Crianza con apego: ¿qué es y cuáles son sus beneficios?
Hay quienes piensan que criar a un niño es algo intuitivo que no requiere de demasiado análisis. Sin embargo, educar es mucho más que alimentar y asear al infante, es contribuir positivamente a su desarrollo integral como individuo. Y no todos los estilos parentales logran este objetivo. Por ello, te invitamos a descubrir las bondades de la crianza con apego.
Es posible distinguir los diferentes estilos de crianza en función del nivel de afecto y exigencia que cada uno de ellos muestra. Así, la educación permisiva se caracteriza por ofrecer grandes cantidades de afecto sin exigencia y la autoritaria, por expresar justo las características contrarias.
En un punto intermedio, se sitúan propuestas como el estilo democrático o la crianza con apego, que abogan por hallar un sano equilibrio en todos los aspectos.
Si nunca habías escuchado este término, a continuación te mostramos todo lo que debes saber al respecto. Comprobarás que es un alternativa eficaz y beneficiosa tanto para los niños como para los propios progenitores.
¿Qué es la crianza con apego?
La crianza con apego es un estilo educativo centrado en el niño y en sus necesidades. Principalmente, en su necesidad de establecer un vínculo de apego seguro con sus cuidadores principales.
La misma se sustenta en la teoría del apego de John Bowlby, según la cual la capacidad de los padres para responder a las demandas del bebé resultan determinantes en el posterior desarrollo psicológico infantil.
Aquellos adultos que escuchan al niño, que saben sintonizar con él, comprender lo que necesita y dárselo de forma consistente logran establecer un apego seguro. Por el contrario, los progenitores que responden de forma inconsistente o insuficiente generan en el bebé un apego inseguro que tendrá repercusiones en su personalidad.
De este modo, la crianza con apego se basa en el amor, el respeto y la dedicación. Busca que los padres puedan proveer de afecto, seguridad y estimulación a su hijo a fin de que este obtenga un desarrollo óptimo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Los beneficios de la crianza con apego son múltiples y tendrán repercusiones, incluso, en la vida adulta de ese niño. Los padres, por su lado, también obtendrán diversas ventajas al implementar este estilo educativo. Te mostramos los aspectos más relevantes.
Autoestima
Estos niños crecen sintiéndose amados, respetados y validados. Por lo mismo, desarrollar una autoestima fuerte y sana, y se sienten más seguros de sí mismos.
Seguridad
Los infantes saben que en sus cuidadores principales tienen una fuente de seguridad incondicional y esto les permite animarse a explorar el entorno. Así, son más capaces de relacionarse con diferentes personas y nuevos ambientes sin miedos ni ansiedades.
Felicidad y calma
Los infantes que reciben crianza con apego tienden a ser más felices y calmados, ya que sus progenitores les ofrecen soporte y contención para regular sus emociones. La dinámica que se establece entre padres e hijos es mucho más positiva y satisfactoria para ambas partes y, así, el cuidado infantil resulta más sencillo.
Autonomía
Desde este enfoque educativo se aúnan amor y límites, por lo que no hay cabida para la sobreprotección. Estos niños crecen siendo autónomos, responsables y resolutivos con lo que se evitan muchos conflictos en el hogar y se les facilita la integración en el mundo más allá de la familia.
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Relaciones personales positivas
Por todo lo anterior, los niños que crecen con una crianza positiva son mucho más capaces de establecer relaciones sociales saludables y gratificantes. Al haber recibido amor, respeto y empatía desde sus primeros momentos también son más capaces de ofrecerlo .
Por otra parte, este tipo de crianza ayuda a los niños a reconocer la importancia de buscar estas cualidades en sus vínculos. Esto se traducirá también en la elección de pareja más adelante.
¿Cómo implementar la crianza con apego?
Como ves, la crianza con apego tiene múltiples beneficios. Facilita a los padres su labor, favorece el desarrollo emocional infantil y permite obtener relaciones familiares satisfactorias. Ahora bien, ¿cómo aplicarla? Existen algunos principios y pautas que puedes implementar:
- Comienza a forjar el vínculo emocional con tu bebé desde el embarazo
- Atiende las demandas de tu bebé de forma consistente. No lo dejes llorar, muéstrale que puede contar contigo incondicionalmente.
- Tómate el tiempo para descubrir qué siente, por qué llora y qué necesita. Fomenta una sintonía entre ambos.
- Ayuda al infante a regular sus emociones ofreciéndole tu propia calma, afecto y paciencia.
- Ofrece lactancia materna a tu bebé durante sus primeros meses o años de vida. Esta no es un solo un alimento perfecto, sino también un excelente modo de fortalecer el vínculo y aportarle confort y seguridad.
- Mantén contacto físico frecuente con el infante, practica el porteo, el método canguro y el colecho. Tu presencia y cercanía es sumamente beneficiosa para tu hijo.
- A medida que el niño crezca, fomenta su autonomía ofreciéndole tareas y responsabilidades acordes a su edad.
- Establece normas y límites claros y ajustados al nivel de madurez del niño.
- Trabaja en equipo con tu pareja para generar una estrecha relación padre-madre-infante
- Respeta los gustos, los intereses y las opiniones de tu hijo. Valida sus sentimientos y trátalo siempre con amor, respeto y comprensión.
Adapta la crianza con apego a las necesidades de tu familia
Como ves, hay muchos puntos que sustentan la crianza con apego, pero no todos son adecuados para todas las familias y sus diferentes circunstancias. Existen unos pilares básicos como el respeto, el afecto y la atención que son fundamentales e ineludibles.
Sin embargo, otras prácticas más concretas como el colecho o la lactancia pueden no ser la mejor opción para vosotros. Así, no temas seguir tu instinto y adaptar estas indicaciones a vuestras necesidades. Finalmente, aquello que funcione para todos será lo más adecuado.
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