¿Cuándo debes lavar la ropa a mano? Aprende a hacerlo fácilmente
Lavar la ropa a mano puede parecer una tarea desafiante, pero en realidad, es bastante sencillo cuando se conocen los métodos adecuados. Hay tejidos que requieren este cuidado especial, como la seda, el encaje y la lana.
Por otro lado, hay circunstancias que ameritan tomarse el tiempo para no arruinar la prenda en la lavadora. Tal es el caso de las manchas rebeldes. Así que veamos en detalle cuándo y cómo hacerlo.
Situaciones en las que debes lavar la ropa a mano
Para facilitar el proceso de lavar la ropa a mano, es necesario reconocer cuáles son esas prendas o situaciones en las que se requiere una intervención manual. A continuación, te enumeramos los diferentes casos.
1. Prendas delicadas
Las prendas delicadas, como las confeccionadas con seda, encaje o la lencería, a menudo no son aptas para la lavadora. Los ciclos de lavado vigorosos y el centrifugado pueden dañar estos tejidos delicados. Optar por el lavado a mano es la mejor manera de garantizar que se mantengan en perfectas condiciones durante más tiempo.
2. Manchas difíciles
Cuando se trata de manchas rebeldes, la acción directa es clave para tener un resultado ajustado a lo que queremos. Lavar a mano permite aplicar detergentes o tratamientos específicos en el área manchada y frotar con suavidad para eliminar la suciedad, antes de pasar a un lavado completo en un aparato.
3. En viajes o campamentos
Cuando estás lejos de casa y no tienes acceso a una lavadora, lavar la ropa a mano es una habilidad que debes tener y que, quizás, no puedas obviar. Puedes mantener tu ropa fresca y limpia, al menos con el mínimo indispensable de prendas para un recambio cada cierta cantidad de días.
4. Ropa nueva
Algunas prendas nuevas pueden desprender tintes o químicos en las primeras lavadas. Lavarlas a mano y por separado evita que estos residuos dañen otras piezas en la lavadora.
Además, una situación especial es la de la ropa nueva para bebés. Con el fin de evitar el contacto y la reacción de los tejidos con detergentes o jabones, así como para eliminar sustancias que pudiesen ser irritantes para la piel del pequeño, el lavado a mano es la alternativa segura.
5. Tejidos con recomendaciones especiales
Siempre hay que verificar las etiquetas de cuidado de la ropa. Si una prenda específica trae la recomendación de lavar a mano o evitar la lavadora, para prolongar su vida útil habrá que hacerlo.
Tipos de ropa que requieren lavado a mano
Como te mencionamos antes, ciertos tipos de tejidos se conservan mejor si reciben lavado a mano:
- Lana: los suéteres y las bufandas pueden encogerse en la lavadora. Lava a mano con agua fría y usa un detergente específico para lana.
- Encaje: es intrincado y propenso a engancharse en la lavadora. Lava a mano con agua fría y seca sobre una toalla para mantener su forma.
- Seda: es una tela exquisita, pero delicada. Lávala a mano con agua fría y un detergente suave. Evita retorcerla y sécala en posición horizontal.
- Bañadores: los bañadores confeccionados con tejidos elásticos y forros delicados deben lavarse a mano para evitar daños por el cloro y la sal del agua.
- Ropa interior: la lencería y la ropa interior común deben lavarse a mano para mantener su elasticidad y forma. Emplea un detergente suave y agua tibia.
- Ropa de gimnasio con tecnología de fabricación: la ropa deportiva con telas especiales, como el goretex, suelen contener fibras que se dañan en la lavadora.
- Prendas de bebé: la ropa de bebé es delicada. Utiliza un detergente suave y apto para niños, con agua tibia, para evitar irritaciones en la piel sensible de tu pequeño.
Métodos efectivos para lavar la ropa a mano
Existen diferentes métodos de lavado que varían según tus necesidades y el tipo de prenda. Si lo haces con este paso a paso, no tendrás problemas.
Lavado a mano general
- Llena un recipiente grande con agua fría y añade un detergente suave. Disuelve el detergente por completo en el agua.
- Sumerge la prenda en el agua y agita con suavidad para asegurarte de que esté empapada.
- Frota con cuidado las áreas con manchas usando un cepillo de cerdas suaves o tus propios dedos.
- Deja la prenda en remojo durante 10 a 15 minutos.
- Enjuaga la prenda bajo agua fría hasta que no queden residuos de detergente.
- Presiona para eliminar el exceso de agua, pero no retuerzas.
- Coloca la prenda en una toalla y enróllala para eliminar aún más agua.
- Extiéndela en una superficie plana para que se seque por completo.
Lavado a mano para lana
- Llena un recipiente con agua fría y agrega un detergente específico para lana.
- Sumerge la prenda en el agua y mueve para evitar la formación de burbujas.
- Deja la prenda en remojo entre 10 a 15 minutos.
- Enjuaga con agua fría hasta que el detergente se haya eliminado por completo.
- No retuerzas la prenda. En su lugar, presiónala con suavidad para eliminar el exceso de agua.
- Seca sobre una toalla en posición horizontal.
Lavado a mano de ropa de bebé
- Llena un recipiente con agua tibia y agrega un detergente suave e hipoalergénico.
- Sumerge la ropa de bebé y frota con tus manos para eliminar manchas o suciedad.
- Deja en remojo por 15 o 20 minutos.
- Enjuaga a fondo con agua tibia hasta que el detergente se haya ido por completo.
- Presiona con cuidado para eliminar el exceso de agua.
- Seca en posición horizontal para mantener su forma.
Si dispones de buena entrada de luz solar, podrás colgar la ropa lavada a mano en un espacio donde reciba sus rayos. Este paso, de ser posible, sustituiría el del secado en la toalla.
Lleva el cuidado de tu ropa al siguiente nivel
El arte del lavado a mano nos recuerda que, en un mundo de automatizaciones, todavía hay lugar para la atención y el amor por el detalle. Al aprender cuándo y cómo lavar tu ropa a mano, adquieres una habilidad valiosa que beneficia tus prendas y te conecta con la tradición del cuidado textil.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.