14 comportamientos rudos que debes evitar en el supermercado
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Entras al supermercado con la esperanza de hacer una compra rápida y tranquila. Al principio, te deleitas mirando las ofertas y los nuevos productos, disfrutando la experiencia de abastecerte. Sin embargo, a medida que avanzas por los pasillos, esa serenidad se ve reemplazada por una creciente irritación, debido a ciertos comportamientos rudos que te llevan a cuestionar la educación de otros compradores.
En algún momento de nuestras vidas, todos hemos sido testigos de actitudes groseras que pueden transformar una tarea rutinaria en una experiencia frustrante. En este artículo exploraremos 14 comportamientos comunes que se consideran rudos en el supermercado y cómo evitarlos para asegurar una experiencia más armoniosa y respetuosa.
El cambio empieza por uno mismo, ¡evita estos comportamientos rudos en el supermercado!
¿Cuántas veces has escuchado que el cambio empieza por uno mismo? A pesar de que pueda parecer un cliché, la verdad es que este popular dicho encierra una gran sabiduría. Si te encuentras insatisfecho con ciertas conductas debes ser el primero en promover un cambio.
No basta con quejarse, renegar o, peor aún, enojarse o discutir con otros compradores, porque atrasaron el flujo de la fila o viste que dejaron los artículos en las perchas equivocadas. La clave radica en tener presente que la cortesía es fundamental para crear un ambiente armonioso en el supermercado y en otros establecimientos. Veamos, a continuación, algunos comportamientos rudos que debemos evitar.
1. Bloquear los pasillos
Uno de los comportamientos más rudos en el supermercado es bloquear los pasillos. A veces, la prisa nos hace descuidar nuestro carrito en lugares inapropiados. No obstante, recuerda que este olvido dificulta el paso de más compradores y puede generar tensiones innecesarias.
Para evitar esta situación, procura estacionarlo en las áreas que hayan sido designadas o en lugares de poco tráfico. Si cometes este error, no te preocupes, a todos nos ha sucedido en más de una ocasión.
Además, es importante evitar conversaciones prolongadas en medio de los pasillos. Aunque es un placer encontrarse con viejos amigos o seres queridos, pueden crear congestión en la tienda.
2. Dejar productos en lugares equivocados
Caminas por el pasillo de los productos enlatados, dispuesto a tomar uno cuando, de repente, te encuentras con una lata que no pertenece a esa sección. ¿Te es familiar este escenario?
A veces, estas acciones no son intencionadas; puede suceder que agregamos un producto al carrito por impulso y luego nos damos cuenta de que no es tan necesario. Pero como estamos lejos de la sección en la que lo encontramos se vuelve tentador dejarlo en un lugar al azar. Sin embargo, es fundamental recordar que este actuar, además de causar desorden, puede ralentizar el trabajo de los empleados.
Si te arrepientes de comprar un artículo, es importante que lo regreses a su lugar correcto, lo entregues a un empleado del supermercado o se lo des al cajero.
3. Usar la caja exprés de manera incorrecta
¿Cuántas veces te ha sucedido que te diriges al supermercado con la intención de hacer una compra rápida, pero al acercarte a la caja exprés, te encuentras con personas que tienen más de 10 artículos en su carrito? Este comportamiento, además de ser desconsiderado, va en contra del propósito de la caja, que es agilizar el proceso.
Aunque esta zona suele ser menos concurrida y puede parecer una elección tentadora para ahorrar tiempo, es esencial acatar las reglas preestablecidas. Evita utilizarla si tienes una gran cantidad de productos, ya que de esta manera contribuyes a proporcionar una experiencia más satisfactoria para todos.
4. Utilizar la caja preferencial cuando no perteneces a estos grupos
Es fundamental que, como consumidores, mostremos consideración hacia aquellos que requieren facilidades. Las cajas para embarazadas, personas de la tercera edad y con discapacidad están diseñadas para brindar a estos grupos un servicio ágil y cómodo. Al ocuparlas sin motivo válido, no solo se incumple una norma básica de cortesía, sino que también puede causar molestias a quienes necesitan ayuda adicional.
5. Comer un producto y no pagarlo
Este comportamiento no solo va en contra de las normas del establecimiento, sino que también socava la confianza entre clientes y empleados. Las tiendas de comestibles no están preparadas para servir comida más allá de muestras ocasionales.
No es responsabilidad del empleado recoger rastros de migas, papeles o bolsas. Además, esta acción genera pérdidas económicas que afectan a la tienda e incluso a los trabajadores, a quienes les podrían ser descontados estos productos.
6. Pagar y dejar el carrito vacío en la fila
Al igual que tú, recuerda que hay más personas esperando pagar sus compras. Tratemos de empatizar con sus situaciones, ya que algunos podrían estar agotados después de un largo día de trabajo o tener prisa por volver a sus hogares.
Una vez hayas pagado, retira tu carrito de la fila para permitir que otros compradores accedan a la caja de forma eficiente. No hacerlo puede obstruir el proceso y muestra una falta de consideración, tanto hacia ellos como hacia los empleados.
7. Tratar de manera despectiva a empleados o cajeros
Todos experimentamos días buenos y malos, pero no es justo desahogarnos con alguien que no tiene la culpa de nuestras circunstancias. Los empleados trabajan de manera incansable para ofrecer un servicio de calidad, brindar asistencia y mejorar la experiencia de compra, contribuyendo a la buena reputación de la tienda.
Por lo tanto, cuando necesites algo o tengas alguna queja, recuerda dirigirte hacia ellos con buena actitud. Mostrarles una actitud grosera no solo es una falta de respeto, sino que también crea un ambiente hostil. No hay nada más incómodo que presenciar gritos, amenazas o escuchar lenguaje inapropiado en un espacio público.
8. Hablar por teléfono sin manos libres
Comprendemos que las conversaciones telefónicas son casi indispensables, sobre todo cuando estás en el supermercado y la lista de compras escrita por tu pareja, madre o padre parece un enigma indescifrable.
No obstante, es posible realizar una llamada sin necesidad de activar el altavoz. En la actualidad, resulta sorprendente encontrar a alguien en público sin auriculares. Conéctalos y garantiza que otros compradores no se sientan incómodos al escuchar tus conversaciones telefónicas.
9. Abandonar la caja para coger otro artículo
Por fin has llegado a la caja después de haber recorrido todo el supermercado. Tu carrito está lleno de productos que pronto llevarás a casa.
Te acercas a pagar y notas que olvidaste comprar papel higiénico, uno de los elementos esenciales de tu lista. En esta situación, la decisión más acertada es evitar correr de vuelta para tomarlo.
La fila detrás de ti, o la que se formará en breve, podría sentir molestias por tu ausencia repentina. El cajero se verá en una situación comprometida, ya que no podrá atender a más clientes hasta que regreses con el faltante.
Paga tus compras, lleva tus bolsas al automóvil y regresa a la tienda para recoger el papel higiénico. Todos hemos experimentado olvidos similares en algún momento.
10. Pasar delante de otros en la fila de la caja
Imagina que después de un agotador día de trabajo, el hambre comienza a acecharte. Decides hacer una parada en el supermercado para recoger algunos artículos y preparar una cena rápida. Dirigiéndote a la sección de delicatessen, buscas jamón y queso para tu sándwich.
Con tus productos en mano, avanzas hacia la caja principal para pagar. Mientras esperas en la fila, un individuo surge de la nada y, sin ningún remordimiento, se salta la cola.
Esta situación, además de representar una falta de respeto para los presentes, es un claro síntoma de uno de los comportamientos más rudos que se deben evitar en la visita al supermercado.
11. Comprar minutos antes de que cierre el supermercado
Hacer compras justo antes de que el supermercado cierre puede sentirse como una carrera contrarreloj. La música se apaga, las luces parpadean y los empleados sienten la presión de terminar sus tareas.
En este apresurado acto de encontrar los comestibles que necesitamos, a menudo olvidamos que los trabajadores también esperan ansiosos terminar su jornada y regresar a sus hogares para descansar.
12. Llevar más de lo permitido en épocas de emergencia
¿Recuerdas cuando enfrentamos la pandemia de COVID-19? El caos y la preocupación invadieron el aire, y de repente, todos nos dirigimos al supermercado en busca de suministros básicos.
Aunque la pandemia haya quedado atrás, las lecciones que dejó este evento siguen siendo relevantes. Tomar más productos de lo permitido perjudica a otros compradores. Este principio también es aplicable a épocas de escasez y tras desastres naturales.
En momentos de necesidad, debemos unirnos y practicar la empatía y la solidaridad.
13. Entregar los artículos directamente al cajero
Aunque algunos podrían considerar como poco cortés poner los productos en la cinta transportadora, mientras el cajero trabaja; en realidad, es la forma más eficiente para mantener un flujo constante. La cinta se ajusta a su ritmo, lo que asegurará una experiencia de compra más rápida.
Si deseas ser de ayuda, no entregues los artículos en mano al cajero, sino que agrupa los similares en la cinta. Pon juntos los refrigerados, los más pesados o los frágiles. De esta manera, tanto tú como el embolsador podrán evitar que se estropeen una vez empacados.
14. Abandonar el carrito de compras en el estacionamiento
Tras haber guardado tus compras en el automóvil, es importante devolver el carrito a su lugar designado. La mayoría de los supermercados cuentan con áreas específicas para dejarlos. En general, ubicadas en la entrada.
Incluso, hay empresas que disponen espacios de almacenamiento en el área del estacionamiento. Colaborar en mantener el orden es una muestra de consideración hacia los demás.
Hagamos del supermercado un ambiente agradable
Hacer compras no tiene por qué ser una experiencia desagradable. Evitando estos comportamientos rudos en el supermercado podemos contribuir a un ambiente más armonioso y respetuoso para clientes y empleados. Al ser conscientes de nuestras acciones y mostrando cortesía, convertiremos nuestras visitas al establecimiento en algo más agradable.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.