Vaginitis en el embarazo: ¿cómo actuar?
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La vaginitis es una afección frecuente durante el embarazo. De hecho, se estima que llega a afectar casi al 40 % de las embarazadas. Consiste en la inflamación de la vagina, que provoca picor, dolor y alteraciones en el flujo.
En la mayoría de los casos, está causada por una infección. De este modo, se distinguen tres tipos de vaginitis: candidiasis vaginal, vaginosis bacteriana y tricomoniasis. Cada una se caracteriza por unos síntomas concretos y, por tanto, deben ser tratadas de manera diferente.
¿Cómo actuar ante esta condición? ¿Cuáles son los principales síntomas? Respecto al tema hay estas y otras dudas. Por eso, a continuación abordamos los aspectos más relevantes de cada una de sus presentaciones.
Vaginitis en el embarazo por candidiasis
La causa más frecuente de vaginitis en el embarazo es un hongo llamado Candida albicans. La infección suele aparecer en el primer o segundo trimestre de la gestación. Aunque dicho microorganismo se encuentra de manera natural en la vagina, se puede proliferar cuando hay cambios en el pH o en la microbiota normal de este órgano.
En consecuencia, aunque se instaure un tratamiento adecuado, esta infección tiende a recidivar. Sin embargo, es importante abordarla, ya que su aparición en el tercer trimestre se asocia con diferentes complicaciones. Por ejemplo, con una infección intraamniótica y con una ruptura prematura de las membranas.
Para tratar esta patología se necesita tener en cuenta la gravedad de la vaginitis y el estado general de la mujer. Además, muchos medicamentos están contraindicados durante la gestación, ya que pueden provocar daños en el feto.
El tratamiento se basa en fármacos antifúngicos. Los más empleados son la nistatina y los azoles. Se utilizan por vía local, mediante supositorios vaginales o cremas, durante siete días. Lo ideal es prolongar el tratamiento hasta el fin del embarazo, ya que, como hemos mencionado, es usual que haya recurrencias.
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Vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana consiste en una alteración de las bacterias que habitan de manera normal la vagina. De esta manera, se produce una proliferación excesiva de especies como la Gadnerella vaginalis.
Este tipo de vaginitis en el embarazo también se ha asociado a complicaciones como las que hemos señalado en el apartado anterior. El tratamiento se realiza con antibióticos y varía según el momento del embarazo en el que se detecte la infección.
Es importante instaurarlo con rapidez. El fármaco más usado es el metronidazol, que se administra por vía oral. Sin embargo, solo puede emplearse a partir del segundo trimestre, ya que antes se ha visto que puede provocar malformaciones en el feto.
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Vaginitis en el embarazo por tricomoniasis
La tricomoniasis es una infección causada por un parásito llamado Trichomonas vaginalis. Se suele transmitir a través de las relaciones sexuales sin protección. Al igual que las otras causas de vaginitis en el embarazo, se asocia a un mayor riesgo de complicaciones.
De hecho, los científicos han intentado demostrar que se relaciona con una mayor probabilidad de sufrir un parto prematuro. Sin embargo, una revisión publicada en la revista Cochrane afirma que aún no existe suficiente evidencia científica al respecto.
Para tratar esta infección también se receta metronidazol, porque actúa como antiparasitario y antibiótico. En este caso, se sigue una pauta similar a la vaginosis bacteriana. No obstante, es importante que la pareja sexual también reciba tratamiento.
Vaginitis por gonorrea y clamidia
La vaginitis en el embarazo por una infección gonococica es menos frecuente que las anteriores, pero es necesario tenerla en cuenta. Está causada por una bacteria llamada Neisseria gonorrhoeae. También se considera una enfermedad de transmisión sexual.
El tratamiento se hace mediante una sola dosis por vía intramuscular. El antibiótico que se utiliza es la ceftriaxona, que es un medicamento seguro durante la gestación. En este caso también se debe tratar a la pareja sexual.
El caso de la clamidia es muy similar. Este microorganismo puede transmitirse al bebé durante el parto y le puede causar una infección en sus pulmones o sus ojos. Al igual que la anterior, se transmite por vía sexual.
En esta patología se utiliza eritromicina de manera general. Sin embargo, un estudio publicado en la Gaceta Médica de México afirma que la azitromicina también ofrece buenos resultados y solo requiere una única dosis.
¿Qué hay que recordar de la vaginitis en el embarazo?
La vaginitis en el embarazo consiste en una inflamación de la vagina, en la mayoría de los casos debido a una infección. Las causas más importantes son la candidiasis, la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis. Sin embargo, también se puede originar por una infección por gonorrea o clamidia.
Todas ellas se asocian a una serie de complicaciones, como una ruptura prematura de las membranas o un parto prematuro. Por ello, es importante pautar un tratamiento. En el caso de que sean de transmisión sexual, hay que tener presente que hay que tratar también a las respectivas parejas sexuales.
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