Consigue una cintura de avispa en 30 días
¿Te preocupa tu cintura? Lo ideal para reducir volumen es, sin duda, hacerlo con el seguimiento de un especialista que te proponga un régimen gradual de pérdida de peso.
Sin embargo, hay ocasiones en las que deseamos acelerar el ritmo, ya sea porque tenemos un acontecimiento, o porque ha llegado el verano sin darnos cuenta.
Para dichos casos, te ofrecemos una serie de estrategias que te permitirán tener esa cintura de avispa tan deseada en 30 días.
Primero la mente, luego el cuerpo
Siempre que queremos introducir un cambio en nuestra vida, tenemos que prepararnos mentalmente, incluso aunque tenga que ver con nuestro físico. Es importante que estés muy motivada para tener la disciplina necesaria.
Para ello, te recomendamos que hagas actividades de diálogo interno todos los días: habla contigo mismo todos los días y recuérdate por qué lo haces, lo mucho que valoras tu meta, y lo mucho que disfrutarás con los resultados.
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Haz ejercicio diario
Corre o camina, al menos, durante una hora diaria. Cuando se trata de bajar tallas, el ejercicio aeróbico es el mejor para este objetivo. Este estudio realizado por la Universidad San Sebastián (Chile), hace hincapié también en las mejoras que acarrea para el sistema cardiovascular la práctica de este tipo de ejercicios.
Al tratarse de una actividad de baja intensidad pero de larga duración, necesitarás más oxígeno y, por tanto, quemarás grasa.
- Además de caminar o correr, puedes combinar estos ejercicios con ciclismo o natación.
- Lo importante es selecciones el deporte en función de tus gustos personales, sobre todo porque influirá mucho en tu motivación y, por tanto, en tu predisposición a la constancia.
- No olvides hidratarte.
Como estamos hablando de alcanzar una cintura de avispa en un mes, puedes alargar el tiempo de la práctica deportiva, siempre dentro de los límites saludables.
Comer adecuadamente para modelar nuestra cintura
1. Vade retro, azúcar
El azúcar aporta sabor a la comida pero eso no es todo. A pesar de no tener ningún valor alimenticio fomenta el almacenamiento de grasa, ya que contiene muchas calorías.
Además, se trata de un elemento muy difícil de eliminar por lo que está presente en nuestro organismo durante mucho tiempo, ralentizando nuestro metabolismo.
2. Una comida, un ingrediente
Aunque no existen evidencias científicas al respecto, se cree que si cada plato solo contiene un alimento, se mejora la digestión de este.
Si optamos por pescado, el ideal es el azul y cocinarlo lo menos posible. Para saber cómo hacerlo, contamos con gran cantidad de recetas, ya que este tipo de alimentación está muy de moda, sobre todo la japonesa.
No olvides, eso sí, consultar con un endocrino si quieres llevar a cabo una dieta. Solo él podrá darte las mejores pautas.
3. Chao, carne roja. Hola a las carnes magras
La carne roja tiene demasiada grasa por lo que tiene muchas calorías, así que es imposible quemar las que necesitaríamos para tener una cintura de avispa en tan poco tiempo. De hecho, según este estudio realizado por la Universidad Jaume I, su ingesta exacerbada podría estar relacionada con un aumento del riesgo de padecer ciertos tumores. Esta información ha sido también avalada por la Fundación Española de Nutrición.
En cualquier caso, al menos durante estos días deberías olvidarte de la carne y optar por la verdura ecológica y por el pescado con cocción baja, ya que incluso el pollo o el conejo tienen una carga de grasa que no te conviene en absoluto en un proceso de choque.
4. No olvides el sabor: busca recetas
Ya que vamos a ingerir pocas cantidades, no podemos renunciar al placer de comer, entre otras razones porque disminuirá nuestra motivación casi de un modo irremediable.
Además del aceite de coco, hay condimentos como la canela o el picante que alegrarán nuestros platos para que podamos deleitarnos con la comida de la misma forma que hacíamos anteriormente.
5. Diferencia entre el bien y el mal
No todas las grasas engordan. Al contrario, hay algunas que te llevarán a la meta te conseguir una cintura de avispa. Las “malas” son:
- los alimentos transgénicos
- las grasas de ciertos animales
- las grasas saturadas
Por su parte, la grasa buena la encontramos en los productos horto-fructícolas procedentes de cultivos extensivos y orgánicos y en productos elaborados, como el aceite de oliva.
No olvides leer: Los 5 errores más comunes al utilizar aceite de oliva
6. Come 5 veces al día y respeta los horarios
Esto es muy importante: si no haces cinco comidas, tu metabolismo seguirá lento para guardar energía. Se guarda grasa como medida de prevención, por si no volvemos a ingerir alimentos durante un tiempo largo.
Por el contrario, si habituamos a nuestro aparato digestivo a recibir comida regularmente, comenzará el proceso de digestión mucho antes y se deshará de más elementos, consciente de que pronto recibirá una carga de energía.
Tienes por delante una tarea complicada pero, con estas pautas como base, será bastante más sencillo.
¿Aceptas el reto?
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.