¿Cómo saber si soy anorgásmica? 5 síntomas comunes

La ausencia del orgasmo en la mayoría de tus experiencias sexuales puede ser muy frustrante. Detectar si sufres anorgasmia femenina y entender qué te sucede es el primer paso para buscar la ayuda adecuada y disfrutar de una vida sexual plena.
¿Cómo saber si soy anorgásmica? 5 síntomas comunes
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 06 junio, 2024

Los orgasmos son sensaciones intensas de liberación y placer durante la estimulación sexual que pueden variar en magnitud, duración y frecuencia. Pero muchas mujeres tienen dificultades para alcanzar esta sensación. ¿Quieres saber si eres anorgásmica?

La anorgasmia femenina, también llamada disfunción orgásmica o trastorno orgásmico femenino (FOD), es una condición que ocurre cuando las mujeres tienen dificultades para alcanzar el orgasmo. La ausencia del clímax ocurre incluso a pesar de estar excitadas y recibir suficiente estimulación.

Este trastorno se define como la ausencia, retraso, infrecuencia o marcada disminución en la intensidad del orgasmo en más del 75 % de las experiencias sexuales, que persiste durante al menos 6 meses y causa angustia. Afecta hasta el 28 % de las mujeres en los Estados Unidos y hasta el 46 % en países de Asia.

¿Cuáles son los 5 síntomas de la anorgasmia femenina?

El síntoma principal de la anorgasmia es la incapacidad de alcanzar el clímax sexual en la mayoría de las experiencias sexuales. Sin embargo, este trastorno se manifiesta de diversas maneras y reconocer sus características te ayudará a buscar la ayuda adecuada.

Si te preguntas cómo saber si eres anorgásmica, aquí hay un listado de los cinco síntomas más comunes que te pueden orientar.

1. Incapacidad para alcanzar el orgasmo a pesar de recibir suficiente estimulación sexual y estar excitada

Este es el síntoma más característico de la anorgasmia. A pesar de experimentar una excitación adecuada y recibir la estimulación sexual suficiente, no se logra alcanzar el clímax.

Puede ocurrir durante las relaciones sexuales con una pareja o durante la masturbación.

2. Toma mucho tiempo alcanzar el orgasmo

A veces, las mujeres pueden llegar al orgasmo, pero lo hacen después de un período de estimulación mucho más largo de lo que consideran normal. Este retraso puede ser frustrante y requerir mucho esfuerzo, lo que afecta de manera negativa la experiencia sexual.

3. Los orgasmos ocurren con menos frecuencia de lo que desearías, a pesar de tener actividad sexual regular

Para algunas mujeres, los orgasmos pueden ser esporádicos. A pesar de participar en actividades sexuales con frecuencia, el clímax sucede de vez en cuando o mucho menos de lo que les gustaría.

4. Los orgasmos son menos intensos de lo que solían ser o de lo que te gustaría

La intensidad del clímax puede disminuir, haciendo que las sensaciones sean menos placenteras o satisfactorias. Un orgasmo que antes era potente y agradable puede volverse débil y menos gratificante.

5. Sientes frustración, tristeza o ansiedad por no poder alcanzar el orgasmo

La incapacidad para alcanzar el orgasmo a menudo viene acompañada de una carga emocional significativa. Sentimientos de frustración, tristeza o ansiedad son comunes entre las mujeres que experimentan anorgasmia.

Pueden surgir por la percepción de que algo anda mal, por la preocupación de no satisfacer a la pareja o por el impacto que tiene en la propia autoestima y bienestar. A su vez, este malestar emocional puede agravar la dificultad para alcanzar el orgasmo, creando un ciclo difícil de romper.



Responde estas preguntas para saber si eres anorgásmica

Puede que las cosas no hayan ido bien en la cama, últimamente. Responder estas preguntas con honestidad puede ayudarte a saber si eres anorgásmica y qué factores podrían estar contribuyendo a ello. Tómate un momento y analiza estas cuestiones:

  • ¿Te sientes cómoda y segura con tu pareja durante la actividad sexual?

La comodidad emocional y la conexión con la pareja son factores clave en la respuesta sexual y el logro del orgasmo.

Es importante evaluar si hay placer y excitación durante el acto sexual, aunque no culmines en un orgasmo.

  • ¿Llevas varios meses sin experimentar orgasmos en tus experiencias sexuales?

La infrecuencia o ausencia del clímax en casi todas las ocasiones de actividad sexual que persiste durante al menos 6 meses indicaría un problema.

  • ¿Has notado una falta de interés o deseo sexual? ¿Cómo afecta esto a tu capacidad para llegar al orgasmo?

Una baja libido puede influir en la capacidad de alcanzar el orgasmo.

Esto puede ayudarte a determinar si el problema es específico de la pareja o si es generalizado.

Algunos medicamentos y condiciones médicas, así como el estrés, pueden afectar la capacidad de alcanzar el orgasmo.

Si las respuestas sugieren que podrías tener anorgasmia, considera hablar con un profesional de la salud sexual o un terapeuta para explorar soluciones y estrategias de tratamiento.

Tipos de anorgasmia femenina

Hay cuatro tipos principales de disfunción orgásmica en las mujeres:

  • Primaria o de por vida: el trastorno está presente desde siempre y nunca has tenido un orgasmo.
  • Secundaria o adquirida: antes tenías orgasmos, pero ahora tienes dificultad para alcanzarlo.
  • Situacional: sólo puedes llegar al orgasmo en situaciones específicas, como durante el sexo oral o la masturbación.
  • General: incapacidad de alcanzar el orgasmo bajo cualquier circunstancia, incluso cuando estás muy excitada y la estimulación sexual es suficiente.
Los problemas con el orgasmo aumentan a medida que envejecemos, pero pueden afectar a personas de cualquier edad. 

Causas y factores que impiden el orgasmo

Saber por qué eres anorgásmica y determinar la causa subyacente de esta disfunción puede ser complicado. Múltiples factores físicos, emocionales o psicológicos pueden influir en la manera en que experimentas el placer. Veamos algunas de las causas y factores que pueden impedir el orgasmo.

Factores físicos y médicos

Algunas condiciones de salud pueden dificultar la llegada al clímax. Estas son las más comunes:

  • Menopausia
  • Edad avanzada
  • Condiciones médicas como la diabetes
  • Disfunción del suelo pélvico o traumatismo pélvico
  • Condiciones neurológicas como la esclerosis múltiple
  • Historial de cirugías ginecológicas como una histerectomía
  • Desequilibrios hormonales que pueden alterar la libido y la función sexual
  • Trastornos congénitos que afectan la estructura o función de los órganos sexuales
  • Complicaciones por cáncer o radioterapia que afectan los órganos reproductivos y su funcionamiento
  • Uso de ciertos medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) utilizados para tratar la depresión
  • Dolor durante las relaciones sexuales, como la dispareunia (dolor durante el coito) o el vaginismo (espasmos involuntarios de los músculos vaginales).

Factores emocionales y psicológicos

La mente es un factor poderoso a la hora del disfrute en la cama. Así, algunas situaciones psicológicas pueden afectar la llegada al orgasmo:



¿Cómo se diagnostica la disfunción orgásmica?

Al saber o creer que eres anorgásmica, lo ideal es programar una cita con tu ginecólogo. El profesional podrá valorar tu situación, diagnosticar el problema y proporcionarte un plan de tratamiento adecuado.

Obtener ayuda de tu médico es la mejor manera de volver a disfrutar de la actividad sexual.

Durante la consulta, el médico te hará preguntas sobre tu historial sexual y te realizará un examen físico. Además, puede solicitarte pruebas como ecografías o análisis de sangre para detectar afecciones hormonales o médicas subyacentes que podrían ser parte del problema.

Con esta información será más fácil determinar las causas de tu disfunción orgásmica y planificar un tratamiento adecuado.

¿Cómo se trata la anorgasmia en mujeres?

El tratamiento para la anorgasmia femenina depende del origen de la afección. Así, es posible que sea necesario combinar enfoques médicos, psicológicos y terapéuticos para abordar las diversas causas subyacentes que impiden el orgasmo.

Estos son algunos abordajes que pueden ser útiles:

  • Hacer terapia psicológica y sexual
  • Conocer mejor el propio cuerpo y lo que resulta placentero
  • Tratar enfermedades crónicas como la diabetes o la esclerosis múltiple
  • Mejorar la estimulación durante la masturbación y las relaciones sexuales
  • Resolver conflictos de pareja y mejorar la comunicación sobre las necesidades sexuales
  • Ajustar o cambiar medicamentos, sobre todo antidepresivos, que puedan afectar la función sexual
  • Introducir variedad y excitación en la vida sexual a través de juguetes o nuevos elementos eróticos
  • Realizar terapia hormonal con estrógenos para aumentar el deseo sexual y el flujo sanguíneo a los genitales
El tiempo para ver mejoras varía según la causa y el tratamiento: puede implicar desde semanas hasta varios meses.

Saber si eres anorgásmica para actuar

Saber que eres anorgásmica suele ser una noticia perturbadora y frustrante. Esta situación puede afectar tu autoestima y la intimidad con tu pareja.

Pero no te abrumes. No estás sola en esta situación: muchas mujeres experimentan disfunción orgásmica y buscan tratamiento. Pedir ayuda es el primer paso hacia tu recuperación y bienestar sexual.

Contacta a un profesional de la salud para obtener el apoyo que necesitas. Con la atención y orientación médica adecuada puedes hacer frente a este desafío y disfrutar de una vida sexual más plena.


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