Cómo vivir con serenidad

Para vivir con serenidad es importante que soltemos las emociones negativas que nos obstruyen y nos impiden vivir bien. Te damos algunas recomendaciones al respecto en el próximo artículo.
Cómo vivir con serenidad
Isbelia Esther Farías López

Revisado y aprobado por la filósofa Isbelia Esther Farías López.

Última actualización: 23 mayo, 2023

Todos anhelamos una existencia calmada, pero, ¿cómo vivir con serenidad en un clima que cada vez es más agitado y que requiere más de nosotros mismos?

Desde que salimos de casa llevamos con nosotros muchas preocupaciones. Una pesada mochila que, en ocasiones, es muy difícil soltar. ¿Te pasa a menudo? Si es así y si quieres vivir con serenidad, debes iniciar un autoanálisis y comenzar a detectar qué te perturba. ¿Y por dónde debes empezar? te preguntarás. Descuida, profundizaremos en ello a continuación.

Vivir con serenidad y felicidad es posible

Vivir con serenidad no es algo que puedas conseguir de un momento a otro sino más bien con la práctica regular y su respectiva interiorización. Poco a poco, te ayudará a hacer a un lado la angustia, la ansiedad o cualquier tipo de preocupación, cuidar mejor de ti mismo, y mantener tu bienestar.

Tomar un tiempo

Este deseo de vivir en calma se remonta a tiempos pasados ya que, durante el surgimiento de las llamadas “escuelas helenísticas”, este sentimiento estuvo asociado a la felicidad. Entonces, se creía que la persona sabia era aquella que aceptaba todas las circunstancias de la vida, ya que comprendía que de sus manos se escapaba la posibilidad de controlar los sucesos.

En efecto, cuando alguien desea mantener todo bajo control es cuando vive con más sufrimiento. Los estoicos consideraban necesario desprenderse de las cosas innecesarias antes que ser poseídos por ellas para comenzar así su camino hacia la felicidad, tal como ha quedado de manifiesto en esta investigación del Dr. Restrepo.

“El hombre no está preocupado tanto por problemas reales como por sus ansiedades imaginadas sobre los problemas reales”.

-Epicteto-

Tal como explica Ramiro Calle en su obra El libro de la serenidad, vivir con serenidad no se trata solo de hacerlo con ausencia de inquietud, sino de experimentar el sosiego y el bienestar interno aún cuando exista algún tipo de agitación. Dicho en otras palabras, se trata de no dejarse llevar enteramente por el malestar cada vez que surja algo.

Massino Pugliucci también indica que el estoicismo no consiste en ocultar las emociones, sino en reconocerlas y reflexionar sobre ellas para reconducirnos hacia nuestro propio bien.

Hoy en día, resulta aconsejable vivir haciendo de las máximas estoicas una filosofía práctica para nuestra cotidianidad. Pero, ¿cómo lograrlo?

Consejos para vivir con serenidad

Algunas de las recomendaciones para aprender a vivir con calma son las siguientes:

  • ¿Has detectado qué te angustia? Si no, trata de hacerlo. Así, cuando ese momento angustiante se esté acercando, podrás detenerlo en seguida.
  • Analízate. ¿Te has dado cuenta de cómo reaccionas ante diversas circunstancias? Tal vez seas de las personas reactivas que se alteran fácilmente. Mucha gente pierde la calma por cuestiones que son insignificantes. Si te analizas, podrás vivir focalizando tu atención únicamente a lo que te hace sentir bien.
  • Evita ser perfeccionista. Es posible padecer estrés crónico por tratar de hacerlo todo a la perfección. Algunas personas quieren ser perfectas en tareas que no tienen importancia y solo consiguen sentirse insatisfechas o agotadas.
  • Practica Mindfulness o meditación. Además de otras técnicas de relajación, tales como Pilates o yoga. Y si estas no son lo tuyo, dale la oportunidad a otras técnicas que sí se ajusten más a tu personalidad. Quizás la meditación no sea lo tuyo, pero hacer danzaterapia, sí.
Respiración profunda para mejorar la energía mental.
La respiración es clave en el estado de ánimo, por lo que puedes practicar formas de mejorarla.
  • Despeja tu mente. Pero hazlo ahora, suelta toda preocupación. Sabes que preocupándote por tonterías solo te causas daño y no resuelves nada.
  • Ten presente que tú eres la prioridad. Todo lo demás pude esperar. Es necesario que primero pienses en ti y luego te ocupes de otras cosas. Si no te sientes bien, tu rendimiento podría ser bajo y podrías experimentar agotamiento emocional.
  • Desecha las emociones negativas. Haz este ejercicio: ve y camina unos minutos e imagina que con cada paso vas desechando todas las emociones negativas. Al final, cuando hayas “soltado” todos esos sentimientos dañinos, te sentirás mucho mejor.
  • Práctica la gratitud. Cuanto más agradezcas, mejor te sentirás contigo mismo y con el mundo que te rodea.
  • Redefine la felicidad. Piensa qué significa la felicidad para ti. Te darás cuenta que tal vez necesitas volver a pensar acerca de este concepto que nada tiene que ver con bienes materiales. Simplemente, acepta las cosas como son.

Ponte metas realistas

Las tarjetas son variadas.
¡Piensa bien lo que vas a a escribir!

En ciertas ocasiones, también podemos perder la calma por imponernos metas difíciles o, en el peor de los casos, irreales. Lo más conveniente es reconocer que somos seres humanos y que algunas cosas se escapan de nuestras manos.

Por lo tanto, debemos gestionar el tiempo acorde a nuestras posibilidades. Asimismo, es un buen momento para reflexionar sobre cada una de nuestras creencias y ver cómo estas afectan y limitan nuestra forma de percibir el mundo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.