6 consejos para ahorrar agua al lavar la ropa
¿Creemos que ahorrar agua al lavar la ropa depende solo de lo moderno de nuestro electrodoméstico? No es así del todo. Cierto que hay lavadoras diseñadas para controlar por medio de sensores el nivel, pero buena parte del ahorro proviene de los criterios y las prácticas que ejecutamos.
Ahorramos agua recurriendo a fórmulas domésticas que, de generación en generación, han ayudado a conservar la ropa en buen estado. Como veremos, no se trata solo de gastar en la lavadora menos agua de la necesaria, sino de estrategias para reducir las lavadas.
Son cerca de 50 litros promedio de agua por lavada a unas 220 anuales según el cálculo estándar, que podrían estar mejor distribuidas y empleadas. Descubre aquí varios consejos orientados a crear hábitos de consumo consciente.
Consejos para ahorrar agua al lavar la ropa
Las lavadoras inteligentes están fabricadas para ahorrar agua al lavar la ropa. Al activarlas, su automatismo cumplirá los ciclos sin discriminar el tipo de tela o la intensidad de la suciedad; son decisiones que aprobamos por medio de botones. Es en este punto en el que debemos no solo pensar en el planeta, sino hacerlo en términos prácticos.
Si tenemos la oportunidad de adquirir un electrodoméstico con esta característica, no lo dudemos. Resulta de lo más natural que queramos economizar, considerando que en cuanto a consumo le sigue al frigorífico y a la televisión.
Por lo regular, son un poco más caras que una lavadora convencional, pero a la larga resultará beneficioso en muchos aspectos. Sin embargo, alguna oferta en liquidación nos puede poner al frente una más accesible para comprar. En cualquier caso, te presentamos ideas para enfrentarnos a la tarea.
1. Comprar una lavadora que ahorre agua
Estas lavadoras ahorran agua, detergente y suavizante por los dispositivos que gestionan los productos según la suciedad, el tejido y la cantidad de ropa. Por otro lado, la tendencia de los fabricantes es producir modelos ahorradores, dada la presión ecológica.
Entre los modelos eficientes están las lavadoras de carga frontal. Muy efectivas por los movimientos de golpe y caída de la ropa y la mejor circulación del agua. Son las que nos encontramos con frecuencia en las lavanderías y sería extraordinario poder tener una en casa.
2. Clasificar y poner a lavar la carga completa
Apartemos por color y por tipos de tejidos, pues las fibras textiles precisan ciclos de lavado distintos en función de que sean naturales o sintéticas. De esta clasificación depende también el uso de más o menos agua.
Lavar todos los días la ropa en lavadora no parece una buena opción en caso de vivir solos o ser pocos en el hogar. Acumulemos hasta lograr el tope de la capacidad para que la lavadora haga el trabajo adecuado. Consumirá el agua justa y ahorraremos energía.
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3. No lavar toda la pieza, sino ir directo a la suciedad o la mancha
Con tal de que no sean calcetines o ropa interior, es probable que ciertas prendas de vestir puedan ser usadas más de una vez. Y en caso de algún accidente, como una mancha de sudor o comida, hay trucos que pueden evitar el lavado total.
Por ejemplo, una mancha de sudor se puede lavar con unas dos cucharadas de vinagre diluidas en agua o con un poco de bicarbonato o limón. Aplicamos cualquiera de estos productos sobre la mancha, lo dejamos actuar un par de horas y luego lo quitamos lavando la zona a mano.
Las manchas de maquillaje salen con la mezcla que ya conocemos de agua y vinagre, dejándola actuar por espacio de dos horas. Por su parte, la sangre puede desaparecer bajo la acción de agua oxigenada. La dejamos media hora sobre la parte afectada y luego lavamos con agua y jabón.
Una mancha de aceite la podemos atacar de inmediato con polvo de talco. Lo esparcimos sobre el aceite y lo dejamos todo un día. Luego lavamos a mano y seguro habrá desaparecido. Como vemos, no es pertinente lavar toda la prenda de vestir.
4. Lavar a mano
La ropa más pequeña es lavable a mano. La interior puede ser en el momento de la ducha, dejando para la lavadora la más pesada y exigente. Usaremos poca agua y tendremos mejores resultados.
Además, hay retos de limpieza que solo viene bien asumir de esta manera, como los puños y los cuellos de las camisas. La lavadora y sus ciclos, en muchos casos resultan insuficientes para la sudoración y el percudido.
O un percance común entre los niños, como es el de una goma de mascar que se adhiere a la ropa. El hielo sobre el chicle es muy efectivo, más si tomamos la muda y la metemos en el congelador. A las horas el chicle se habrá endurecido y será muy fácil retirarlo de forma manual.
5. Reusar
Algunos modelos de lavadoras piden el mismo volumen de agua que usaron al inicio para el último enjuague. Esto es, sin duda, un desperdicio. Hallar la manera de reusar este líquido nos puede servir para iniciar una nueva lavada.
Por cierto, una opción para llevar agua a la lavadora es retener en un recipiente aquella que dejamos correr esperando que la ducha caliente. Y siguiendo en el ámbito ecológico, los detergentes líquidos requieren menor cantidad de agua para sacarlos de la ropa.
Cuando se trata de uno biodegradable, ahorramos al redirigir el agua gris a la cisterna del inodoro o al regado de plantas. Aplicaciones y dispositivos electrónicos son, en la actualidad, objeto de investigación para facilitar el uso doméstico e inteligente de este recurso natural.
6. Revisar las fugas
Después de cinco años en funcionamiento, nos toca revisar conexiones y mangueras por las que el agua se puede filtrar o perder. Sustituir a tiempo ahorra agua y dinero, pues evita males mayores.
Atendamos el filtro de drenaje y descartemos el que esté sucio. Otra causa de fuga ocurre por la cantidad inadecuada de detergente o suavizante que utilicemos al cargar la lavadora, lo que puede congestionar el respiradero trasero.
Ahorrar agua al lavar la ropa depende más de nosotros que de la lavadora
Usémosla con criterio ecológico y práctico, bien cargada y, de preferencia, con detergente líquido y biodegradable. En este caso, ahorrar pasa por lavar cuando sea en verdad necesario y de manera más efectiva. Recordemos que al usar la lavadora no solo consumimos agua, sino electricidad.
Economizar abarca también lo que haremos para secar la ropa; al respecto, el sol parece más apropiado que la secadora. Y poner en ganchos la que recién sale te ahorra la energía que consumiría la plancha. Como ves, se trata de un ciclo de ahorro que comienza usando menos de todo.
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