, es una infección en la uretra que se puede originar por diferentes organismos. Su medio de contagio más frecuente es a través de las relaciones sexuales, por una bacteria llamada clamidia. Se le denomina ‘no gonocócica’ porque el agente que la causa no es la bacteria de la gonorrea.
Como sucede con todas las enfermedades de este tipo, el diagnóstico y tratamiento tempranos son muy importantes. Por eso, a continuación, detallamos cuáles son los síntomas más comunes y otro datos de interés sobre esta afección.
¿Qué es la uretritis no gonocócica?
Como mencionamos anteriormente, es una infección de la uretra que se produce por la presencia de ciertas bacterias. Dentro de las causales más conocidas está la clamidia, una enfermedad de transmisión sexual con un alto índice de contagio.
La parte afectada es, precisamente, el canal que conduce la orina: la uretra. Además, hay que tener en cuenta que el género no es determinante. Aunque la uretritis no gonocócica se suele presentar con más frecuencia en hombres, las mujeres también pueden contraerla.
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¿Cómo se contagia la uretritis no gonocócica?
Esta infección, también conocida como ‘no específica’, se transmite en los contactos íntimos de personas de todas las condiciones sexuales. El contagio, de acuerdo con una publicación de Illinois Department of Public Health se da en el momento en que hay una unión entre membranas mucosas que estén infectadas.
De esta manera, el riesgo está en el sexo oral, anal y vaginal, siendo los dos últimos los de mayor probabilidad. Por otro lado, es importante tener en cuenta que no es necesario que se despidan fluidos, como, por ejemplo, el semen, para que la infección se transmita. Así, se puede dar sin que haya una penetración profunda; solo basta el contacto de las partes involucradas.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Según un artículo de National Health Services, en las mujeres, por lo general, no se presenta ningún síntoma. En los hombres, esta afección puede presentar las siguientes señales de alarma:
- Secreciones blancas o turbias que se despiden por la punta del pene.
- Irritación, erupciones, picazón o ardor en el pene.
- Ardor o sensación extraña al orinar.
¿Existe cura para la uretritis no gonocócica?
Ante una mínima sospecha, se debe recurrir al médico para hacer los estudios pertinentes que detecten la infección e iniciar el tratamiento lo antes posible. Como lo indica la publicación de National Health Services mencionada anteriormente, lo más probable es que el médico indique lo siguiente:
- Tomar antibióticos, que varían según la fase de la uretritis.
- No tener ningún tipo de contacto sexual.
- Repetir estudios en la pareja para detectar posible infección y tratarla en consecuencia.
¿Cuáles son las consecuencias de la uretritis no gonocócica?
En la mayoría, la uretritis no gonocócica remite en unos días sin ningún problema. En los casos en que la enfermedad persiste o es recurrente, las complicaciones pueden llegar a ser graves. Pero la recurrencia se da, en general, por abandono del tratamiento o porque la pareja también está infectada.
Un estudio publicado en National Center for Biotechnology Information señala que, dentro de las posibles consecuencias que se pueden presentar en los hombres, están las siguientes:
- Epididimitis (inflamación del conducto ubicado en la parte posterior del testículo).
- Inflamación de la glándula prostática.
- Formación de abscesos.
- Artritis reactiva.
Las mujeres, por su parte, tienden a tener casos más complicados que los hombres. Aquellas que no toman las medidas necesarias para su recuperación pueden desarrollar enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y embarazo ectópico.
¿Se puede prevenir la uretritis no gonocócica?
Para estar fuera de riesgo, hay que tener contactos sexuales seguros y conscientes. La utilización de condones no se limita a la prevención de embarazos, sino, principalmente, a evitar enfermedades que pueden poner en riesgo la salud.
Usar preservativos en todos los encuentros íntimos es una forma de protegerte y cuidar a tu pareja. El condón siempre se debe colocar antes de iniciar cualquier contacto sexual. Otra medida fundamental, una vez que hayas empezado el tratamiento de la infección es hablar con tu compañero para que también inicie su proceso y no caer en nuevos contagios.
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¿Quién puede contraer uretritis no gonocócica?
Al igual que cualquier enfermedad de transmisión sexual, todas las personas que tengan encuentros íntimos con otros están expuestos a contagiarse de uretritis no gonocócica. Esta bacteria no distingue entre edades ni culturas.
Sin embargo, de acuerdo a las estadísticas realizadas hasta la fecha, la mayoría de los casos que se han registrado corresponden a pacientes de sexo masculino. Con lo cual, es posible afirmar que los hombres tienen mayor tendencia a sufrir esta enfermedad.
Las enfermedades de transmisión sexual son cada más vez más y sus consecuencias ocasionan severos problemas de salud. La uretritis es una de ellas, por lo que hay que aprender a cuidarse. Como mencionamos, el método más efectivo para mantenerse sano es el condón.
Es importante respetar los cuerpos de ambos y tener encuentros más conscientes. Cada uno sabe lo que quiere para sí mismo, pero, independientemente de lo que elija, debe actuar con responsabilidad.
Licenciada en Filosofía por la Universidad del Zulia (2010). Máster en Filosofía por la Universidad de Zulia (2013). Actualmente, es estudiante de Orientación en Sexología (Centro de Investigaciones Psicológicas, Psiquiátricas y Sexológicas de Venezuela) y posee certificación en Coahing por la Universidad Autónoma de Barcelona, Fundamentos de la escritura por el Instintuto Tecnológico de Monterrey y Psicología positiva por la Universidad Metropolitana de Caracas, entre otros. Ha ejercido como docente de Castellano y Literatura, investigadora en el área de filosofía, curadora en exposiciones artísticas y redactora de contenidos. Ha participado como ponente en diversos congresos de filosofía y educación. También colabora con otras revistas, enfocadas al público femenino, como redactora en temas de sexualidad. El resultado de sus investigaciones se condensa en las diferentes revistas académicas en las que ha publicado.