Benzocaína: qué es y cómo actúa

La benzocaína es un anestésico local que se utiliza frente afecciones bucales y de garganta. Actúa bloqueando la transmisión de los impulsos nerviosos.

Revisado y aprobado por el biotecnólogo Alejandro Duarte.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

La benzocaína es un anestésico local para aliviar ciertos tipos de dolor. Tiene diversas presentaciones y cada una de ellas se utiliza en situaciones muy concretas.

Generalmente se utiliza frente a las úlceras cutáneas o para aliviar diversas afecciones bucales o de garganta. Y según los expertos, este medicamento brinda “un alivio temporal, no causal, del dolor y de la irritación de la garganta”.

¿Te gustaría saber más sobre este medicamento, lo que hace en el organismo y otros aspectos interesantes? En ese caso, sigue leyendo todo lo que vamos a comentarte a continuación.

Sobre el dolor y los medicamentos para tratarlo

Antes de saber más sobre la benzocaína, es importante repasar un par de detalles en torno a qué es el dolor y cómo abordarlo adecuadamente.

El dolor es una manera que tiene el organismo de indicar que algo no funciona como debería. Por eso aparece en casos de enfermedad, golpes, cortaduras y otros problemas de salud.

Para calmar el dolor existen dos grupos de medicamentos: los analgésicos y los anestésicos.

• Los analgésicos se encargan de impedir la transmisión del impulso nervioso, insensibilizando la zona y haciendo que el dolor no se perciba.
• Los anestésicos bloquean por completo el dolor, bien sea en estado de consciencia o de sueño.

Es importante señalar que no existe ningún anestésico que pueda usarse indistintamente, por ello, la automedicación no es recomendable. Ha de ser siempre el médico quien recete los medicamentos a sus pacientes y el tipo de tratamiento que deben seguir.

Uso de la benzocaína

La benzocaína ejerce su acción al bloquear la transmisión de los impulsos nerviosos. El mecanismo a través del cual consiguen este efecto es mediante el bloqueo de canales de sodio.

Está está indicada para la anestesia local de la boca antes de una operación quirúrgica o en  intervenciones dentales. También se utiliza frente a pequeños cortes, rozaduras, quemaduras solares o dolores musculares.

Además, se usa en forma de pastillas para disolver en la boca para anestesiar pequeñas heridas bucales, como las aftas. Se absorbe lentamente, iniciando su acción de inmediato y durando en torno a los 10-15 minutos.

Su acción sobre el corazón hace que estos medicamentos se utilicen también para las arritmias cardíacas, ya que los anestésicos locales pueden deprimir la musculatura cardíaca.

Por todo lo anterior, existen numerosas presentaciones de la benzocaína, tanto en forma de esprays, pastillas, supositorios, soluciones e incluso en forma de geles para las encías o gotas de aplicación óptica.

 Efectos adversos de la benzocaína

La mayoría de los anestésicos locales tienen gran eficacia y son usados en la práctica ordinaria. No obstante, hay que usarlos con mucha precaución, según las indicaciones del médico, pues de lo contrario, se podrían experimentar reacciones adversas en algunos casos.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los anestésicos locales originan tanto efectos estimulantes como depresores del sistema nervioso central. A concentraciones bajas, predominan los depresores, pero cuando aumentan se incrementan los estimulantes, que puede producir inquietud o temblor.

En general, son menos frecuentes son las reacciones de hipersensibilidad, que pueden desembocar en la aparición de dermatitis alérgica.

La benzocaína debe usarse con mucho cuidado en niños ya que puede producir metahemoglobinemia, una reacción adversa que puede ser mortal en algunos casos. De hecho, está totalmente contraindicada en menores de dos años de edad, dado el riesgo que supone para su salud.

Nuevas perspectivas de uso para los anestésicos locales

El bloqueo de los canales de sodio que producen los analgésicos puede convertirse en el futuro en una estrategia terapéutica frente a otras patologías como la epilepsia, enfermedades degenerativas o el ictus.

Por ello, se sigue investigando el potencial de la benzocaína y muchos otros medicamentos, con el objetivo de mejorar los tratamientos existentes y, por supuesto, mejorar la calidad de vida de los pacientes.