Vaporizador y humidificador: ¿cuáles son sus diferencias?

Los aparatos que emanan vapor de agua ayudan a disminuir las molestias respiratorias y la sequedad cutánea. ¿Cuál deberías elegir? ¡Sigue la lectura!
Vaporizador y humidificador: ¿cuáles son sus diferencias?

Última actualización: 06 julio, 2023

Conocer las diferencias entre un vaporizador y un humidificador es esencial para elegir el que proporcione la humedad adecuada al ambiente. Médicos recomiendan ambos dispositivos, pues ayudan a aliviar los síntomas del resfriado común y la gripe.

Y es que los niveles de humedad inferiores al 30 % se vinculan con síntomas como la resequedad cutánea, las hemorragias nasales, la electricidad estática y molestias respiratorias. Así pues, conviene saber cómo ayudan estos dispositivos y qué opción elegir de acuerdo a las necesidades. Veamos.

¿Para qué se utilizan los vaporizadores y los humidificadores?

Una publicación editorial de la Universidad de Colima explica la humedad en la atmósfera como el vapor de agua disuelto en el aire. No es algo que puedas ver, pero sí sentir y oler de modo indirecto a través de los hongos que habitan en ella.

Regular los niveles de humedad es necesario, sobre todo si convives con niños, personas de la tercera edad y pacientes inmunodeprimidos, ya que son más vulnerables a sufrir infecciones y trastornos asociados a ambientes muy húmedos.

Los humidificadores y los vaporizadores añaden al aire la humedad que haga falta. En el caso de los primeros, se indican como parte de las terapias para conducir humedad al canal respiratorio y eliminar la sequedad de las habitaciones. Reseñas médicas los asocian con la disolución del moco, por ejemplo.

Por su parte, los vaporizadores desprenden un vapor que se enfría antes de ser expulsado por la máquina. Resultan útiles en casos de asma, gripe, alergias y resequedad en la garganta.

Algunos de estos dispositivos purifican el ambiente en tanto expulsan vapor.

¿Para qué se utilizan los vaporizadores y los humidificadores?
Tanto los vaporizadores como los humidificadores ayudan a reducir la sequedad del ambiente. No obstante, ambos tienen mecanismos diferentes.


Diferencias entre un vaporizador y un humidificador

En general, pareciera que no existen diferencias entre un vaporizador y un humidificador. Pero la realidad es que los 2 instrumentos constan de especificaciones que vale la pena repasar.

Funcionamiento

Los humidificadores trabajan en frío, es decir, se valen de una mecha filtrada que absorbe el agua y posteriormente ventila un rocío que oscila entre fresco y tibio.

Algunos poseen mecanismos automáticos que se activan al detectar cuán seco está el ambiente. Según el modelo, pueden emitir vibraciones ultrasónicas para dispersar partículas microscópicas de agua.

En cambio, los vaporizadores hierven el agua con el fin de expandir un vapor que se enfría justo antes de abandonar el aparato, entrar al aire y alcanzar el cuerpo.

Riesgo contaminante

Los depósitos de moho y de minerales que podrían salir con el vapor frío son un punto débil en los humidificadores. Una revisión sistemática difundida por Medicina Intensiva resalta que la manipulación de estos elementos sin cumplir con las medidas asépticas correctas, incrementan el riesgo de contaminación.

Considerando que la posible inhalación de partículas contaminadas perjudica las vías respiratorias, se sugiere el uso exclusivo de agua destilada o purificada y el aseo riguroso del humidificador.

Con los vaporizadores existen menos amenazas, dado que no expulsan tantos elementos contaminantes gracias al agua hervida.

Seguridad

En el caso de los niños, los doctores consideran los humidificadores más seguros debido a que no calientan. Por tanto, anulan el peligro de quemaduras. Entre tanto, los vaporizadores son de mayor cuidado, ya que el agua caliente puede derivar en accidentes.

Cifras divulgadas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) puntualizan que el 90 % de las quemaduras en niños se deben a siniestros domésticos; un 60 % de estos corresponden a líquidos caldeados.

Dicho esto, si en casa hay niños, mantente vigilante para prevenir que toquen o volteen el aparato. Y no dejes el vaporizador en funcionamiento cuando duermen; de preferencia ubícalo en el piso.

El agua que usan

Los humidificares operan con agua destilada; como no calientan es importante su higiene rigurosa, para evitar la proliferación de hongos y de bacterias.

A los vaporizadores les puedes poner agua del grifo, porque hierven hasta 100 grados, suficiente para deshacerse de gérmenes. Además, admiten la incorporación de aceites esenciales y medicinas prescriptas como nebulizadoras.

Limpieza

El acopio de minerales y de microorganismos preocupa con ambos utensilios. Para limpiarlos es oportuno seguir las instrucciones del fabricante. No obstante, es recomendable aplicar ciertos consejos, si deseas una limpieza profunda.

A los humidificadores todos los días les vacías el tanque, los desarmas y los lavas antes de volver a llenar. El aseo profundo es idóneo cada semana; para esto añades 3 pulgadas de vinagre blanco, dejas que actúe por 15 minutos y enjuagas con un detergente neutro.

La higienización de los vaporizadores es más sencilla, ya que funciona como un calentador y acorta el riesgo de acumular gérmenes. Vacíalo, desármalo y lávalo con agua y jabón suave.

Una receta adicional para la limpieza propone lavar los tanques con una mezcla de lejía al 10 %, vertiendo 9 partes de agua por 1 de lejía.

Influencia en las alergias

La humedad excesiva en interiores tiende a intensificar los síntomas de quienes sufren alergias. Aparte de los ácaros, el moho prolifera en ambientes en los que los niveles de humedad superan el 50 %; esta cota la obtienes midiendo con un higrómetro.

De acuerdo con la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología, todos respiramos las esporas de moho que circulan en el aire, solo que algunas personas expuestas por mucho tiempo a estos hongos manifiestan reacciones o síntomas de asma.

Diferente a los humidificadores, el agua caliente de los vaporizadores reduce los trastornos por alergias en interiores. Sin embargo, cuando sufres de estas afecciones, lo idóneo es solicitar las indicaciones al alergólogo o al inmunólogo de cabecera, con respecto al uso del aparato en casa.

Diferencias entre un vaporizador y un humidificador
Hay varias diferencias entre un vaporizador y un humidificador. Por ejemplo, su forma de limpieza, el nivel de humedad que aportan al ambiente y el líquido que emplean.


¿Cómo escoger el apropiado?

Considera si el aparato es para uso de un niño, así seleccionas el más seguro en su caso. Verifica que tenga un manual de instrucciones claro, para que sepas de qué manera regular la humedad y cómo prevenir alergias en interiores.

Otro aspecto tiene que ver con el presupuesto, lo que depende de la marca y las funciones. Un consejo extra es indagar si la máquina tiene capacidad para el espacio que quieres trabajar; lo determinas con las especificaciones de cobertura, que se expresan en pies cuadrados.


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