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Cambio de armario sin estrés, 12 claves para organizar tu ropa de forma práctica

9 minutos
Las perchas blancas son un accesorio tendencia a la hora de hacer esta tarea, porque dan un aspecto prolijo y la sensación de amplitud en el armario.
Cambio de armario sin estrés, 12 claves para organizar tu ropa de forma práctica
Escrito por Daniela Bernal
Última actualización: 28 junio, 2025

El clima no es el mismo durante todo el año y, teniendo en cuenta esto, deberíamos hacer el cambio de armario. Esta tarea —de guardar la ropa fresca en el clima frío y la más abrigada en el calor— contribuye a ahorrarte tiempo en la elección de la ropa, ya que tendrás a la mano las prendas adecuadas para adaptarte a la temperatura y clima exterior. Además, ayuda a aprovechar de forma más eficiente tu espacio de almacenaje.

Si sientes que llegó el momento de cambiar tu armario, bien sea porque viene una nueva temporada, mudanza o tan solo por limpieza; pero no tienes idea de por dónde comenzar, te daremos algunos tips sencillos para que lo lleves a cabo. ¡Busca papel y lápiz!

1. Identifica cuándo hacer un cambio de armario

Muchos tienen la duda de cuándo es el momento adecuado para llevar a cabo esta tarea. Lo ideal es hacerlo dos veces al año: una al comenzar la primavera, en donde guardarás la ropa abrigada y cálida del invierno; y la otra al finalizar el verano o principios de otoño. Allí, la que almacenarás será la ropa ligera que usaste en el verano.

Hay algunas personas que hacen más cambios de armario a lo largo del año, pero esto queda muy a gusto personal.

2. Planifica el día

Ya teniendo en claro la cantidad de veces al año que deberías hacer el cambio de armario, lo siguiente es planificar un día para ponerte manos a la obra. Ten en cuenta que no es una actividad tan rápida y que necesitarás una mañana o tarde completa para llevarla a cabo.

Lo más conveniente es hacerlo todo en un mismo día, para que no tengas el desorden en la habitación por varios días o te dé pereza terminar. Y sin prisas; así podrás detallar tus prendas y organizarlas en el armario con calma.

3. Limpia la habitación

Un paso previo que te recomendamos antes de entrar de lleno con el cambio de armario, es limpiar tu habitación. Hay dos motivos detrás de ello: el primero es que tendrás el espacio despejado para poder colocar las cosas que vayas sacando del closet, y el segundo tiene que ver con tu bienestar psicológico.

Como señalan los expertos, el desorden tiene un impacto psicológico negativo en el bienestar, ya que aumenta el estrés. Si bien es cierto que con el cambio de armario creas desorden, reduces este si haces la limpieza previa, y con él la sensación de agobio que podría llevarte a desistir de la tarea.

4. Reúne los implementos

Para hacer el cambio de armario necesitarás implementos de limpieza, como lanillas de microfibra, jabón suave y una aspiradora (si la tienes). También requerirás de algún elemento para alejar a las polillas. Por ejemplo, la naftalina o las bolsitas aromáticas con lavanda. Estas últimas son una gran alternativa, ya que alejarán a estos insectos y también le darán a tu ropa un fragante olor.

Desde el punto de vista de la organización, los implementos son variables y quedan muy a tu gusto. Las perchas, así como las bolsas herméticas y de tela, son un imperdible. Sin embargo, también puedes utilizar contenedores de plástico, cajones organizadores, separadores para cajones o zapateros con cremallera.

5. Usa ropa cómoda

Comienza colocándote una ropa cómoda para la labor, pueden ser unos leggings o shorts y una camiseta vieja, que no temas ensuciar. La idea es que te permitan libertad de movimientos, ya que vas a tener que agacharte o sentarte en el suelo en algunos momentos.

6. Vacía el armario y clasifica

Vas a sacar todo lo que tengas en el armario, incluyendo tus zapatos y accesorios, como bolsos, carteras, cinturones y bufandas. Mientras estás en la labor, es conveniente que clasifiques cada prenda que saques en una de las siguientes tres categorías. Esto te ayudará a evitar acumular ropa en el armario:

  • Guardar: aquí vas a colocar la ropa que te gusta y se quedará contigo, que guardarás para la siguiente estación.
  • Donar: en esta pila van a ir las prendas en buen estado que ya no te sirven, no te gustan mucho o que consideras que no te quedan bien. Lo ideal es que las des a una organización benéfica o a alguien que conozcas que las necesite.
  • Tirar: esta categoría comprende a la ropa que se va a ir de tu hogar. Si te preguntas ¿qué debes tirar de tu armario?, pues serían las prendas que están rotas o muy deterioradas, que ya no se pueden donar, así como también las prendas manchadas.
La técnica de la percha invertida es un truco que puede ayudarte a clasificar la ropa a futuro. En esta ocasión coloca todas las prendas con la percha al revés. Así, cuando hagas el siguiente cambio de armario, las que todavía permanezcan en esa posición, serán las que no has utilizado, pudiendo donarlas sin dudas ni remordimientos.

7. Lava la ropa

Luego de que tengas las prendas clasificadas, es conveniente que las laves, tanto las que vas a donar como las que conservarás. En este último caso, evitarás que puedan llegar a mancharse si las guardas sucias, o que generen olores que atraigan a insectos, como las polillas. De igual manera, si al sacar las prendas de la nueva estación notas olor a «guardado» o a humedad, también debes lavarlas antes de ordenarlas.

8. Guarda las prendas anteriores

El siguiente paso en el cambio de armario es almacenar la ropa que decidiste guardar para la siguiente temporada. Esta la puedes ubicar en el altillo del closet, en cajones organizadores con su tapa. En caso de que tu armario no posea altillo, podrás guardarla en el canapé de la cama, en el garaje o el maletero. Si vas por estos últimos lugares, lo ideal es usar un organizador plástico con su tapa.

Para las prendas muy voluminosas, como las chaquetas de plumas, utiliza bolsas de vacío para almacenarlas. Ellas te permiten extraer todo el aire de su interior, haciendo que ocupen menos espacio. Ahora, en la mayoría de la ropa funcionan bien las bolsas de tela, ya que son transpirables. Pero, en caso de prendas de un tejido muy delicado, puedes envolverlas en papel de seda, para mejor conservación.

9. Limpia el closet

Antes de colocar la ropa en el armario es necesario que lo limpies, y es que siempre le va a entrar algo de polvo. Haciendo esto evitas que se manche tu ropa y previenes plagas de polillas u otros insectos. Comienza aspirando el polvo en cada balda del armario. Si no posees aspiradora en casa, humedece un trapo y pásalo por la superficie.

Luego, con una lanilla de microfibra humedecida en agua jabonosa, vas a limpiar los estantes, así como las gavetas y puertas del armario, tanto en su interior como exterior. Después pasa un trapo seco. Si posees espejo en el interior del closet, puedes usar vinagre blanco para limpiarlo. Una vez que el armario esté limpio y seco, termina colocando el elemento antipolillas que te comentamos antes; puede ser en una balda o gaveta.

10. Acomoda la ropa

A la hora de acomodar la ropa en el armario, lo ideal es colgar en perchas las prendas que son propensas a arrugarse, como las camisas, los vestidos, las chaquetas, al igual que algunos pantalones y faldas. Te recomendamos utilizar perchas del mismo color, para darle una estética uniforme a tu armario, y colocar una prenda por percha, así no se ocultan unas con otras.

Con respecto a la ropa que es de telas que no se arrugan, como la deportiva, así como también los pijamas, shorts, ropa interior y algunas camisetas, puedes doblarlas de manera vertical o en archivo, como recomienda la experta Marie Kondo. Así ahorras espacio en los organizadores o cajones en donde los coloques y siempre las tendrás a la vista.

¿Cuántas prendas hay que tener en el armario?

No hay un número exacto de prendas para todas las personas. Como señala la asesora de imagen y marca personal, Annie Maya, puntos como el estilo de la persona, el espacio de armario que posees en casa y si sigues alguna tendencia o moda van a influir en la cantidad de prendas que deberías tener.

Por ejemplo, alguien que tenga un estilo de vestir ecléctico tiende a acumular más prendas, que alguien cuya vestimenta es sobria y minimalista, que utiliza menos y en su mayoría básicos.

11. Incluye a las prendas de entretiempo

Otro punto importante, a la hora de cambiar tu armario, es que no olvides agregar un par de prendas de entretiempo. Son ideales para esos días con clima variable, o donde todavía no entra de lleno el frío o el calor. Ejemplos de esta ropa son las chaquetas vaqueras y de cuero, jerséis ligeros, jeans o pantalones de lino.

12. Organiza los zapatos y accesorios

En el cambio de armario no todo se centra en la ropa, también necesitas organizar tus zapatos y accesorios. Para los primeros tienes varias opciones: hay armarios que ya vienen con zapatero incorporado, en cuyo caso puedes ponerlos allí. Pero si tu closet no lo tiene o te parece que así son más propensos al polvo, puedes ubicarlos en un zapatero plástico con cierre y colgarlo en una de las puertas del armario.

Otra opción es colocarlos en bolsas de tela que se cierran con cordones y ponerlos en el suelo del armario. En cuanto a los accesorios, pueden ir en cajones organizadores o cestas que se guindan en las puertas del closet. Queda a tu gusto y creatividad.

¡No olvides mantener la habitación organizada!

Una vez que completes el cambio de armario, es importante que trates de mantener la habitación organizada. Con pequeñas acciones diarias —como hacer tu cama tras levantarte, colocar la ropa sucia en una cesta o canasta dedicada para ello, así como guardar en el armario las chaquetas y accesorios tras usarlos— evitarás la desorganización.

Y esto es algo muy positivo, ya que —como te adelantamos arriba— el desorden puede afectar tu ánimo. En fin, ya sabes cómo hacer el cambio de armario, ahora solo te queda poner en práctica los tips y disfrutar de un closet ordenado y funcional.


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