6 razones por las que llorar es bueno
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Llorar es bueno porque al hacerlo nos sentimos más relajados. Nuestro organismo reduce con las lágrimas los niveles de cortisol, la llamada hormona del estrés, liberando a su vez endorfinas y analgésicos naturales.
La secreción lagrimal, por otra parte, es el flujo que la córnea necesita para estar óptima. Al llorar se contraen los músculos faciales y el contorno de los ojos, permitiendo que la irrigación sanguínea lubrique las mucosas oculares.
Además de ayudar a limpiar los cuerpos extraños y las sustancias irritantes que se alojan en la superficie ocular, las lágrimas protegen al ojo de infecciones microbianas.
¿Qué es el llanto?
Es una respuesta secretomotora a eventos o conductas que provocan una reacción a nivel fisiológico, cognitivo y social. Los circuitos neuronales que participan en el llanto, conectan el sistema límbico del cerebro con la glándula lagrimal. Estos incluyen actividad muscular, sollozos y abundante producción de lágrimas.
El llanto integra mecanismos de control esenciales para responder al estrés y, por tanto, cruciales para la adaptación y la supervivencia; así lo refiere este artículo de la revista Clinical Autonomic Research.
Tipos de lágrimas
Nuestros ojos necesitan estar húmedos para poder funcionar. Pero hay momentos en que las lágrimas que los humectan, las cuales corren por el ángulo interno del ojo y se eliminan por las fosas nasales, se producen en mayor cantidad y se desbordan.
Debes saber que existen tres tipos de lágrimas:
- Basales: este tipo de lágrimas se produce por lo regular para mantener los ojos lubricados. Funcionan como un antibacteriano y protector de los ojos contra las infecciones.
- Reflejas: las lágrimas reflejas se convierten en protectoras cuando hay una situación de peligro. Contienen anticuerpos que permiten que los ojos eliminen las partículas nocivas cuando están irritados. Ya sea por humo, gas o polvo.
- Emocionales: son aquellas desencadenadas por sentimientos intensos como la felicidad y la tristeza. Este tercer tipo de lágrimas tiene beneficios especiales para la salud, pues nos liberan de reprimir emociones intensas que se pueden tornar en síntomas ansioso-depresivos.
Una investigación de la Review of General Psychology sobre la composición de las lágrimas emocionales, indica que tienen concentraciones relativamente altas de las hormonas prolactina, adrenocorticotrófica (ACTH), leucina-encefalina, varias proteínas y manganeso. La ACTH estimula la producción de cortisol, una hormona que nuestro cuerpo libera para responder al estrés.
¿Por qué es bueno llorar?
Mucho se habla de los beneficios de la risa, poco de los del llanto. Sin embargo, ambos estados nos ayudan a descargar tensiones físicas y emocionales y a equilibrar nuestro estado de ánimo.
Ocurre que, cuando lloramos bajan los niveles de adrenalina y noradrenalina, lo que facilita la relajación y el desahogo. La oxitocina, por su parte, refuerza la tranquilidad. Es por esta razón que después de llorar, sentimos un descanso similar al que experimentamos cuando salimos de la ducha.
1. Alivia la tensión y el estrés
Las lágrimas emocionales son las que el organismo produce tanto en momentos felices como en los tristes. Cuando nos exponemos a preocupaciones, el estrés no nos da oportunidad de pensar.
Pero, cuando lloramos, liberamos prolactina y leucina, que son analgésicos naturales, por lo que podemos decir que llorar es una reacción química que calma el dolor y reduce el estrés. Un estudio aparecido en Emotion, confirma que el llanto nos permite soportar el estrés por más tiempo y después del llanto, se reducen los niveles de cortisol.
2. Disminuye la presión arterial
Otro motivo por el que llorar es bueno es que este acto ayuda a reducir la presión arterial. En términos fisiológicos, sucede que al llorar, el sistema nervioso autónomo eleva la frecuencia cardíaca y la presión arterial; después de llorar, las hormonas del estrés y la adrenalina disminuyen y el cuerpo se relaja. Esto hace que la presión arterial baje.
3. Humecta los ojos
¿A veces sientes secos tus ojos? En ocasiones, el clima y el constante uso de dispositivos móviles provocan este problema. El oftalmólogo, por lo general, te prescribirá lágrimas artificiales para resolver la resequedad ocular. Sin embargo, lo normal sería no necesitarlas porque nuestro organismo produce el líquido que los ojos necesitan: las lágrimas basales y las lágrimas reflejas.
Las basales son lágrimas que se generan sin mediar un sentimiento. Cumplen la función de proteger y combatir sustancias extrañas; además, mantienen los ojos suaves y húmedos. También mantienen la zona hidratada, oxigenan la córnea y en general, cuidan nuestra visión. Estas lágrimas contienen lisozima, una enzima que funciona como antibacteriano y protector de los ojos contra las infecciones, gérmenes y virus.
Las reflejas, en cambio, se diferencian de las lágrimas basales porque se producen en mayor cantidad. De hecho, es común que hayas notado que brotan lágrimas copiosas como mecanismo de defensa ante ciertos estímulos.
- Al picar alimentos como la cebolla o picantes.
- Cuando entra un poco de polvo en los ojos.
- Si flota en al aire o lleva el viento algún producto químico que irrita la mucosa ocular.
- Al recibir directo a los ojos el impacto de una luz brillante.
Como recomendación, toma suficiente líquido a lo largo del día.
4. Reduce el mal humor
Cuando el organismo contiene altas cantidades de un metal llamado manganeso, experimentamos irritabilidad, cansancio, periodos depresivos y cuadros de ansiedad. Una de las vías para expulsarlo, es a través de las lágrimas, como lo apunta esta tesis sobre dacriopsicología, desarrollada en la Universidad de Alcalá.
Llorar funciona como agente terapéutico mental y emocional porque después de experimentar una catarsis extrema por la vía del llanto, la mente se vuelve pacífica y tranquila. Llorar no significa solo expulsar tus emociones. Es un mecanismo de expresión autocalmante.
5. Nos ayuda a empatizar
Cuando alguien llora, de manera inevitable nos invita a ponernos en su lugar, es decir, empatizamos de forma automática. Una publicación de la revista Evolutionary Psychology admite que pedir ayuda es más eficaz si quien llora es amistoso. Las lágrimas, entonces, serían una señal de no hostilidad e incluso, de calidez humana.
A través del llanto se produce un vínculo emocional, porque las personas profundizan en las relaciones interpersonales. Además, indagamos en nuestro interior y analizamos las consecuencias negativas y positivas de la situación.
6. Alivia el pesar
Entre los beneficios del llanto está el poder calmar la angustia y canalizar nuestro desconsuelo a través de las lágrimas. Podemos expresar la vulnerabilidad, pero también comunicarnos con los demás. El llanto funciona como herramienta para liberar la emoción negativa y de esta forma superar el dolor.
Así, al levantar el ánimo, nos proporciona una sensación de bienestar. Al respecto, un artículo publicado en Environmental Research and Public Health destaca que la terapia del llanto es eficaz para aliviar el estrés y de manera explícita. Apunta que las lágrimas son una defensa natural para mejorar la actividad del sistema inmunitario.
Además, como señala un artículo sobre la regulación del llanto, el acto de llorar está relacionado con la disminución de la tensión y la activación fisiológica. Por ende, su represión puede incrementar la excitación autonómica, lo que tiene consecuencias negativas para nuestra salud.
¿Cuándo llorar es un problema?
Cuando el llanto es mucho, pero justificado (por ejemplo, tras la muerte de un ser querido), sienta bien hacerlo de manera desconsolada. El caso es diferente si este viene acompañado de los siguientes síntomas:
- No dormir.
- Dejar de comer.
- Perder peso.
- Apatía.
- Ideas suicidas.
Si esta fuera la situación, es necesario buscar apoyo en familiares y amigos, o bien, recurrir a la atención de un profesional.
Cómo llorar de manera sana
Es importante que te des la oportunidad de entrar en contacto con tus emociones. En algunos casos esto implicará llorar un poco, por ejemplo, cuando hemos sido lastimados. Si esto se presenta, date tiempo de llorar todo lo que necesites para poder avanzar y crecer como persona. Recuerda que tan pronto como enfrentes tu pasado, más rápido crecerás.
- No tomes las situaciones tan a pecho, ríete de ti mismo.
- Pon distancia a los problemas y evita el drama.
- Aprende de las cosas con buen humor.
- Busca actividades que impulsen tus emociones: leer, cantar, bailar o ir al cine.
- Analiza la situación y piensa qué causa el malestar.
- No te quedes callado y expresa lo que sientes.
Llorar te libera
Sí, llorar va más allá de ser una reacción del cuerpo ante determinadas situaciones. El llanto estimula la liberación de una serie de sustancias químicas que ayudan a equilibrar el estado de ánimo. En ese sentido, facilita la autorreflexión y el sentimiento de perdón hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Ahora bien, tu personalidad será determinante. Algunas personas se sienten más cómodas permitiendo que sus emociones fluyan, mientras que otras procuran evitarlo. De todos modos, no es conveniente reprimir el llanto. Dejarlo fluir disminuye la intensidad de las emociones fuertes y ayuda a sobrellevar el dolor.
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