5 formas de desinfectar tus brochas de maquillaje

En el mundo del maquillaje hay millones de cosas por explorar. Si bien la mayoría refiere a cuestiones innovadoras y tendencias actuales, también hay aspectos que se aplican al cuidado de la salud. Uno de ellos es el desinfectar tus brochas de maquillaje: ¿sabes cómo hacerlo?

Suele pasar que, en plena sesión de maquillaje, notas que los productos ya no quedan adheridos a tu piel; o, peor aún, puedes llegar a sentir algo de comezón al usarlos. Estas dos señales son claros indicadores de que ha llegado —y pasado— la hora de desinfectar tus brochas de maquillaje.

Aunque parezca algo sencillo, es mejor conocer las técnicas adecuadas para asegurarnos una limpieza profunda y efectiva. De esta manera, evitaremos posibles reacciones alérgicas en la piel y potenciaremos la utilidad de cada accesorio.

5 maneras de desinfectar tus brochas de maquillaje

A continuación, explicaremos algunos sencillos métodos para quitar los residuos de estos elementos. Recuerda que, preferentemente, debes realizar este proceso luego de cada uso.

1. Con alcohol isopropílico

Es, con seguridad, el método más conocido para llevar a cabo esta tarea. Consiste, simplemente, en aplicar algo de alcohol sobre las cerdas de la brocha y enjuagarlas. Luego, frota la brocha por sobre una servilleta de papel y sécala con otra servilleta más para absorber bien la humedad que pueda acumularse.

Lee este artículo: 9 consecuencias negativas del uso de cosméticos vencidos

2. Utiliza productos específicos

Los limpiadores que consigues en cualquier tienda de cosmética son, sin dudas, la opción más eficiente para desinfectar tus brochas de maquillaje. Su principal beneficio es que son de secado rápido, por lo que puedes aplicarlos luego de cada uso y guardar el accesorio inmediatamente después.

Su modo de uso es muy sencillo: debes rociar o verter algo del producto sobre la brocha y luego pasarla por una servilleta de papel dibujando círculos con ella. Con este procedimiento, te asegurarás de que las partículas de polvo, grasa y otros productos queden adheridas.

Si deseas hacer tu propio limpiador para brochas, te recomendamos esta receta:

• En un rociador, añade alcohol isopropílico y agua destilada (media botella de cada uno).
• Agrega una cucharada de champú para bebés.
• Añade también media cucharada de acondicionar de cabello.
• Mezcla y aplica sobre una toalla de papel para limpiar las cerdas de la brocha.

3. Con limpiador facial

Así como ayuda a remover el maquillaje del rostro, el limpiador facial permite eliminar los restos de estos productos de las brochas. El procedimiento en este caso varía un poco con respecto a los trucos anteriores.

Primero, tendrás que humedecer las cerdas con agua tibia. En un recipiente pequeño, mezcla un poco de limpiador facial con agua. Introduce las cerdas en esta mezcla y frota con los dedos para quitar la suciedad.

Después, enjuaga y déjalas secar verticalmente durante unas cuantas horas. También puedes realizar el secado con una servilleta, como mencionamos antes.

4. Utiliza aceite de oliva

¿Sabías que este saludable ingrediente de cocina puede ayudarte a desinfectar tus brochas de maquillaje? Una de sus ventajas es que se trata de un elemento que todos tenemos; además, su uso es muy sencillo.

Sumerge la punta de la brocha en un recipiente con aceite de oliva y, después, frótala sobre una servilleta de papel de manera circular, como explicamos previamente. Así, la suciedad y los restos de aceite serán absorbidos por el papel y tu brocha de maquillaje quedará lista para usarla de nuevo.

No te pierdas: 7 secretos de maquillaje para lucir fabulosa

5. Lavado

Aproximadamente una vez al mes, deberás lavar tu brocha para quitar la suciedad acumulada. Para ello, puedes comprar jabones específicos que sirven para limpiar cosméticos o, en su lugar, usar lavavajillas o jabón de trastes. Recuerda que debes quitar grasa y bacterias, por lo que el champú no es la mejor opción en este caso.

Primero, tienes que humedecer las cerdas de la brocha. Después, aplica algo de jabón y raspa el pincel contra una superficie rugosa. Por lo general, los jabones específicos traen en el envase una superficie para tales fines.

Posteriormente, solo queda enjuagar las cerdas en el fregadero. Una precaución importante: procura no mojar la madera del mango ni la virola de la brocha, ya que podrían hincharse por la humedad y echarse a perder.

Finalmente, es mejor que no uses una toalla para secarla. Es conveniente dejarla sobre una servilleta de papel que absorba las gotas que caigan de las cerdas.

En último lugar, vale la pena aclarar que no todas las brochas pueden seguir siendo desinfectadas y reutilizadas. Si ves que está muy dura o si, directamente, ya tiene un nudo en la punta, será mejor desecharla y dar paso a una nueva.