¿Comerías carne de pollo crecida en laboratorio? Así fue creada

Sabe a pollo, parece pollo, pero no es pollo. Es un producto de laboratorio, con las mismas propiedades. Mejor sigue leyendo y te contamos más.
¿Comerías carne de pollo crecida en laboratorio? Así fue creada
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 27 julio, 2023

En fechas recientes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ( FDA, por sus siglas en inglés), autorizó en todo el territorio del país la distribución y venta de carne de pollo crecida en laboratorio. Está hecha a partir de células de animales. A continuación, te contamos de qué se trata, cómo se crea este tipo de proteínas y cuáles serían sus posibles beneficios.

Ya a la venta: carne de pollo crecida en laboratorio

A finales de 2020, Singapur se convirtió en el país pionero en aprobar la comercialización y consumo de carne de pollo crecida en laboratorio, como se le dice de manera común. Aunque varias empresas norteamericanas emergentes en el ramo de la tecnología de alimentos, como Upside Foods y Good Meats, ya habían estado realizando investigación con respecto al tema, desde el año 2011.

Por su parte, en noviembre de 2022, la FDA emitió un comunicado en el que informaban que, tras la primera consulta previa, no tenían más preguntas sobre la seguridad de la producción de un alimento para humanos, elaborado a partir de células animales cultivadas.

En la actualidad, el tema se ha vuelto viral, ya que en fechas recientes (junio de 2023), por primera vez en la historia, la FDA autoriza la comercialización, en los Estados Unidos, de tales productos cárnicos creados en laboratorio. Así que, a partir de ahora, las empresas mencionadas tienen el visto bueno para colocar sus productos en los supermercados y en restaurantes, una vez que el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) también haya inspeccionado sus instalaciones.

Por lo pronto, se espera que otros países sigan los mismos pasos. Se piensa que será la revolución alimentaria del siglo XXI: carne de pollo generada en laboratorio.



¿Cómo se produce la carne de pollo en el laboratorio?

Es importante aclarar que la carne de pollo crecida en laboratorio, no es un sucedáneo o sustituto a base de plantas, de ciertas alternativas vegetales, como la proteína de soja y otros productos similares.

Ahora bien, para llevar a cabo el proceso de producción, tienen lugar los siguientes pasos:

  1. Primero, se extraen las células madre; esto puede hacerse a partir de un óvulo fecundado o un animal vivo. En este caso, pueden ser las plumas de un pollo.
  2. Por supuesto, debe tratarse de un ejemplar saludable, que haya sido seleccionado con anterioridad para servir a tales fines.
  3. Con esto se genera un banco celular, que puede ser conservado durante varios años, incluso décadas.
  4. Dichas células son almacenadas en un tanque de acero (un biorreactor), donde se mantienen a una temperatura estable, que permita su crecimiento.
  5. Las células son alimentadas usando un suero que contiene nutrientes vegetales, similares a los que comería un animal vivo; incluye agua, carbohidratos, lípidos, aminoácidos, así como diversas vitaminas y minerales.
  6. Las células se replican o multiplican, hasta que se produce una estructura, como un tejido, con fibras musculares y células grasas, cuya consistencia es similar a la de la carne real.
  7. Algunas semanas después, ya el producto resultante está listo, por lo que se extrae y se le da la forma de filetes o palitos.

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¿Cuáles son las ventajas del pollo de laboratorio?

Las empresas que procesan carne de pollo creada en el laboratorio aseguran que su producción, comercialización y consumo tiene algunas ventajas; a saber:

  • Se respeta la vida animal, aunque esto, aún, no es argumento válido para su inclusión en dietas vegetarianas y veganas. Por lo que las personas que siguen estas tendencias no desearán probarla.
  • Se considera que, en el proceso de producción, se puede controlar la contaminación con salmonela o estafilococos, y los riesgos de enfermedades, como influenza aviar; así como reducir la incidencia de alergia al pollo.
  • Es amigable con el medio ambiente, sin los perjuicios asociados a la ganadería y avicultura, pues genera menos contaminación y emisiones de CO2.
  • Se asegura que ayudará a desarrollar una industria alimentaria más sostenible, pues se reduce el consumo de agua, racionalizando el uso de suelos y otros recursos, incluso de energía; aunque no se han realizado estudios exhaustivos que sustenten tal afirmación.
  • Por consiguiente, se considera que se puede reducir el coste de producción, ya que la carne de pollo crecida en laboratorio resultaría una alternativa más económica y accesible.
  • Representa un potencial económico, puesto que es un mercado mundial que mueve más de 2000 millones de dólares (liderado por Israel y EEUU); y se espera que siga creciendo.
  • También es una potencial alternativa para la alimentación de las mascotas; de hecho, ya hay empresas emergentes creando proteínas a partir de la fermentación microbiana, para tales fines.
  • A diferencia de los sustitutos vegetales, que solo imitan el sabor de la carne, la carne de pollo de laboratorio contiene proteínas animales y aminoácidos esenciales, además de ser una fuente de minerales.

Posibles riesgos y efectos secundarios

En cuanto a los posibles riesgos y efectos secundarios, aún es muy pronto para decir algo al respecto. Sin embargo, en una investigación, realizada en Francia, se pone en duda que en este proceso se puedan obtener hormonas y factores de crecimiento, así como otros compuestos, que en los animales se producen de manera natural.

¿Comerías carne de pollo crecida en laboratorio?

La opinión pública se encuentra dividida con respecto a este pollo de laboratorio aprobado en Estados Unidos. Muchas personas, de buenas a primeras, manifiestan perplejidad y hasta rechazo.

Aunque en otras ha ganado la curiosidad. Y es que, según una encuesta hecha por AINIA (Centro Tecnológico Industria Agroalimentaria), 63 % de los consumidores piensa que probaría carne cultivada y otro 46 % dice que la compraría.

Quienes han consumido este producto, aseguran que no difiere en demasía de una carne que provenga de un ave de corral. Incluso, especifican que es más parecida al muslo que a una milanesa.

Y tú, ¿alguna vez te imaginaste que podría existir carne de pollo crecida en laboratorio? Y ahora que sabes que existe, ¿cómo crees que es su sabor? Más aún, ¿te atreverías a comerla? De ser así, buen provecho.


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