Contracciones de Braxton Hicks: ¿cómo diferenciarlas de las contracciones reales?

Estas contracciones se producen para preparar con suficiente antelación al útero para el parto. No representan riesgo, pero es mejor conocerlas para no alarmarse.
Contracciones de Braxton Hicks: ¿cómo diferenciarlas de las contracciones reales?
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 25 mayo, 2023

En especial para las madres primigestas, el embarazo puede ser un complejo proceso lleno de dudas e incertidumbre. Las contracciones de Braxton Hicks, también conocidas como falsas, suelen ser interpretadas como la llegada inminente del trabajo de parto.

Ambos eventos no tienen relación alguna, ya que las contracciones falsas forman parte natural de la fisiología uterina para adaptarse ante el crecimiento del bebé. Algunas situaciones externas pueden influir en su aparición, como una vida agitada o el sexo. Hemos preparado el siguiente artículo para que sepas identificarlas. ¡Sigue leyendo!

Contracciones de Braxton Hicks

Las contracciones de Braxton Hicks son pequeños movimientos del músculo uterino que, en ocasiones, son percibidos por la madre como la llegada del trabajo de parto. Cuando se producen de forma repetitiva suelen ser un motivo de consulta común.

Aparecen alrededor de la semana 28 y 30, fechas cruciales para el desarrollo del bebé. Tienen como característica principal el hecho de ser indoloras y de escasa intensidad, por lo que la madre podría percibirlas como una pequeña molestia sin mayor significado.

Otro elemento que permite distinguirlas de las contracciones del trabajo de parto es que son arrítmicas, por lo que no suelen repetirse de forma constante en un período de tiempo determinado.

El funcionamiento del motor de parto

El motor de parto son todos aquellos elementos que intervienen de forma activa para permitir el paso del bebé a través del canal de parto. A su vez, esta última estructura está formada por elementos óseos y musculares.

Tanto en las contracciones de Braxton Hicks como en el trabajo de parto se estimulan las fibras musculares del miometrio. Esta es la capa media del útero, la que es gruesa y contiene abundante tejido muscular. Tiene la capacidad de mantenerse contraída durante un período significativo de tiempo, que puede ser de varios minutos.

Este tejido es sensible a una hormona llamada oxitocina, la que estimula la contracción. Esta sustancia se puede administrar como un medicamento y, de hecho, se indica luego del parto para disminuir el riesgo de sangrado o hemorragia postparto.

Trabajo de parto con contracciones.
Las contracciones reales tienen la función de propulsar al feto a través del canal de parto.

Descubre más: ¿Cómo son las contracciones de parto?

¿Qué causa las contracciones de Braxton Hicks?

No parece haber un consenso claro respecto a qué puede causar estas contracciones. Como hemos señalado antes, se producen de forma espontánea a partir de la semana 28 del embarazo y puede que con el tiempo se hagan más frecuentes.

Esto se corresponde con cambios hormonales durante la gestación. Sin embargo, existen algunos acontecimientos que pueden promover la aparición temporal de las contracciones de Braxton Hicks.

Las relaciones sexuales durante el embarazo son una causa frecuente. Se piensa que esto está relacionado con la secreción de pequeñas cantidades de oxitocina luego de alcanzar el orgasmo y no tiene ninguna connotación patológica.

El ejercicio de moderada intensidad, así como la abundancia de actividad en el hogar o trabajo durante el día podrían aumentar la frecuencia de estas contracciones. La deshidratación también, en especial en aquellas madres muy activas y que no suelen dedicar tiempo a cuidar su dieta. Por otro lado, no ir al baño y mantener la vejiga llena se asocia a un estímulo mecánico.

¿Cómo puedo diferenciarlas de las contracciones reales?

Los aspectos más relevantes a considerar para la diferenciación son la fecha de inicio, la sensación general, la duración e intensidad, la presencia de dolor y las consecuencias inmediatas. Veamos en detalle:

  • Las contracciones de Braxton Hicks suelen iniciarse a partir de la semana 28, mientras que las del trabajo de parto inician a partir de la semana 37 casi siempre. Si suceden antes y se produce el nacimiento, el bebé sería pretérmino.
  • Las reales suelen producir dolor intenso, además de otros síntomas como la sudoración profusa. Las contracciones falsas solo se perciben como incómodas.
  • Mientras que las de Braxton Hicks no se prolongan más allá de unos dos minutos y de forma irregular, las contracciones reales son constantes en el tiempo y pueden durar entre 30 y 70 segundos.
  • Las contracciones reales llevan, de forma casi inevitable, al parto. Esto puede prolongarse durante varias horas. En el caso de las contracciones falsas, el útero se contrae sin consecuencias inmediatas.

Señales de que ha comenzado el trabajo de parto

Si bien las contracciones de Braxton Hicks no suceden en el momento del parto, conviene saber detectar otros elementos que condicionan este evento. Alrededor de dos semanas antes de la fecha probable de parto se producen cambios fisiológicos que pueden llevar al nacimiento.

De hecho, la manipulación del cuello uterino es una de ellas, debido a la liberación de oxitocina que esto produce. Por eso, tanto la exploración vaginal como las relaciones sexuales son llevadas a cabo con prudencia en las últimas semanas.

Uno de los primeros eventos que señalan la aparición del trabajo de parto es la expulsión del tapón mucoso o la ruptura de las membranas corioamnióticas. El primero se caracteriza por una secreción con color verdoso o blanquecino que puede venir acompañada de un poco de sangre.

La ruptura de membranas suele ser abrupta y coincidir con la pérdida de líquido claro, con un olor bastante característico. En este punto las contracciones reales pueden empezar a presentarse con relativa frecuencia, por lo que acudir a un médico lo más pronto posible es lo ideal.

El sexo en el embarazo puede asociarse a la aparición de contracciones de Braxton Hicks, sobre todo alrededor de la semana 30.

Las contracciones de Braxton Hicks y las complicaciones

Si surgen complicaciones durante el embarazo, es posible que el médico sugiera la interrupción del mismo con el objetivo de preservar la salud materna. A su vez, se puede planificar una cesárea para evitar que se prolongue demasiado.

Las contracciones de Braxton Hicks no determinan de forma alguna la fecha del parto. No guardan relación directa con este evento y tampoco hay mucha evidencia que relacione la frecuencia de estas falsas contracciones con la fecha probable de nacimiento.

A pesar de que es un proceso natural y que no siempre requiere intervención médica para llevarse a cabo de forma exitosa, el cuidado prenatal es vital. Existen muchas condiciones (como el sufrimiento fetal) en las que el control prenatal puede evitar secuelas permanentes.

La presencia constante de contracciones de Braxton Hicks no se relaciona con complicaciones en el embarazo o parto. Sin embargo, la preocupación materna es un motivo de consulta justificado, por lo que en caso de duda lo más recomendable es acudir al especialista de confianza.

Nunca debe interrumpirse el control prenatal. Esto incluye la realización de ecosonogramas y estudios sanguíneos. Inclusive si llegan a existir problemas con el médico tratante es preferible cambiar de especialista antes de dejar de acudir.

Las contracciones de Braxton Hicks no son el inicio del parto

Las contracciones falsas o de Braxton Hicks suelen interpretarse por los padres primerizos como la llegada prematura del parto. Esto no solo es incorrecto, sino que las características de dichas contracciones son muy diferentes. Conocer el contexto de un parto real ayuda a prevenir la preocupación materna y a hacer del embarazo un proceso más tranquilo.


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