¿Qué es la androstenediona y cómo afecta nuestro organismo?

Las hormonas sexuales regulan una gran cantidad de funciones relacionadas con la reproducción. Por desgracia, la variación en sustancias como la androstenediona puede generar alteraciones significativas.
¿Qué es la androstenediona y cómo afecta nuestro organismo?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 10 julio, 2023

Todas las funciones del cuerpo humano están reguladas por sustancias específicas llamadas hormonas. La síntesis hormonal es un proceso complejo, que necesita múltiples enzimas y otros compuestos antes de obtener el resultado final. La androstenediona es uno de los precursores de la síntesis de los andrógenos.

Los andrógenos son un conjunto de hormonas cuya función principal es el desarrollo de las características sexuales secundarias masculinas. Sin embargo, las mismas también participan en otros procesos importantes. De hecho, estudios demuestran que tienen un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del esqueleto.

¿Qué es la androstenediona?

La androstenediona es una hormona esteroidea perteneciente al grupo de los andrógenos. La misma también se conoce como andro, andros o 4-androstenediona. El cuerpo humano puede sintetizar este compuesto en diversas glándulas, aunque también se puede encontrar en la carne y algunas plantas.

La principal estructura encargada de la producción de esta hormona es la corteza de la glándula suprarrenal. Las gónadas también participan en su síntesis, por lo que es posible encontrar concentraciones elevadas en los testículos y los ovarios. Esta sustancia se origina a partir del colesterol, que debe sufrir una serie de cambios enzimáticos para transformarse en el compuesto.

La androstenediona no es una hormona propiamente dicha, ya que su actividad intrínseca es muy débil. En este sentido, los especialistas la consideran como una pro-hormona, ya que es un precursor importante de la testosterona y algunos estrógenos. Se transforma en las hormonas finales en las propias gónadas o en los tejidos periféricos.

Los niveles sanguíneos de andros suelen ser bajos en ambos sexos. De hecho, estudios demuestran que su concentración varía entre los 60 y 230 nanogramos por decilitro en los hombres entre 20 y 30 años. No obstante, estos niveles pueden aumentar en las mujeres menopáusicas por la producción de estrona.

Algunos deportistas usaron suplementos orales de androstenediona con la finalidad de mejorar su rendimiento hace algunos años. Sin embargo, no existen estudios científicos que avalen estos efectos. Además, las personas pueden desarrollar reacciones secundarias debido al aumento en los niveles plasmáticos de testosterona.

Glándulas suprarrenales producen androstenediona.
La corteza de las glándulas suprarrenales es la zona prioritaria de producción de esta pro-hormona.

Consecuencias de los altos niveles de androstenediona

Es importante destacar que esta pro-hormona es incapaz de unirse a los receptores celulares. En este sentido, la sustancia en sí no genera ningún efecto en el organismo. Sin embargo, los niveles altos de androstenediona elevarán la concentración sanguínea de testosterona y de estrógenos.

Las mujeres suelen ser las más afectadas si los niveles de testosterona aumentan por encima de valores normales. Este hecho puede traducirse en la aparición de múltiples síntomas, entre los que destaca el hirsutismo. El mismo no es más que el crecimiento excesivo de vello facial y corporal.

Los niveles excesivos de andrógenos en las mujeres también pueden generar la aparición de acné y aumento de peso, así como cambios en los periodos menstruales y en los genitales. Las causas más frecuente de esta alteración son el síndrome de ovarios poliquísticos y el síndrome de Cushing.

Por su parte, los hombres también sufren diversos cambios cuando aumentan los niveles de androstenediona, que se deben a un desbalance en la cantidades de estrógenos y testosterona. El aumento en los primeros puede causar el desarrollo de ginecomastia, es decir, el aumento de tamaño de las glándulas mamarias.

Además, esta alteración conlleva otros cambios, dependiendo de su causa. Entre los efectos indeseados destaca la disminución en el tamaño de los testículos. La causa más frecuente es la presencia de un tumor suprarrenal productor de testosterona o tumores testiculares.

Consecuencias de los bajos niveles de androstenediona

Los bajos niveles de androstenediona se traducen en la disminución de la concentración de las hormonas sexuales en ambos sexos. Este hecho retrasa la aparición de la pubertad en los niños. En este sentido, los mismos no desarrollarán las características sexuales secundarias correspondiente a su sexo.

La disminución de andros también tiene gran repercusión en los fetos, ya que los mismos suelen nacer con alteraciones en los genitales. Por su parte, la reducción de estrógenos y testosterona también puede afectar a las personas en edad adulta. Los hombres suelen presentar disminución de la libido, disfunción eréctil, menor número de espermatozoides, pérdida de masa muscular y aumento de grasa corporal.

Por fortuna, la deficiencia de androstenediona no afecta en gran medida a las mujeres. De hecho, los ovarios inician una disminución paulatina de la producción de andrógenos en los años previos a la menopausia.

Útero y ovarios.
Los ovarios tienen un modo particular de funcionamiento que hace que las deficiencias de androstenediona no sean tan evidentes en las mujeres.

Una sustancia poco conocida, pero muy importante

La androstenediona es el principal precursor en la producción de testosterona en los hombres y de algunos estrógenos en la mujer. En este sentido, el aumento o disminución en la concentración de esta sustancia altera los niveles de las hormonas sexuales. Los niveles séricos de la pro-hormona son muy bajos, sin embargo, pueden ser útiles en la detección de algunas patologías.

Las manifestaciones clínicas generadas por las alteraciones hormonales son muy evidentes en ambos sexos y pueden causar infertilidad. Por ello, se debe acudir al médico de forma inmediata ante la presencia de síntomas que indiquen la presencia de variaciones en los andrógenos.


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