Cómo reanimar a un bebé

Los bebés son susceptibles de sufrir accidentes que pongan en riesgo su vida. Conocer las técnicas de reanimación cardiopulmonar puede ser vital ante una situación que afecte la respiración y los latidos del corazón.
Cómo reanimar a un bebé
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Las técnicas para reanimar a un bebé responden a situaciones en las que nadie quiere verse envuelto, mucho menos con un hijo. No obstante, sin duda, saber cómo aplicar estos procedimientos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

La reanimación cardiopulmonar, o RCP, es un procedimiento de salvamento que se aplica cuando la respiración o los latidos del corazón han dejado de funcionar. El procedimiento aquí descrito no sustituye un entrenamiento en RCP.

Si eres padre o cuidas bebés, nunca estará demás asistir a un curso de entrenamiento sobre cómo reanimar a un bebé. Asimismo, el RCP que se aplica a un bebé cambia a medida que el niño crece.

¿Cuándo se necesita aplicar RCP?

Los bebés son exploradores natos. En ese interés por conocer el mundo que les rodea, pueden ser víctimas de accidentes que pongan en riesgo su vida.

Por eso es tan importante que los padres o cuidadores de bebés revisen y minimicen los factores de riesgo que hay alrededor del bebé. También hay que estar siempre atentos a sus movimientos.

En caso de un accidente, el tiempo es muy importante. Cuando un bebé está inconsciente y no está respirando, con solo 4 minutos sin oxígeno puede haber daño cerebral permanente y la muerte puede ocurrir de 4 a 6 minutos más tarde.

Es importante actuar con rapidez y mantener la calma.

Si un bebé empieza a hacer ruidos extraños o no hace ningún ruido, tiene arcadas o empieza a cambiar el color de la piel, se puede estar asfixiando. Hay que actuar con rapidez y conservando la calma para ser muy efectivos en las técnicas para reanimar a un bebé.

¿Qué puede ocasionar que el bebé deje de respirar o se pare su corazón?

  • Asfixia con objetos pequeños como botones, monedas, juguetes, entre otros, o con alimentos.
  • Una enfermedad pulmonar que se complica.
  • Una intoxicación con alimentos, medicinas o sustancias tóxicas.
  • Ahogamiento en el agua de una bañera o en una piscina.
  • Una descarga eléctrica.
  • Sangrado excesivo por una herida.
  • Traumatismo craneal u otra lesión grave por una caída.

¿Cuáles son los pasos para reanimar a un bebé?

1. Evalúa rápidamente la situación

Si tu bebé está tosiendo y no puede respirar, su piel cambia de color, debes ayudarlo a expulsar lo que obstaculiza el paso del aire. Toser es el mecanismo natural para eliminar la obstrucción.

Cuando el bebé está inconsciente, debes aplicar RCP para que recobre la respiración y el pulso. Pídele a alguien que llame a los servicios de emergencia de tu comunidad, mientras tú lo atiendes.

Si estás sola, no descuides al bebé por hacer la llamada. Primero aplica dos minutos de RCP y luego haz la llamada sin perder de vista al bebé. Todos estos procedimientos para reanimar a un bebé deben hacerse con sumo cuidado y suavidad.

2. Si tu bebé está consciente, ayúdalo a expulsar lo que lo asfixia

  • Ponlo boca arriba sobre tu antebrazo, con la misma mano sostén su cabeza y su cuello. Luego, coloca la otra mano y antebrazo encima del niño, de manera que quede en medio de tus antebrazos.
  • Con la otra mano, usa tus dedos pulgar e índice para sostener la mandíbula del bebé. Dale la vuelta y colócalo boca abajo, apoyado sobre tu otro antebrazo. Apoya el brazo que sostiene al bebé sobre tu muslo. La cabeza del bebé debe quedar por debajo de su pecho.
  • Con la mano libre, dale cinco golpes firmes entre sus omóplatos para tratar de que expulse el objeto. Sostén con firmeza su mandíbula, lo suficiente como para aguantar también su cabeza y nuca.

Otra técnica para que expulse lo que lo asficia

  • Si el bebé no expulsa el objeto, coloca tu mano libre (con la que le diste los golpes en la espalda) sobre su nuca y apoya ese brazo en la columna vertebral de tu bebé. Luego, dale la vuelta mientras mantienes tu otra mano y antebrazo sobre su pecho.
  • Después, con la mano que sostienes la cabeza, usa tus dedos pulgar e índice para sostener la mandíbula del bebé. Apoya el brazo que sostiene la espalda de tu bebé sobre tu muslo. Procura que la cabeza del bebé esté por debajo de su cuerpo.
  • A continuación, coloca las yemas de dos o tres dedos en el centro del pecho del bebé, a la altura de sus tetillas. Presiona el pecho tratando de que se comprima alrededor de 3 a 4 centímetros. Luego, libera la presión para que su pecho regrese a la posición normal, sin despegar tus dedos del esternón.
  • Realiza 5 compresiones pectorales, suaves, nunca bruscas. Repite el procedimiento: dale la vuelta y aplica 5 golpes en la espalda, luego repite las compresiones pectorales. Haz esto hasta que logres que el objeto salga o que tu bebé empiece a toser o respirar por si mismo.

3. Si tu bebé está inconsciente, aplica RCP

  • Verifica si está inconsciente. Para ello, grita su nombre, observa si su pecho se mueve e intenta escuchar su respiración.
  • Coloca al bebé cuidadosamente boca arriba en una superficie dura. Con una mano sostén la frente del bebé, inclinando la cabeza hacia atrás. Con la otra mano, aplica una presión en el pecho del bebé, que baje de 3 a 4 centímetros, y luego deja que el pecho se levante por completo.
  • Realiza 30 compresiones. Cuenta las compresiones de manera rápida y sin pausa (“y 1, y 2, y 3”, hasta llegar a 30).
  • Abre la vía respiratoria. Levanta la barbilla con una mano, al tiempo que empujas la cabeza hacia atrás con la otra mano sobre la frente.
  • Verifica si hay respiración. Para ello, pon el oído cerca de la nariz y boca del bebé, observa si el pecho se mueve y siente su respiración con tu mejilla.
  • Si el bebé no está respirando, cubre con tu boca, la boca y la nariz del bebé, o solo la nariz, y mantenlo con la boca cerrada. Da dos insuflaciones o exhalaciones, que deben durar un segundo y hacer que el pecho se levante.
  • Si el bebé sigue sin respirar, revisa si se ve qué es lo que obstruye las vías respiratorias. Solo si logras verlo, intenta extraerlo con tu dedo meñique. Repite las compresiones y las 2 respiraciones hasta que el bebé se recupere o llegue la ayuda.
La milia no suele requerir evaluación médica
Llamar a servicios de emergencias de tu localidad es muy importante, mientras más rápido se haga mucho mejor.

¿Qué otras precauciones hay que tener antes de aplicar un RCP?

Si existe la posibilidad de que haya una lesión en la columna, debes evitar torcer la cabeza y el cuello. Para intentar reanimar a un bebé, deberás moverlo con la ayuda de otra persona. Asimismo, si el bebé está sangrando, debes controlar primero la hemorragia antes de aplicar el RCP.

El bebé no debe quedarse solo si ha ocurrido un accidente. Llamar a servicios de emergencias de tu localidad es muy importante, mientras más rápido se haga mucho mejor. Sin embargo, si estás sola, recuerda: aplica los dos primeros minutos de RCP y luego haz la llamada sin descuidar al bebé.

En el caso de que haya un desfibrilador externo automático a la mano y listo para usarse, puedes prescindir de dar un RCP. Estas máquinas tienen unas almohadillas o paletas que se colocan sobre el pecho y revisan automáticamente el ritmo cardíaco.

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Así, darán un choque súbito si detectan que el corazón lo necesita para recobrar su ritmo. No obstante, debes asegurarte de que puede usarse en bebés. Hay que seguir las instrucciones de uso al pie de la letra para reanimar a un bebé.


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