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¿Cómo lavar un abrigo o chaqueta de plumas en casa?

7 minutos
Cuando tu cazadora de plumas tiene solo unas manchas, bastará removerlas con agua, jabón suave y un paño. En cambio, si está muy sucia, deberás recurrir a otros métodos más profundos.
¿Cómo lavar un abrigo o chaqueta de plumas en casa?
Última actualización: 18 noviembre, 2024

De seguro tienes una chamarra de plumas que es tu compañero de aventuras, cuando se trata de senderismo o salir a pasear en otoño e invierno. Su fidelidad requiere que la cuidamos de forma adecuada, para prolongar su durabilidad y preservar su capacidad de brindar el mismo nivel de calidez.

Para ello, es necesario seguir las instrucciones del fabricante y evaluar cuándo se debe lavar a mano o a máquina, ya que hacerlo con mucha frecuencia puede dañar la prenda. De hecho, en algunos casos, la mejor decisión es solo quitar las manchas sin necesidad de un lavado total. Conoce múltiples formas de lavar y secar las cazadoras de plumas naturales o sintéticas, desde la comodidad de tu hogar, con técnicas que permitan quitar la suciedad sin dañar el relleno de tu abrigo.

1. Focalizar la limpieza en las zonas manchadas

La capa exterior de tu chaqueta rellena de plumas es impermeable y resistente, cualidades que facilitan su limpieza. Si solo tiene algunas manchas, lo mejor es limpiar las zonas afectadas por sudor o líquidos sin recurrir a un lavado completo. Así, puedes evitar que se desgaste más rápido.

Ingredientes y materiales

  • Agua
  • Vinagre
  • Jabón suave
  • 1 paño suave o un cepillo de dientes

Procedimiento

  1. Mezcla el jabón líquido suave con agua.
  2. Limpia con suavidad las zonas manchadas, con ayuda de un cepillo de dientes o de un paño. Durante este proceso, debes mantener la parte sucia alejada del aislamiento.
  3. Enjuaga las zonas limpiadas para impedir que el relleno del interior se humedezca.
  4. Deja secar la chaqueta al aire. Antes de guardar la chamarra, cerciórate de que esté totalmente seca.
En caso de que el abrigo tenga zonas con manchas muy difíciles de remover, como el cuello y los puños, lo ideal es rociar una solución de agua y vinagre en partes iguales. Después, debes frotar con un paño húmedo. 

2. Lavar a mano

Cuando te das cuenta de que tu chaqueta rellena de plumas necesita una limpieza profunda, pero sabes que es una prenda de ropa delicada, lavarla a mano puede ser la mejor decisión para que conserve su esponjosidad por más tiempo. Este método puede representar un desafío, debido a que las plumas son pesadas cuando se moja la chamarra, pero con algunos consejos es posible lograrlo.

Ingredientes y materiales

  • 1 recipiente amplio
  • 1 tina o fregadero amplio
  • Jabón suave o limpiador especializado para plumas

Procedimiento

  1. Asegúrate de que no haya algún objeto en los bolsillos. Después de esto, cierra todas las cremalleras y cierres mágicos o velcros.
  2. Vierte una pequeña cantidad de jabón suave o limpiador de plumas en una bañera con agua tibia.
  3. Introduce la chaqueta de plumas. Sumérgela y sácala varias veces para que absorba la espuma del producto. Déjala en remojo. En caso de que notes la presencia de suciedad en el exterior de la tela, límpialas con una esponja, sin ejercer mucha fuerza.
  4. Extrae la chaqueta de la bañera y presiona para sacarle el agua jabonosa. Llena un recipiente amplio con agua limpia, sumerge la prenda para eliminar los restos de jabón y después escurre. Enjuágala las veces que necesites hasta que esté limpia.
  5. Elimina toda el agua que puedas de la chaqueta. Ten presente que no debes retorcerla para evitar dañar la prenda.
  6. Antes de introducirla en la secadora, aplana las plumas si están amontonadas. Además, ten presente que las plumas son pesadas cuando están mojadas, por lo que debes mantenerla en posición horizontal para evitar daños en tu abrigo.
  7. Seca la prenda de acuerdo a las instrucciones del fabricante. Lo más frecuente es programar un secado a baja temperatura, acompañado de bolas de lana para secadoras.
Te aconsejamos combinar el secado al aire con el secado a máquina. El primero es más amigable con tu prenda y puedes hacerlo sobre un tendedero de forma horizontal; sin embargo, recurrir solo a este proceso podría demorar varios días y causar la aparición de moho u olores desagradables.

3. Lavar a máquina

Si no tienes tiempo para lavar a mano tu campera acolchada con plumas, puedes recurrir a una lavadora de carga frontal. La recomendación es no utilizar una máquina de carga superior, con agitador en el centro, debido a que pueden producirse enredos que dañen la prenda.

Para preservar tu abrigo, lo ideal es leer la etiqueta de cuidado y las instrucciones de uso del producto que emplearás para el lavado.

Ingrediente

  • Limpiador especializado para plumas o jabón suave

Procedimiento

  1. Enjuaga el dispensador del jabón de tu lavadora de carga frontal para eliminar la presencia de residuos y vierte el limpiador para plumón, de acuerdo a las indicaciones. No utilices blanqueador ni suavizante.
  2. Asegúrate de que los bolsillos estén vacíos y cierra las cremalleras.
  3. Introduce la chaqueta en la lavadora, acompañada de bolas de lana o de tenis para evitar que se apelmace y selecciona el ciclo delicado. Puedes escoger un ciclo de centrifugado adicional que ayude a eliminar la humedad en la prenda.
  4. Una vez que finalice el ciclo, saca la chaqueta de la lavadora.
  5. Por último, llévala hasta la secadora en posición horizontal para evitar que el peso de las plumas dañe la tela. Durante este proceso, puedes volver a añadir las bolas de lana o de tenis. Recuerda deshacer las aglomeraciones del plumón antes de iniciar el secado a temperatura baja, ya que el calor acelera el desgaste de la ropa.
Durante el secado, de una o dos horas, verifica que no se formen grumos. Si notas su presencia, deshazlos y vuelve a colocar la prenda en la secadora.

Claves para cuidar tu chaqueta rellena de plumas

Para evitar el desgaste prematuro o daños en la tela de tu abrigo, te recomendamos seguir algunos consejos. De esta manera, preservarás su capacidad para protegerte del frío y su ligereza. No pases por alto los siguientes tips:

  • No laves tu chaqueta con mucha frecuencia. El lavado a máquina, muy seguido, puede causar daños al revestimiento repelente al agua de tu abrigo. Para evitar esto, lo mejor es lavarla en una ocasión al final de la temporada.
  • Guarda la prenda de forma adecuada. Lo más recomendable es colgarla en un armario que sea ventilado para que respire. De hecho, podrías envolverla en una bolsa de tela para ropa. Además, antes de hacerlo, debes fijarte en que no hay humedad en la prenda, si la has lavado de forma reciente.
  • Desodoriza la prenda con luz solar o un vaporizador. Si quieres neutralizar algún aroma impregnado en tu chaqueta, puedes ventilarla al aire libre por una hora. Por otro lado, tienes la opción del vaporizador: con solo una pasada, podrás renovarla y eliminar olores, sin necesidad de exponerla al calor frecuente y prolongado.

Limpia, lava y desodoriza los abrigos de plumas en casa

Como has visto, el lavado de una chaqueta de plumas— una de las prendas de vestir en invierno más usadas— no es tarea difícil, tan solo requiere seguir algunas recomendaciones que garanticen su cuidado. Lo más recomendable para limpiar las zonas manchadas es usar un jabón suave o un limpiador especializado para chamarras de este tipo.

Recuerda que, para que no se apelmace la prenda, debes utilizar dos pelotas de tenis o de lana durante el lavado a máquina y el secado. Es importante programar este último proceso a baja temperatura y asegurarte de que no se formen grumos en la prenda.

Por último, no olvides que someter tu prenda al lavado y calor constante potencia el desgaste. Por ello, lo mejor es lavarla al final de temporada, pero si llega a presentar un olor que no es de tu agrado, tienes la opción de ventilarla al aire libre. Emplear estos consejos te permitirá disfrutar, por más tiempo, de tu cazadora sin tener que recurrir a tintorerías o métodos especializados.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.