Logo image
Logo image

Clamidia durante el embarazo: todo lo que debes saber

4 minutos
El contagio de clamidia durante el embarazo acarrea una serie de riesgos tanto para la madre como para el feto. Por suerte, si se detecta de manera oportuna hay grandes probabilidades de tener éxito con su tratamiento.
Clamidia durante el embarazo: todo lo que debes saber
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez

Última actualización: 06 julio, 2023

La clamidia durante el embarazo representa una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en todo el mundo. Aunque se puede desarrollar en cualquier etapa, la aparición de la clamidida en la gestación es un motivo de preocupación, sobre todo por los riesgos que acarrea sobre el bebé.

En ocasiones estas enfermedades pasan desapercibidas en la mujer, pero inciden de forma negativa sobre su fertilidad. Además, puede originarse durante el embarazo, ya que estar en este estado no protege contra ninguna infección.

Debido a eso es muy importante acudir a las revisiones médicas regulares y verificar que la pareja no está infectada con clamidia o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual (ETS). De hecho, para no correr riesgos, lo mejor es usar anticonceptivos de barrera al tener sexo.

¿Te preocupa la clamidia durante el embarazo? Sabemos que el tema causa muchas dudas en las mujeres gestantes, por tal razón, a continuación, queremos repasar los aspectos más relevantes de la enfermedad y sus respectivos tratamientos.

¿Qué es la clamidia?

La clamidia es una infección bacteriana que se transmite a través de los fluidos durante las relaciones sexuales genitales, orales o anales. Está causada por la bacteria Chlamydia trachomatisque se puede combatir con el uso de algunos antibióticos.

Leer también: ¿Cuáles son los métodos anticonceptivos que más se utilizan?

A menudo infecta el pene y la vagina, pero también se puede propagar hacia el cuello uterino, uretra, ano y garganta. Si bien se puede desarrollar de manera asintomática, a futuro incide en la aparición de problemas graves como la infertilidad y enfermedad inflamatoria pélvica.

Some figure
La clamidia es la infección bacteriana de carácter sexual más común en todo el mundo. Por variables fisiológicas es más frecuente en las mujeres.

Una mujer embarazada que sufre de clamidia requiere de una atención especial. Aunque no siempre se considera grave, hay riesgo de transmisión de la enfermedad al bebé durante el parto, además de poder desencadenar varias complicaciones en la gestación, como señala este artículo publicado en la Revista científica de investigación actualización del mundo de las ciencias.

Síntomas de la clamidia

La mayoría de los pacientes con clamidia ignora que tienen la enfermedad. Por eso, suelen ser focos de contaminación permanentes, lo que explica por qué se trata de una de las ETS más comunes del mundo. El enfermo puede no saber que está contaminado o no saber quién lo contaminó.

La infección se puede transmitir por vía sexual o de madre a hijo durante el parto. Por ello, es primordial lograr un diagnóstico oportuno, atendiendo cualquier señal que pueda servir como alerta. A continuación, teniendo en cuenta la información proporcionada por el Pierremont Endocrine Center, repasamos las más importantes:

  • Secreciones vaginales anormales.
  • Ardor al orinar.
  • Sangrado vaginal.
  • Dolor al mantener relaciones sexuales.
  • Dolor en la región pélvica.

¿Qué puede causar la clamidia durante el embarazo?

Las mujeres embarazadas deben someterse a una serie de chequeos médicos que permiten determinar si padecen algún tipo de enfermedad de transmisión sexual (ETS). Si la vida sexual sigue activa durante la gestación, es de gran importancia repetir estos exámenes de forma regular.

Some figure
Los bebés nacidos por vía vaginal de madres infectadas con clamidia pueden desarrollar conjuntivitis o neumonía.

La detección oportuna de la clamidia durante el embarazo puede mejorar el pronóstico, tanto para la madre como para el feto. De no ser así, ambos quedan expuestos a riesgos importantes. A continuación, citamos los más importantes:

  • Aumenta el riesgo de infección en el saco y líquido amniótico.
  • Mayor probabilidad de parto prematuro.
  • Ruptura prematura de las membranas.
  • Mayor susceptibilidad a otras enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo VIH/SIDA.
  • Riesgo de infección uterina después del parto.
  • Contagio de la bacteria al bebé.
  • Bebé con problemas de conjuntivitis o neumonía al contagiarse en el canal del parto.

Puede que te interese: 13 factores que pueden causar un parto prematuro

¿Cómo se trata la clamidia durante el embarazo?

La clamidia se trata de manera exitosa con el uso de antibióticos. En el caso de las mujeres gestantes, el médico es el encargado de evaluar cuáles son los medicamentos más seguros para la madre y el feto. A menudo sugiere uno que se toma en una sola dosis u otra presentación que se administra durante una semana.

 

Asimismo, es primordial que la pareja de la madre reciba el tratamiento. Luego, ambos se deben abstener de tener relaciones sexuales hasta una semana después de completar la medicación. Los antibióticos que más se utilizan son los macrólidos.

¿Cómo reducir el riesgo de clamidia durante el embarazo?

La mejor manera de evitar el contagio de clamidia durante el embarazo es tomando medidas preventivas antes de tener relaciones sexuales. Así pues, lo más adecuado es utilizar métodos de barrera como el preservativo y un protector dental en caso de sexo oral.

Otra medida importante es tener una pareja estable y que ambos se practiquen pruebas de ETS regulares. De hecho, si ambos planeáis tener un bebé, lo más conveniente es realizar estos exámenes antes de buscar el embarazo.

¿Tienes algún síntoma de clamidia o ETS y estás embarazada? No dudes en contárselo al médico lo antes posible. Aunque puede causar un poco de vergüenza, como toda infección de transmisión sexual, es primordial pedir ayuda para un tratamiento eficaz y apropiado.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.