El color de la sangre de tu menstruación revela tu salud
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
El color de la sangre de tu menstruación es un indicador de tu estado de salud. Dado que la sangre menstrual está compuesta por los desechos del organismo y en especial lípidos, proteínas, hormonas (entre ellas, la progesterona), células madre, agua, células muertas del endometrio y contaminantes orgánicos.
En otras palabras, la sangre de la menstruación reúne los desechos del estilo de vida que lleva la mujer. Desde los hábitos alimenticios, las actividades que se realizan a diario y los productos que utilizamos.
Pero, ¿qué tanto conoces tu ciclo? ¿Alguna vez has analizado el color? Tener el periodo resulta tan monótono que ya no tomamos casi en cuenta los detalles. Pero es importante preguntarnos: ¿Qué es lo que dice el color la sangre de la menstruación?
Hay tres aspectos clave que no debemos pasar por alto: abundancia, color y consistencia. ¿Qué es lo normal? ¿Cómo saber que no se trata de algo preocupante? ¿Es necesario comprobar todos los meses estos tres aspectos? A continuación, te contamos más al respecto.
Presta atención a la cantidad y la consistencia del sangrado
Hay menstruaciones que son muy escasas y otras abundantes, lo cual es completamente normal. Siempre y cuando sea constante. Pero si cambia repentinamente ¡cuidado! Si no estás consumiendo suficientes líquidos la sangre será escasa. Sin embargo, si el flujo es excesivo (menorragia) es posible que tengas problemas en algún órgano.
Cuando desechamos el flujo menstrual estamos arrojando energía que se almacena en el cuerpo. Si estás realizando actividades desgastantes el flujo será más líquido. Mientras que si generamos coágulos puede ser debido al estrés.
Se estima que el promedio de sangre perdida durante el ciclo es de 47.2 mililitros. Aun así, las mujeres con periodos abundantes pueden perder hasta 80 mililitros. Los expertos consideran la pérdida de más de 80 mililitros como anormal. Por regla general, la cantidad excretada se mantiene estable durante la mayoría de los ciclos.
Fíjate también en el color
En términos generales, esto depende del estado del hígado. Si el órgano no se encuentra debidamente hidratado o tiene elevadas temperaturas el color se modifica.
Color rosáceo
Habitualmente, este tipo de sangrado dura más de dos días. Si se presenta de forma regular, puede ser un signo de debilidad y bajas defensas.
Pero si, de pronto, el color de la sangre cambia y pasa a ser rosáceo, es posible que exista sea un síntoma temprano de embarazo. Esto se conoce como sangrado de implantación, aunque no todas las mujeres lo manifiestan. De no ser así, puedes estar atravesando por cambios hormonales o una infección.
Rojo intenso
El tono de flujo menstrual intenso quiere decir que acaba de ser arrojado. Tiene una consistencia ligera y es común en los periodos. Realmente no hay de qué preocuparse.
Rojo oscuro
Si el color de la sangre de tu menstruación tiene un toque púrpura y un aspecto seco, significa que el desecho es viejo. Por alguna razón, se quedó más tiempo en el útero y, al ser expulsado, tomó ese color. Por ello, al empezar el periodo puedes arrojar sangre de tu ciclo anterior.
Café oscuro
Este tono en el desecho vaginal es completamente regular siempre y cuando te encuentres al final de tu periodo. Las cantidad de flujo es muy poca. Se trata de los últimos residuos. Por lo general es el tejido del endometrio, el cual debe ser expulsado para su renovación.
Naranja
En ocasiones, es posible que la sangre que se encuentra en el cuello uterino se mezcle con la sangre menstrual. Por ello, vemos que se forma un desecho heterogéneo, en el que se distinguen rayas naranjas con rojas. Si el tono naranja es más fuerte, hay que acudir al ginecólogo pues es posible que haya infección.
En general, el color de la sangre menstrual depende de la velocidad de la descarga. Quienes tiene una descarga más lenta experimentarán un color más oscuro, y quienes tienen una descarga más rápida lo harán con un color más brillante. Como ya hemos indicado, los patrones son muy estables; de manera que son los cambios los que deben llamar tu atención.
Consejos para tener un buen ciclo
Recuerda mantener a diario una buena hidratación. Los expertos en salud y nutrición recomiendan beber agua en cantidad suficiente a lo largo del día, en función de la sed. No hace falta que bebas siempre dos litros de agua de forma obligatoria.
Se vale recurrir a infusiones calientes, ya que además de hidratarte, favorecen la circulación en la sangre, aumentan la frecuencia de micción y desinflaman la zona.
Adicionalmente, procura cuidar lo que comes y evitar los excesos. Ten presente que los cambios bruscos en la forma de comer alteran tus emociones y estado físico, incluyendo, el color de la sangre. Te recomendamos que consumas alimentos ricos en triptófano, tales como bananas, cereales, pan y arroz, puesto que ayudan a la producción de serotonina.
Asimismo, aléjate de la comida grasosa. La chatarra y la menstruación no son una buena combinación, pues son un detonante del estreñimiento y la reducción de estrógenos.
Otro aspecto que debes cuidar es el descanso. En este sentido, procura dormir lo suficiente cada día. Es importante descansar para reforzar las defensas, mejorar la digestión y haya un buen funcionamiento en el corazón.
Finalmente, no dejes de lado el ejercicio físico. Salir al aire libre ayuda liberar tensiones. Además, si realizamos actividad física fuera de casa o el gimnasio, el cuerpo liberará endorfinas que ayudarán a aliviar el dolor.
En caso de duda, consulta con el ginecólogo
El color de la sangre de tu menstruación es un detalle que no debes pasar por alto. Si bien sus cambios no siempre son la señal de algo grave, en ocasiones pueden ayudar a detectar infecciones o bajas en las defensas. Asimismo, es importante estar pendientes de otras características como la abundancia y consistencia.
Si hay anormalidades, lo mejor es solicitar atención médica o ginecológica para determinar a qué se debe. El profesional, a través de una serie de pruebas, puede identificar si los cambios en el sangrado menstrual tienen alguna causa subyacente.
Se estima que hasta el 30 % de las mujeres experimentan alteraciones en el volumen o en el patrón del flujo sanguíneo menstrual. Debido a ello, comparar patrones puede despertar en ti dudas o angustia. Lo mejor que puedes hacer es consultar con un profesional, él te dirá cuándo tu ciclo es normal y saludable y cuándo no lo es.
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