7 claves para hacerle frente al reflujo gastroesofágico

Además de evitar los hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol, para prevenir el reflujo gastroesofágico es conveniente cuidar el peso y no consumir comidas demasiado copiosas.
7 claves para hacerle frente al reflujo gastroesofágico
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Última actualización: 01 junio, 2023

El reflujo gastroesofágico es un trastorno digestivo que se produce cuando el contenido ácido del estómago asciende hasta el esófago y la boca por una alteración de los mecanismos que cierran su paso.

Se caracteriza por causar una incómoda sensación de ardor e inflamación a nivel del esternón, en ocasiones acompañada de dificultades para tragar y dolor torácico. De hecho, es una causa muy común de este tipo de dolor. Algunas veces, es difícil de diferenciar con el ocasionado por un infarto agudo de miocardio.

Dado que implica el desequilibrio entre los factores agresores y defensivos de la mucosa esofágica, es primordial brindarle tratamiento antes de que ocasione otras enfermedades. Por fortuna, basta con hacer algunos cambios en el estilo de vida para disminuir su recurrencia y controlar sus síntomas.

Combatir el reflujo gastroesofágico

Con los siguientes consejos se podrá combatir el reflujo de manera óptima, mejorando así la calidad de vida.

1. Mantener un peso adecuado

Las personas con sobrepeso tienden a tener más episodios de reflujo gastroesofágico. Esto se debe a que la acumulación de grasa en el perímetro abdominal causan una compresión gástrica que facilita el paso de los ácidos hacia el esófago.

Por otro lado, mantener un peso estable facilita el proceso de digestión de los alimentos, lo cual resulta clave en la prevención de este problema.

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Persona sobre la báscula manteniendo su peso ideal para controlar el reflujo gastroesofágico

2. Evitar el estrés

El estrés tiene mucho que ver con los síntomas digestivos recurrentes que afectan a la calidad de vida. Padecerlo incrementa la segregación de sustancias estimulantes como la adrenalina que, en este caso, aumenta la secreción de ácidos en el estómago.

Además, tiende a dificultar la digestión de los alimentos y, por consiguiente, aumenta la sensación de ardor y dolor. Así lo evidencia un estudio publicado en Gastroenterology.

3. Evitar los alimentos que agravan el trastorno

Algunos alimentos contribuyen a disminuir la presión del cardias, lo que facilita el ascenso de los ácidos hacia el esófago. Eso sin contar que muchos tienden a incrementar los niveles de acidez y la irritación en la mucosa que protege el esófago.

Entre ellos cabe destacar:

  • La menta.
  • El ajo y la cebolla.
  • El chocolate.
  • Los aceites y las carnes grasas.
  • La mantequilla.
  • Los jugos cítricos.
  • El tomate.
  • El café.
  • Los quesos curados.
Estas salchichas con bacon forman parte de un plato no recomendado para quienes padecen reflujo gastroesofágico

4. Evitar el cigarrillo

El tabaquismo es un hábito que aumenta el riesgo de patologías crónicas y recurrentes como el reflujo gastroesofágico. Esto se debe a que reduce la producción de saliva, una sustancia que contrarresta los ácidos desde la boca hasta el estómago.

Dado que la boca y la garganta se resecan, la sensación de ardor es incluso más fuerte que cuando se produce por otros factores, según un estudio publicado en Best Practice & Research.

5. Utilizar ropa cómoda

El uso de prendas sueltas, en especial después de comer, es una de las mejores medidas para evitar el reflujo. Los pantalones, cinturones y camisas ajustados incrementan la presión intraabdominal y, por ende, favorecen la salida del contenido ácido del estómago.

Mujer intentando abrocharse el pantalón

6. Adoptar una buena postura

Tener una buena postura durante y después de las comidas es determinante para mejorar las funciones del sistema digestivo. De hecho, no solo facilita la motilidad de los alimentos durante la digestión, sino que, por el efecto de gravedad, disminuye la recurrencia de la acidez y el reflujo.  

En este sentido, es bueno tener en cuenta que el estómago se contrae de forma continua para que los alimentos se mezclen y, al estar tumbados, esas contracciones llevan con facilidad el contenido ácido hacia la parte superior.

7. Evitar las comidas antes de dormir

Un error recurrente en la población es ingerir comidas copiosas en las horas previas al descanso nocturno. Este mal hábito no solo puede conducir al desarrollo de trastornos de sueño sino que, inevitablemente, aumenta los episodios de reflujo y molestias digestivas. Sobre todo las comidas con alto contenido en grasa han demostrado incrementar el problema cuando se consumen en los momentos previos al sueño.

Dado que el cuerpo permanece en una posición tumbada, los jugos ácidos suben con más facilidad hacia el esófago y la boca. Por lo tanto, es necesario comer con tres horas de anticipación al momento de dormir y procurar elegir cenas ligeras.

Mejora los hábitos para combatir y evitar el reflujo

Para finalizar, es bueno recordar que este problema puede aparecer como síntoma inicial de algunas patologías del sistema digestivo. En caso de que se manifieste de forma recurrente, lo mejor es consultar al médico para conocer su posible causa. Atacar al origen del problema es clave para conseguir así una solución eficaz.

¿Qué te han parecido estos consejos? ¿Los conocías? Ahora ya puedes ponerlos en práctica y notarás que tu estómago te lo agradece.


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