¿Conoces el masaje facial con una cuchara? ¡Descubre sus increíbles efectos!

Como entendemos que muchas no pueden acceder a los procedimientos profesionales, hoy queremos compartir un método de rejuvenecimiento económico y fácil de realizar. Se trata del masaje facial “cucharita” o “cuchara” que se centra en tratar algunos puntos del rostro para prevenir las señales tempranas de la edad.

Esta práctica, recomendada por el maquillador alemán René Koch, ya hace parte de los hábitos de belleza de miles de mujeres en todo el mundo. ¡Conócela!

La mayoría de las mujeres buscan la manera de retrasar la aparición de los signos del envejecimiento. Pese a que es un proceso biológico por el que tienen que pasar todos los seres humanos, existe el deseo de evitarlo y mantenerse jóvenes por más tiempo.

Para la tranquilidad de todas, está comprobado que hay hábitos y tratamientos que contribuyen a conservar la elasticidad de la piel e incrementar la producción de la sustancias que la componen.

Protegerse del sol, seguir una dieta rica en antioxidantes y llevar una rutina estética son algunos de los factores que pueden ayudar a mantenerla en buen estado.

Además, se pueden tener en cuenta algunos productos y técnicas faciales cuyos fines son mantener la firmeza y juventud.

¿Cuáles son los beneficios del masaje facial con la cuchara?

El masaje facial  es una terapia natural para reafirmar la piel y darle luminosidad. Su principal ventaja es que se puede hacer en casa y no requiere mayor inversión.

Entre los beneficios que puedes obtener al realizarlo destacan:

• Eliminación de los líquidos retenidos en los tejidos.
• Disminución de las ojeras y bolsas.
• Eliminación de las toxinas.
• Estimulación de la circulación sanguínea.
• Mayor elasticidad y firmeza del rostro.
• Prevención y disminución de las arrugas y líneas de expresión.
• Restauración del contorno facial.
• Disminución de la inflamación.

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¿Cómo hacer el masaje facial con la cuchara?

El masaje de la cuchara es una técnica muy fácil de realizar y no suele llevar más de 10 minutos al día. Los primeros resultados pueden percibirse tras 12 días de práctica, aunque esto depende del tipo de piel.

Vas a necesitar

• 2 cucharas
• Alcohol (el necesario)
• 1 vaso de agua fría (200 ml)
• Cubitos de hielo
• 1 tazón de aceite de oliva (224 g)

Instrucciones

• Coloca a desinfectar las cucharas en un poco de alcohol e incorpóralas en un vaso con agua y unos cubitos de hielo.
• Mientras esto reposa unos minutos, desmaquilla tu rostro, asegurándote de que no queden rastros de cosméticos.
• A continuación, cuando las cucharadas se hayan enfriado, ponlas sobre los párpados superiores y mantenlas unos 15 segundos.
• Vuelve a enfría las cucharas y repite el paso 5 veces.
• Repite el mismo proceso con los párpados inferiores, con el fin de tratar los ojos inflamados y las ojeras.

Tras hacer esta primera parte, incorpora las cucharas en un tazón con aceite de oliva caliente, a una temperatura soportable para la piel.

Déjalas unos segundos y procede a realizar el masaje por las líneas principales del rostro:

• Sobre la parte superior de la nariz, hacia las sienes y la línea del cabello.
• Un movimiento circular en los párpados, desde la esquina interior hacía la exterior.
• Sobre las mejillas, por la zona T del rostro y de la nariz hacía los lados.
• Desde la barbilla hacia la parte superior.
• A partir del inicio del cuello hasta la barbilla.

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Consejos…

Cada uno de los movimientos con la cuchara debe hacerse entre 5 y 10 veces por línea. Mantén la cuchara untada de aceite para que el masaje tenga buenos efectos. Finalizado el tratamiento, espera 5 minutos y enjuaga la piel con abundante agua tibia.

La idea es que tardes entre 1 y 2 minutos en masajear cada una de las partes mencionadas. No obstante, al principio puedes hacerlo en menos tiempo, e ir aumentándolo.

El masaje se puede hacer en cualquier momento del día, todos los días. Sin embargo, para mejores efectos se recomienda hacerlo momentos antes de ir a dormir.

Finalmente, es importante tener en cuenta que sus beneficios varían de piel a piel, según la edad y los demás hábitos diarios que se practiquen. Por lo tanto, es probable que en algunas personas dé resultados en pocos días, mientras que otras deban esperar un poco más.