5 beneficios de aprender a tocar un instrumento musical
La música ha cautivado al ser humano desde tiempos inmemoriables. Por esta razón, se considera que es una de las expresiones artísticas más antiguas que brinda bienestar y placer. Por ello, no es de extrañar que existan beneficios de aprender a tocar un instrumento musical, independientemente de la edad que se tenga o el momento que se viva.
Y es que, aprender a tocar un instrumento musical puede ayudar considerablemente a mejorar nuestra calidad de vida. ¿Cómo? Al aportarnos, a corto plazo, entretenimiento. Recordemos que una mente relajada, libre de inquietudes se traduce en bienestar.
Nunca es demasiado tarde para elegir el instrumento que más nos llame la atención o nos guste, armarnos de paciencia y empezar a practicar. Al principio nos costará, pero la constancia nos ayudará a desarrollar cada vez más agilidad y adquirir destreza. Y sí, el proceso puede incluso ayudarnos a reírnos de nosotros mismos y a aprender a gestionar las frustraciones de tal forma que saquemos provecho de ellas y sigamos adelante.
¿Qué conseguimos al tocar un instrumento musical?
Algunos de los beneficios que podemos obtener al tocar un instrumento musical pueden ser:
1. Autodisciplina y constancia
En primer lugar, aprender a tocar un instrumento musical requiere muchos años de práctica y estudio. Una de las mejores maneras de inculcar a los niños valores como la autodisciplina y la constanciapuede ser invitarlos a aprender a tocar un instrumento musical.
Para tocar un istrumento se necesita una responsabilidad y un autocompromiso de perseverancia y tenacidad, ya que hay continuos exámenes a lo largo de los diferentes niveles del instrumentista. Por lo tanto, conseguimos los siguientes valores:
- Nos convierte en personas más responsables.
- Nos hace ser más puntuales y seguir rutinas y disciplinas.
- Revaloriza el esfuerzo, la rectitud y la constancia.
Ver también: Elige la música según la actividad
2. Tocar un instrumento musical despierta la sensibilidad artística
La música es un lenguaje de emociones dirigido a despertar diferentes estados de ánimo en el oyente. También, por supuesto, en el que interpreta el instrumento. Con la música se tocan corazones, se llora, se eriza la piel, se aumenta la alegría, se consuela y se emociona a las personas que se identifican con cada pieza.
En definitiva, aprender a tocar un instrumento musical sirve para desarrollar nuestra sensibilidad hacia el arte y hacia la parte interior de uno mismo con el fin de expresar y comunicar las emociones con este lenguaje. La música nos eleva, nos revitaliza, nos transporta y acoge en su regazo.
3. Facilita el aprendizaje
Para conocer y desarrollar las posibilidades de un instrumento se estudian diferentes asignaturas que mejoran nuestras capacidades intelectuales de manera notable.
En el estudio de una carrera musical se potencia la memoria, la capacidad de análisis, la imaginación, la capacidad de abstracción y, sobre todo, la concentración.Por este motivo, la mayoría de las escuelas incluyen asignaturas que favorecen la inteligencia musical.
Dado que la teoría musical debe aplicarse al instrumento, también se desarrollan muchas habilidades de coordinación, independencia de manos, motricidad, velocidad y desarrollo muscular. En definitiva, se estimulan las conexiones neuronales que potencian el desarrollo psicomotriz del estudiante.
Tanto es así que estudios como el publicado en la revista Estudios de Psicología en 2019 apuntan a que existe una relación entre el entrenamiento musical y mejoras en el desempeño cognitivo, tanto en funciones ejecutivas como en otros ámbitos de la cognición.
4. Reduce el estrés y la ansiedad
A través de la interpretación de una pieza musical con nuestro instrumento, podemos centrar nuestra atención en el presente y esto podría reducir los síntomas de estrés y ansiedad. Así lo confirman investigaciones como la publicada en 2016 en la revista Women & Health: una terapia de escucha de música durante dos semanas puede reducir síntomas de estrés y ansiedad. Así, tocar un instrumento durante un período de tiempo podría serlo también.
De acuerdo al estilo musical que deseemos interpretar en el momento, podremos potenciar nuestro bienestar. En este sentido, tocar un instrumento nos permite encontrar placer en la música y, en cierta forma, reponer energía mental. Y dado que tenemos una amplia variedad a nuestra disposición, no hay excusa que valga a la hora de decidirnos a tocar una pieza.
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5. Potencia nuestra imaginación
Las posibilidades para hacer diferentes tipos de música son infinitas. La historia de la música deja patente los innumerables maestros de la creación musical y sus diferentes estilos. Aprender a tocar un instrumento musical además nos abre la mente.
Con nuestro instrumento, podemos viajar en el tiempo al interpretar piezas de otras épocas, imaginar las futuras, recrear una situación ficticia en verso. Podemos interpretar música celta, medieval, renacentista, árabe, latina, griega, etcétera. Por lo tanto, no hay límites para la creatividad, y mucho menos cuando se trata de componer o tocar.
Con la música puedes dejar volar la imaginación hacia la raíz misma de tu propio ser. Desde ese lugar desconocido y sin pautas, podemos dejar que nazcan las melodías más emocionantes.
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Porflitt, F. I., & Rosas-Díaz, R. R. (2019). Behind the scene: cognitive benefits of playing a musical instrument. Executive functions, processing speed, fluid intelligence and divided attention/Detrás de la escena: beneficios cognitivos de tocar un instrumento musical. Funciones ejecutivas, velocidad de procesamiento, inteligencia fluida y atención dividida. Estudios de Psicología, 40(2), 464-490.
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Balbag, M. A., Pedersen, N. L., & Gatz, M. (2014). Playing a musical instrument as a protective factor against dementia and cognitive impairment: A population-based twin study. International Journal of Alzheimer’s Disease, 2014.
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