Aprende cómo hacer una esponja jabonosa para asearte mejor en la ducha
¿Te imaginas tener una esponja que no solo limpie tu piel, sino que también la deje suave y con un aroma fresco? ¡No hace falta salir a buscarla! Tienes la opción de hacerla en tu propio hogar con materiales básicos.
Estamos hablando de las esponjas enriquecidas con jabón, unas herramientas de aseo desechables que te brindarán múltiples beneficios. Sigue leyendo, porque te mostraremos su propósito, beneficios y una metodología práctica y económica para fabricarlas.
¿Qué es una esponja jabonosa?
Es un producto que combina la funcionalidad de una esponja con los beneficios del jabón. Diseñada para limpiar e hidratar la piel, brinda una experiencia de baño más conveniente. Al humedecerla, la esponja libera su suave espuma, lo que facilita una limpieza rápida.
Estas esponjas son útiles durante los viajes o en situaciones donde la comodidad es importante, pues fusionan dos elementos esenciales del baño en un único producto. Se encuentran, comercialmente, con distintas fragancias y composiciones.
También se utilizan en el ámbito sanitario, en pacientes que están postrados o tienen dificultades de movilidad. En ellos facilitan la higiene personal y previenen infecciones.
Por último, existen presentaciones comerciales adaptadas para la piel delicada de los bebés. Son muy suaves y respetan el pH de la epidermis.
¿Cómo hacer una esponja jabonosa en casa?
Ahora que ya sabes qué son las esponjas jabonosas, es momento de hacer la tuya. Elaborar una esponja con jabón en tu hogar es un proceso simple, fácil y divertido.
Ingredientes
- Agua destilada
- Esponja natural o sintética
- Jabón líquido de tu elección (puede ser hidratante, exfoliante, etc.)
- Aceites esenciales (opcional, para agregar aroma o propiedades adicionales)
Procedimiento
Con los materiales listos, es momento de hacer las esponjas jabonosas a tu gusto, ya sea que quieras darle forma de figuras, como te mostramos en el siguiente video, o prefieras el formato original. Sigue los pasos que te describimos a continuación.
1. Preparación de la solución jabonosa
- En un bol, mezcla el jabón líquido con agua destilada. La proporción dependerá de cuán concentrado desees el jabón en tu esponja.
- Si decides usar aceites esenciales, añade unas gotas al bol y mezcla bien. Le darán un aroma fresco y pueden tener propiedades adicionales.
2. Saturación de la esponja
- Sumerge la esponja en la solución jabonosa que preparaste.
- Asegúrate de que la esponja absorba la mezcla por completo, apretándola suave para que se impregne bien.
3. Secado
- Exprime la esponja para eliminar el exceso de solución de jabón.
- Deja que se seque al aire en un lugar fresco y seco. Puedes colgarla o colocarla sobre una toalla.
4. Almacenamiento
- Una vez que la esponja esté seca, guárdala en un recipiente hermético o en una bolsa de plástico con cierre. Esto ayudará a que mantenga su humedad por más tiempo.
¿Cómo usarla y conservarla?
Antes de su utilización, humedece la esponja que fabricaste para activar la espuma y masajea la piel con movimientos circulares. Al finalizar, enjuaga bien para eliminar cualquier residuo.
Para su conservación, exprime el exceso de agua y cuélgala en un área bien ventilada, evitando espacios húmedos que puedan dar sitio al crecimiento de moho o bacterias.
Si tienes pensado no usarla durante un periodo largo de tiempo, es recomendable guardarla en un sitio fresco y seco. Para los que buscan una buena conservación, una bolsa de plástico con cierre hermético puede ser la mejor alternativa.
No compartir tu esponja con otras personas podría evitar la propagación de microorganismos.
¿Qué beneficios tienen las esponjas jabonosas?
Usar una esponja jabonosa ofrece varios beneficios, tanto para la salud como para la belleza de la piel. Algunos de ellos son los siguientes:
- Facilidad de traslado: son excelentes compañeras para viajes.
- Hidratación: pueden ser hidratantes y nutrir, dependiendo de la composición del jabón que se emplee.
- Variedad de fragancias: tienes diferentes aromas para elegir, añadiendo una experiencia sensorial agradable.
- Exfoliación suave: algunas esponjas tienen una textura que ayuda a exfoliar la piel, eliminando células muertas.
- Practicidad: combina el jabón y la esponja en un solo producto, lo que agiliza el proceso de limpieza durante la ducha.
- Desechables: si usas una variante comercial, encontrarás algunas que están diseñadas para un solo empleo, lo cual resulta conveniente en situaciones donde no se puede lavar y secar la esponja.
- Economía: son más rentables a largo plazo, porque se emplea menos producto jabonoso por cada uso, en comparación con el jabón líquido o en barra. También, al utilizar la cantidad correcta de jabón, se evita el desperdicio de producto.
Mejora tu higiene personal y cuida tu piel
Cuando te das el lujo de crear tu propia esponja con jabón, no solo estás potenciando tu creatividad, sino que también estás elevando la calidad de tu rutina diaria de cuidado personal.
Es una opción sostenible y económica, ya que puedes aprovechar ingredientes naturales y reducir el empleo de envases. Más allá de la satisfacción de haber producido algo con tus propias manos, tu piel te lo agradecerá.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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