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Cada cuánto y cómo limpiar el filtro del purificador de agua sin dañarlo

3 minutos
Hacer una limpieza frecuente de los filtros de tu purificador puede alargar su vida útil. Esta práctica se traduce en un ahorro en recambios.
Cada cuánto y cómo limpiar el filtro del purificador de agua sin dañarlo
Escrito por Daniela Bernal
Última actualización: 11 agosto, 2025

Los purificadores de agua son esenciales en hogares con agua dura o donde el suministro no es potable. Este dispositivo ayuda a eliminar sedimentos que podrían afectar la salud. Una duda frecuente sobre ellos es: ¿cuándo hay que limpiar sus filtros?

En general, lo ideal es hacerlo cada uno o dos meses, aunque esto puede variar de acuerdo al tipo de filtro que posea tu purificador y la calidad del agua en casa. Si notas que la presión del agua disminuye o que presenta un olor, sabor o color extraño en ella, son señales de que ha llegado el momento de limpiarlo. Te explicamos cómo hacerlo.

1. Desmonta el filtro

El primer paso para hacer la limpieza del filtro de agua en un purificador es sacarlo del equipo o sistema que tengas. Comienza cerrando la llave que lleva el agua al purificador y desconéctalo de la corriente, si es eléctrico.

En modelos pequeños, basta con desenroscar la carcasa del filtro a mano para acceder a él. Pero, en los sistemas de purificación grandes, necesitarás una llave para sacar la carcasa de cada filtro. Colócala alrededor de la base de la carcasa y gira para separarla del sistema. Eso sí, no olvides sostener la carcasa mientras haces esto, ya que podría caer y dañarse.

2. Limpia tu filtro

Lava la carcasa del filtro bajo el grifo, por dentro y por fuera, con una esponja o cepillo de cerdas suaves. Si está muy sucia, puedes usar jabón neutro. En cuanto al filtro, la limpieza varía de acuerdo a su tipo:

  • Cerámica. En ellos usa solo una esponja o cepillo de dientes viejo. Toma el filtro por el centro y no por la base, ya que la cerámica podría desprenderse y dañarse. Frota de forma suave y firme, bajo el grifo, hasta que lo notes más claro.
  • De sedimentos. Son los filtros que poseen una malla de nailon o propileno, y los limpias bajo el grifo, con una esponja suave. Si está muy sucio, sumérgelo en una mezcla de agua y vinagre, durante 30 minutos, para luego enjuagar con mucha agua.
  • Carbón activado. Este tipo de filtro se limpia solo con agua. Pero, en caso de que tenga mucha suciedad, usa un cepillo de cerdas suaves.

3. Seca y vuelve a armar

El siguiente paso es secar el filtro, para evitar la formación de bacterias o moho en tu sistema. Deja que seque de forma natural, sin exponerlo al sol o al calor, para después pasar un paño de microfibra —que no suelta pelusas— por su superficie.

En el caso de la carcasa, sécala con el paño, por dentro y por fuera. Ya listos, vas a volver a enroscarlos en tu purificador o sistema, prestando atención a que estén bien ajustados, para evitar fugas. Luego, abre la llave del agua y conecta a la corriente, si es necesario.

Recuerda que, aunque le des mantenimiento al filtro, ellos tienen una vida útil limitada. Los expertos indican que lo ideal es cambiarlos cada seis meses. Pero, esto puede pasar antes o después. En conclusión, si tras la limpieza la calidad del agua no mejora y el color del filtro no aclara ni un poco, lo mejor es sustituirlo.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.