8 razones para no perdonar una infidelidad
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Cuando ha ocurrido, es normal que el miembro afectado de la pareja tenga que sopesar si decide o no perdonar una infidelidad. Y es que esto vulnera la confianza, acaba con la complicidad, el compromiso, se inmiscuye en la intimidad, trae sufrimiento y daña irreparablemente el amor.
En efecto, rotas las bases de la estabilidad, es lógico que llegue el momento de plantearse si merece la pena continuar con la relación o si, por el contrario, es mejor darle un punto final.
Si bien es cierto que errar es humano y perdonar es divino, en este artículo te damos algunas razones por las que deberías pensarlo muy antes de perdonar una infidelidad.
La infidelidad: causas y consecuencias
No es sencillo definir la infidelidad. Comúnmente, se considera que es el quebrantamiento de la exclusividad en la relación. Claro, esto dependerá de los términos que se hayan establecido en esos acuerdos, con base en los cuales se rige la vida de la pareja.
Asimismo, como los nexos que unen a la pareja no son únicamente físicos o sexuales, pueden caber bajo este concepto el mantener diferentes acciones y actitudes con una tercera persona. Esto incluye: el enamoramiento, el interés amoroso, el coqueteo o el intercambio de mensajes con contenidos afectivos y sexuales.
Ahora, hay varios factores, de diversa naturaleza, que pueden conducir a una persona a ser infiel. Entre estos se tienen:
- Querer salir de la monotonía de la vida hogareña;
- Pensar que la pareja no le presta atención;
- No sentirse complacidos sexualmente;
- Ya no hay el mismo amor o la misma pasión;
- Necesidad de presumir ante los amigos;
- Deseo de venganza;
- Impulsos sexuales difíciles de controlar;
- Situaciones que conllevan descontrol (consumo de alcohol o drogas).
No obstante, sea cual sea el motivo, el resultado es el mismo: una herida profunda en la relación. Porque la infidelidad es una forma de traición, casi un “atentado” contra las bases del compromiso y la confianza mutua.
Y muchas veces la persona que ha sido infiel pide perdón y, tras ello, pretende que todo siga como era. Sin embargo, no puede volver a serlo. La confianza ha sido traicionada y, como explicó el historiador Nicolae Lorga, “la confianza solo se pierde una vez”.
Razones para no perdonar una infidelidad
De este modo, surge la pregunta, en la persona engañada, de si debe perdonar o no la infidelidad. Porque, sin duda, no está obligada a continuar con la relación después de lo ocurrido.
Está en su mano tomar una importante decisión tras sopesar los pros y los contras de ambas opciones. Y estaría perfectamente legitimada para decir “se acabó”. En este sentido, son variadas las razones para finalizar una relación después de una infidelidad. A continuación, te presentamos algunas de ellas.
1. Enfermedades de transmisión sexual
La promiscuidad y el sexo sin medios de protección pueden llegar a ser realmente peligrosos. En efecto, numerosas enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, la gonorrea, el VIH o el herpes genital pueden contagiarse justo en un momento en el que decidimos dejar el sexo seguro con nuestra pareja y lanzarnos a la aventura.
Así, debes tener en cuenta que la persona que ha sido infiel no sólo te ha traicionado emocionalmente, sino que tampoco ha tenido en cuenta tu integridad y tu salud. Es decir, su inmadurez y su necesidad sexual han sido superiores a la prioridad de cuidarte y protegerte.
Además, si no estás seguro de que tu pareja vaya a cambiar y crees que continuará siéndote infiel en el futuro, debes tener muy en cuenta este punto al plantearte si debes perdonar la infidelidad: Tu salud ante todo.
2. Herida en la autoestima
Muchas personas tienden a culparse de la infidelidad cometida por su pareja. De hecho, suele darse el caso de algunos hombres (o mujeres) que culpan a sus parejas tras haberlos traicionado: el sexo no es lo mismo, hemos caído en la rutina, etc.
En cualquier caso, se trata de una forma de manipulación y de no asumir las consecuencias de una elección personal, inmadura y egoísta. Nadie es culpable de que su pareja sea infiel.
Sin embargo, a veces la manipulación funciona y la persona engañada llega a sufrir una herida en su autoestima, al responsabilizarse incluso de la traición del otro miembro de la pareja.
Por eso, debes tener en cuenta que perdonar una infidelidad supone tener que vivir con esa herida, recuperarse de la misma y aprender a ver las cosas claras.
Por otra parte, puede que la herida te haga despertar y comprender que no merece la pena el dolor y sentirse desvalorado. Si te hacen sentir culpable de los actos ajenos, entonces tal vez es mejor poner un punto y final y darte tiempo.
3. No se puede volver a confiar
Habíamos explicado que la confianza es uno de los pilares fundamentales de una relación. Una infidelidad rompe y destruye esta base, menoscaba lo que durante tiempo se ha ido creando con dedicación y esfuerzo, porque una relación no se encuentra, se construye.
En este sentido, una infidelidad es un desprecio contra lo que se ha ido haciendo juntos durante tanto tiempo. No se ha tenido en cuenta, no ha sido suficiente como para no ceder ante al capricho o el deseo. Se pisotea todo.
Además, ¿cómo volver a confiar en una persona que ha sido infiel? Una vez rota la confianza, es muy difícil recuperarla. Perdonar la infidelidad es exponerse a vivir con el temor de que vuelva a ocurrir en el futuro.
4. Se puede perdonar, pero no olvidar
Como sabemos, una cosa es perdonar y otra muy diferente es olvidar. Además, acontecimientos tan dolorosos como una infidelidad, raramente pueden borrarse de la memoria. Es una de las razones por las que recuperar la confianza es tan complicado.
Por tanto, debes tener en cuenta que seguramente no podrás ser capaz nunca de olvidar que te han sido infiel. De este modo, el reproche siempre puede surgir, junto con el malestar, el dolor, la herida y la rabia.
Y quizás la relación no vuelva a ser lo que fue. Porque es probable que pueda superarse una infidelidad desde el punto de vista racional. Sin embargo, desde el punto de vista emocional las cosas son más complicadas o más difíciles de manejar.
5. Puede volver a pasar
Una persona infiel es muy probable que lo sea más de una vez. Como explica la sexóloga Tracey Cox en Hot Relationships: How to have one, si alguien ha desarrollado un patrón de “hacer trampa” en la vida, es muy probable que siga haciéndolo.
Además, una vez destruida la confianza, que la persona infiel prometa que “no lo volverá a hacer”, puede que sean solo palabras en el aire. La desconfianza reinará en la relación y puede que el segundo golpe sea incluso más duro para el orgullo, la dignidad y la autoestima de la persona engañada.
6. La vergüenza pública
Cuando somos víctimas de una infidelidad tenemos la sensación de que nos señalan con el dedo, como si fuéramos culpables de algo. Tal vez no lo somos; pero no podemos evitar que algunos nos coloquen esa etiqueta.
Lo cierto del caso es que, alrededor de una relación de pareja, hay otras personas: amigos, familiares; y a ellos también llega, a menudo, la noticia. Ante ellos podemos sentir vergüenza, incomodidad; incluso sin tener que hablar de la situación.
No necesariamente tenemos que prestarles atención a los otros, que no son parte interesada en la relación. Sin embargo, si vas a perdonar la infidelidad, recuerda que puedes ser juzgado por hacerlo.
7. Sufrir en vano
Te ahogaste en un mar de lágrimas, pasaste noches en vela preguntándote por qué, tal vez te emborrachaste o comiste mucho chocolates. Pero si ahora perdonas la infidelidad, todo eso habrá sido sufrir en vano.
8. Simplemente, ya no te quiere
La última razón bien podría ser la primera. Si decidió estar con otra persona, es porque ya no le parece suficiente lo que le ofreces en la relación, desde el punto de vista emocional o sexual.
Si estamos bien con nuestra pareja, la valoramos como persona, pensamos en su bien, en no hacerle nada que pueda dañarlo. Y cuando decidimos ser infieles, aún sabiendo que podrían descubrirnos, es porque no nos importa lo que pueda sentir o pensar.
Pensar bien antes de perdonar la infidelidad
Como has podido comprobar, es muy difícil que la relación y los miembros de la pareja puedan seguir siendo los mismos después de una infidelidad. Asimismo, la persona engañada puede que no sea capaz de recuperar la confianza en el otro. Y no está obligada a hacerlo.
Por eso, al plantearte si debes perdonar una infidelidad o no, ten en cuenta que no eres culpable de la misma y que, sobre todo, debes recuperarte y darte margen y tiempo para hacerlo. Porque, realmente, te han herido por causa de la inmadurez, el egoísmo y la falta de respeto de la otra persona.
En suma, no digas que sí de una vez. Es tu estabilidad emocional y tu amor propio lo que están en juego, así como la percepción que los demás tienen de ti. ¿Serías capaz de perdonar una infidelidad? Piénsalo muy bien.
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