5 grandes beneficios de vivir en una casa campestre

Tomar las riendas de nuestra propia vida, realizando elecciones acerca de cómo queremos vivir, si en la ciudad o en el campo, es algo que puede beneficiarnos en gran medida a largo plazo. Como explica Jordan Peterson, debemos responsabilizarnos por nuestro propio bienestar y no dejar nunca los deseos en el aire, ni aplazar lo que nos pueda hacer bien.
5 grandes beneficios de vivir en una casa campestre
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 06 julio, 2023

¿Alguna vez has pensado en cuáles pueden ser los beneficios de vivir en una casa campestre, rodeado de naturaleza y llevando un ritmo de vida más pausado y significativo? A menudo, el ritmo de vida actual nos hace sentir desbordados y descontentos. El ruido, el desorden, el agite, las exigencias y muchos otros factores hacen que perdamos la conexión con nuestro interior y que perdamos nuestro rumbo.

En estos casos, hay quienes se plantean hacer una pausa, dejar la vida de la ciudad  e irse a vivir un tiempo a una casa campestre.

Beneficios de vivir en una casa campestre

1. Mayor flexibilidad

Vivir en una casa campestre supone llevar un estilo de vida distinto. Y aunque esto pueda sonar un tanto obvio, es posible que no nos demos cuenta realmente de los beneficios que conlleva.

Hacer un cambio en la rutina y tener la oportunidad de vivir en un entorno más calmado puede ayudarnos a sentirnos mejor, a ser más flexibles con nosotros mismos y a dejar atrás la sobrecarga de estímulos a las que estábamos expuestos.

Mudarse al campo, en cierta medida, supone un reto, puesto que se debe adaptar el estilo de vida a un día a día completamente distinto. Pero como bien dice el dicho: todo cambio trae sus cosas buenas.

2. Encontrarse a uno mismo

¿De qué sirve una vida dedicada a actividades que no nos hacen felices? A menudo se está tan volcado en el trabajo que uno puede olvidar sus propios cuidados.

Profesionales en la materia han podido demostrar como vivir en una casa campestre, en cierto modo, obliga a frenar. Muchas personas aprenden a tener más calma y prestar más atención a factores como el cuidado personal o la familia entre otros.  

El hecho de contar con un espacio y un entorno que favorezca el descubrimiento propio es necesario para poder desenvolverse sanamente como persona. También para poder gozar de una buena calidad de vida.

En este sentido, una casa campestre puede aportar paz, tranquilidad y ayudar a desarrollar más la inteligencia emocional.

3. Mejorar la alimentación

Las fuentes principales de vitamina K son los vegetales.
Las fuentes principales de vitamina K son los vegetales.

Optar por la vida campestre puede invitar a la persona a alimentarse con cultivos propios. O bien con los productos de pequeños agricultores vecinos. Y esta alimentación natural puede ser mucho más saludable que la comida chatarra que suele consumirse, al llevar un ritmo acelerado de vida, en la ciudad.

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4. Mejorar la calidad de vida

Generalmente, las zonas alejadas de la ciudad gozan de una mayor calidad de aire, puesto que no suelen estar expuestas a los problemas de contaminación ambiental.

Por lo tanto, el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias es inferior. De este modo, las casas campestres son lugares ideales para vivir con niños, puesto que crecerán en un ambiente más sano y natural.

Por otro lado, son un lugar ideal para hacer deportes al aire libre. Además, hay menos tráfico y menos peligros propios de las ciudades. Vivir cerca de la naturaleza implica también una menor contaminación electromagnética y lumínica. Así como un gran silencio, acompañado de los sonidos de la naturaleza.

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5. Menos estrés

Al principio puede conllevar cierto esfuerzo adaptarse a la vida en una casa campestre. Esto puede suceder porque en muchas ocasiones se sufre dependencia a la sobreestimulación de la ciudad. No obstante, al poco tiempo se suele notar un cambio muy positivo.

En este sentido, el estrés y la ansiedad disminuirán con rapidez. También veremos como la energía física aumenta. Esto se debe a poder descansar mejor en este tipo de vivienda. Y, además, se disfruta de una mayor privacidad.

6. Disfrute al aire libre

El jogging es una buena forma de cuidar tu corazón.

Es más probable que desarrolles un gusto por las actividades al aire libre viviendo en el campo que en la ciudad y esto, sin duda alguna, te puede brindar varios beneficios a nivel físico y mental.

Estar al aire libre tiene un efecto antiestrés, combate la depresión y la ansiedad, disminuye la sensación de fatiga, ayuda a mejorar la memoria (a corto plazo), favorece la concentración, ayuda a mejorar el rendimiento académico y reduce los riesgos derivados del sedentarismo.

Otro tipo de vida, con muchos beneficios

Además de los beneficios que te hemos comentado aquí, si te vas a vivir al campo comprobarás que el ritmo de vida de allí te puede ofrecer muchos otros beneficios. La cuestión está en cómo te adaptes y qué tanto decidas disfrutar de tu nuevo entorno.

Ten en cuenta que vivir en el campo no tiene por qué ser sinónimo de aislarte o de dejar atrás ciertas actividades que te gustaban, sino de descubrir nuevas y reorganizar tus prioridades para sentirte mejor en general.


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