Cambios en los senos y pezones: ¿cuándo es preocupante?

Los cambios en los senos y pezones son normales a lo largo de la vida. A veces, influye la edad; otras veces, las modificaciones hormonales. Lo analizamos.
Cambios en los senos y pezones: ¿cuándo es preocupante?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

Los cambios en los senos y pezones suelen ser motivo de preocupación para muchas mujeres. Un pequeño bulto o una modificación en el aspecto se asocian de inmediato con el cáncer, a pesar de que no siempre tengan algo que ver.

Es importante tener presente que no todos los cambios obedecen a una enfermedad maligna. Hay muchas condiciones y circunstancias benignas que provocan esas modificaciones: el envejecimiento, los cambios hormonales y el medio ambiente.

Igual de relevante es decir que los cambios en los senos y pezones tampoco se deben ignorar. ¿Cuándo son preocupantes? ¿En qué momento se debe consultar con el médico? Sobre esto hablaremos a continuación.

Hay cambios en los senos y pezones durante toda la vida

Los cambios en los senos y pezones se producen a lo largo de toda la vida. Forman parte del proceso natural de desarrollo de un ser humano.

Los conductos lácteos están desde que nacemos. Estos completarán su maduración algunos años más tarde.

La pubertad trae consigo una serie de modificaciones hormonales. En esta etapa, los senos se agrandan y las glándulas mamarias se desarrollan para estar en capacidad de producir leche. Los pezones y las areolas también crecen.

En general, los senos se desarrollan entre los 8 y los 13 años de las mujeres. Luego seguirán presentando cambios graduales hasta los 17 o 18 años. En algunas personas siguen creciendo hasta los 20.

Durante el embarazo también hay cambios en los senos y pezones. Ambos aumentan y los pezones se oscurecen.

Las variaciones de peso, así como los ciclos menstruales, también provocan modificaciones en los senos. El comienzo de la menopausia marca un nuevo hito, en el que otra vez se dan modificaciones importantes en el aspecto de senos y pezones.

Cambios en los senos

Los cambios en los senos y pezones se producen por muy diversos motivos. En el caso de los primeros, pueden variar de forma, tamaño y contextura. Algunos de los motivos habituales son los siguientes.

Ciclo menstrual

Es muy común que antes o después del periodo cambie la turgencia de los senos. Así mismo, que los mismos se vean inflamados. Esto se debe a la acumulación de líquidos en esa zona y es normal.

Dolor en el ciclo menstrual.
A veces, los dolores ováricos del ciclo se condicen con molestias en los senos al mismo tiempo.

Embarazo

El aumento de las glándulas mamarias durante el embarazo muchas veces lleva a que se sientan bultos en los senos. Sin embargo, esto es normal.

Durante la lactancia se puede producir una afección llamada mastitis. En ese caso, también se sienten bultos en los senos.

Inicio de la menopausia

Al comienzo de la menopausia hay grandes modificaciones hormonales que provocan cambios en los senos y pezones. No es raro que se sientan más bultos que antes y que haya dolor, pese a que no esté presente el periodo.

Terapia de reemplazo hormonal

El uso de hormonas durante la menopausia, bien sea a través de píldoras o de inyecciones, lleva a que los senos se vuelvan más densos. A veces, esto altera la interpretación de una mamografía y puede generar sospechas, aunque todo esté normal.

Posmenopausia

Tras la menopausia hay una gran caída en los niveles de hormonas. Esto conduce a la pérdida de volumen, forma y firmeza en los senos.

La textura es más suave y lo usual es que se vean caídos. Pueden aparecer bultos como quistes inofensivos en la mayoría de los casos. Sin embargo, ameritan una consulta.

¿Cuándo preocuparse por los cambios en los senos?

Así como hay cambios en los senos que son normales, también hay otros que son señales de problemas de salud. Hay que estar muy atentos a las modificaciones repentinas.

¿Cuándo preocuparse? Las siguientes son señales de que algo no anda bien:

  • Masa sólida en el seno o la axila. Hay que tener especial cuidado con los bultos redondos, lisos o los que son muy grandes y se mueven con facilidad debajo de la piel. Un crecimiento de estos siempre amerita una consulta médica.
  • Seno enrojecido o con escamas en la piel.
  • Engrosamiento de la piel del seno.
  • Hoyuelos o piel con abolladuras, como una naranja.
  • Dolor recurrente sin motivo aparente.

Cambios en los pezones

Los pezones también sufren modificaciones durante el embarazo y la lactancia, y en razón de la edad. En todos esos casos son variaciones normales.

Así mismo, las cirugías o las modificaciones en el peso hacen que los pezones se vean diferentes. También incide el ciclo menstrual.

Algunas de las modificaciones naturales son las siguientes:

  • Cambios en el color: es normal que se oscurezcan un poco por el embarazo, la lactancia y la menopausia. Vuelven al color original cuando terminan esos procesos.
  • Tamaño variable: los pezones cambian de tamaño por factores como la pubertad, el embarazo, la lactancia o el ciclo menstrual.

El eccema puede cambiar la textura de la areola. Esta es una erupción cutánea que puede tratarse sin problemas mayores.

No es común que haya secreciones, pero estas tampoco son una señal de alarma por sí mismas. Suelen ser benignas si fluyen por ambos pezones al apretarlos. También durante el embarazo y en ciertas etapas del ciclo menstrual.

¿Cuándo preocuparse por los cambios en los pezones?

Los cambios en los senos y pezones siempre deben observarse muy bien. A veces, la diferencia entre una modificación normal y una patológica no es tan evidente. Si hay dudas, lo mejor es consultar con el médico.

Dicho esto, conviene prestar mucha atención cuando se presenta lo siguiente:

  • Hay vello en la areola.
  • Aparecen ulceraciones.
  • Se engrosa la piel del pezón.
  • El pezón se vuelve de color rojo o morado.
  • Hay cambios en el color con picor o secreciones.
  • La textura de la piel del pezón se asemeja a una naranja.
  • Hay enrojecimiento en la areola o sensación de calor en la zona.
  • Los pezones que sobresalían, se aplanan de repente.
  • El pezón secreta fluidos de manera espontánea.
  • Hay picor recurrente en el pezón o la areola.
  • El pezón presenta sensibilidad persistente.
  • Hay pezón invertido de un solo lado.
Revisación médica por cambios en los senos y pezones.
Los motivos de consulta son variados. Ante la duda, siempre es mejor concretar una cita con un profesional de la salud.


El rol de la mamografía

En la actualidad, se dispone de diferentes tratamientos para los problemas de las mamas, incluyendo el mismo cáncer. Es muy importante que el diagnóstico sea temprano. Por eso, si hay cambios en los senos y pezones que resultan significativos, se debe consultar.

Lo más recomendable es que las mujeres se hagan una mamografía cada 2 años desde los 45 años hasta los 55. A partir de esa edad, el examen es cada 2 años. De todos modos, si hay cambios que despierten dudas, es probable que esta prueba se haga con mayor frecuencia o antes de los 45.


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