Antieméticos para prevenir náuseas y vómitos

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

Hoy en día, disponemos de diferentes medicamentos que son eficaces para prevenir las náuseas y vómitos de diferente origen. Son los llamados antieméticos.

Es importante diferenciar ambos términos. Las náuseas son una sensación desagradable en la garganta y en el estómago que, a menudo, precede al vómito. Suele acompañarse de otros síntomas como palidez, sudoración, salivación excesiva y, en ocasiones, disminución de la tensión arterial y del número de pulsaciones por minuto.

Después de las náuseas, tienen lugar las arcadas, que es el propio esfuerzo por vomitar. Se trata de contracciones fuertes de los músculos de la pared abdominal. Tienen como objetivo crear la presión necesaria para vomitar.

Las arcadas pueden presentarse con el vómito, precederlo o seguirlo. Finalmente, el vómito, conocido en clínica como emesis, es el vaciamiento o la expulsión rápida y energética del contenido gástrico. A veces, también se llega a expulsar contenido intestinal.

¿Qué son los fármacos antieméticos?

Como su nombre indica, los medicamentos antieméticos son los que se utilizan con el fin de prevenir las náuseas y vómitos. Se indican, normalmente, para tratar cinetosis y los efectos secundarios de los siguientes grupos farmacológicos:

• Analgésicos opioides.
• Anestésicos generales.
• Quimioterapia dirigida contra el cáncer.

Los antieméticos se dividen en diferentes grupos dependiendo del mecanismo de acción que presenten. De este modo, serán eficaces en diferentes situaciones, dependiendo de la causa que esté desencadenando las náuseas y los vómitos.

En este sentido, vamos a ver los antieméticos más utilizados con el fin de prevenir las náuseas y vómitos que tienen diferente origen.

Antieméticos para prevenir náuseas y vómitos

Antieméticos para el embarazo

Las náuseas y vómitos en el embarazo afectan en torno a un 80 % de las mujeres. Por lo general, son leves y suelen resolverse hacia la semana 20 de la gestación.

La evidencia clínica sobre el tratamiento de la hiperémesis gravídica es muy limitada. Además, en la mayoría de los casos, los estudios se han realizado en pacientes que tienen estos síntomas en la forma más leve.

En este sentido, en España solo está autorizada la doxilamina como antiemético para prevenir las náuseas y vómitos en el embarazo. Se trata de un antiemético antagonista de los receptores de histamina H1, comercializado con el nombre de Cariban.

Como segunda línea, se suele administrar metoclopramida, un antagonista de dopamina. Sin embargo, este fármaco no debe administrarse más de 5 días, a una dosis de 10 mg hasta tres veces al día. También se administra ondasetrón como segunda línea. Y, como tercera línea, se indica la metilprednisolona, ajustando la dosis a la mínima eficaz.

Antieméticos para la quimioterapia

Determinados fármacos utilizados para combatir el cáncer pueden provocar náuseas y vómitos. Por fortuna, ya existen muchos medicamentos que son eficaces para prevenir y aliviar las náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia.

Entre los antieméticos más utilizados para estos casos encontramos:

• Corticoesteroides: se han utilizado con éxito durante muchos años, sobre todo para prevenir las náuseas y vómitos retrasados. Un ejemplo de estos fármacos es la dexametasona, que se puede administrar en muchas formas diferentes.
• Antagonistas de la serotonina: bloquean las sustancias naturales que envían al cerebro la señal que produce el vómito. Previenen tanto las náuseas y vómitos agudos como retrasados. Algunos de los más utilizados son ondasetrón, granisetrón y dolasetrón.
• Los inhibidores NK-1: son los más nuevos. Aprepitant se utiliza cuando los pacientes reciben quimioterapia que es muy probable que cause náuseas y vómitos agudos o atrasados. Se toma antes de una sesión de quimioterapia y durante dos días después.

Antieméticos para los mareos o cinetosis

El mareo que aparece en los viajes también se denomina cinetosis. Se define como la aparición de náuseas, vómitos y síntomas producidos por la aceleración y desaceleración lineal y angular de una manera repetida.

Para reducir los síntomas, se recomienda tomar un fármaco que deprima la reactividad del laberinto. De esta forma, las recomendaciones son:

• Para un adulto: 2 horas antes del viaje, tomar 30 mg del antiemético cinarizina. Se puede repetir la dosis cada 8 horas. También se puede administrar entre 50 y 100 mg de dimenhidrato (Biodramina) que pueden repetirse cada 6 o 8 horas.
• Niños: se debe ajuntar la dosis según marque el prospecto de cada medicamento y no está recomendado el uso de tietilperazina.

Conclusión sobre cómo prevenir náuseas y vómitos

Por suerte, actualmente disponemos de un amplio abanico terapéutico para prevenir las náuseas y vómitos que tienen diferente origen. Consulta con el médico o con el farmacéutico cualquier duda que tengas sobre estos medicamentos para realizar bien el tratamiento y mejorar la eficacia terapéutica que estos antieméticos ofrecen.