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¿Cuántas horas de televisión son nocivas para la salud?

4 minutos
La cantidad de horas de televisión a las que conviene o es aceptable estar expuestos varía en función de la edad, aunque el exceso nunca es recomendable
Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu

Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu

Última actualización: 01 junio, 2023

¿Es posible imaginar la vida diaria sin algunas horas de televisión? Desde su entrada al hogar, para muchas personas solitarias la televisión supone especie de una compañía en el hogar. Tan es así que puede convertirse en algo imprescindible en el día a día.

En cambio, para otras personas la televisión es una especie de división entre su tiempo de trabajo y su momento de descanso u ocio. Tras un largo día fuera de casa, llegan al hogar, se cambian de ropa y se ponen cómodos en el sofá durante un rato considerable. El problema de esto es que muchas veces, ese tiempo de exposición hubiese sido excesivo.

Por otra parte, hay familias que usan la televisión para mantener tranquilos y entretenidos a los niños. El problema de esto es que muchas veces, el tiempo que pasan frente al aparato es excesivamente largo. 

Si bien es cierto que ver televisión puede ser muy útil en muchos momentos de ocio, lo cierto es que no es recomendable sobreexponerse él, independientemente de la edad. Profundicemos más en esta idea a continuación.

¿Cuántas horas de televisión son las sugeridas por los profesionales de la salud?

Aunque es imposible dar una cifra general, médicos y psicólogos están de acuerdo en que depende de la edad y de las condiciones de vida de las personas.

No obstante, conviene tener presente aquel famoso proverbio que dice “todo en exceso resulta perjudicial”. Esto mismo lo recomiendan a menudo, los autores de diversos estudios.

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La televisión y los niños pequeños

En general, se afirma que los niños menores de 2 años no deberían ver televisión. Y los mayores de esa edad no deberían estar expuestos a más de dos horas de televisión por día.

Existen programas considerados “educativos” que permiten que el niño vea hechos y lugares que de otra forma no conocería. Sin embargo, también tienen sus efectos negativos, especialmente cuando se exagera en los tiempos de exposición. Entre ellos se destacan:

  • Trastornos del sueño. Es frecuente que los niños extiendan sus tiempos de permanencia “mirando la tele” y retrasen los dedicados al sueño. Esto es un problema especialmente en los hogares en donde los niños disponen de un televisor en sus dormitorios. La sobreexcitación que algunos programas provocan obstaculiza el descanso y ocasiona trastornos del sueño.
  • Visión demasiado idealizada del mundo que no se corresponde con la realidad. Los programas infantiles generalmente presentan situaciones donde todo es más agradable y con menos problemas que en su propio entorno. Así, producto de las comparaciones surgen frustraciones e inconformidades que pueden llevar a depresiones.
  • Modelos físicos de las personas que aparecen en el mundo televisivo que provocan baja autoestima e inseguridad. El niño tiende a identificarse con los personajes que encarnan las personas en la televisión, generalmente personas que responden a estereotipos del momento. Luego, el espejo le muestra una imagen completamente diferente y eso puede afectarlo.

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¿Qué pasa cuando los niños ven mucha televisión?

  • Problemas en el aprendizaje escolar. Los niños viven con las imágenes de la televisión en sus cabezas y les cuesta mucho enfocarse en las tareas escolares.
  • Retraso en el desarrollo del lenguaje. Muchos menores presentan un vocabulario limitado formado por palabras propias del país de origen del programa. Estos conceptos nada tienen que ver con los de su lugar geográfico.

También es posible que algunos niños manifiesten comportamientos violentos. Esto podría ser una consecuencia de la sobreexposición a contenido inadecuado, entre otros factores, como una baja socialización y una educación (en el hogar) deficiente.

Por otro lado, el sedentarismo es un factor de riesgo importante en el desarrollo de diversos problemas de salud, tanto físicos como mentales, a cualquier edad.

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¿Y qué pasa con los adultos?

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¿Qué pasa en los adultos que viven muchas horas de televisión?  Aunque parezca que al adulto ya no le afecta el exceso de televisión, en realidad sí lo hace. Algunos de estos efectos  son los siguientes:

  • Trastornos de sueño. Al igual que sucede con los niños, ver televisión muchas horas, especialmente antes de dormir, puede perjudicar el descanso.
  • Genera creencias que vacían los sistemas de valores, pasividad, aletargamiento del pensamiento crítico, pues todo se reduce a espectáculo.
  • Hace que la gente se cree falsas necesidades, y esto afecta especialmente a quienes tienen escasos recursos económicos, lo que mueve a envidia, insatisfacción, frustración. Todas las aspiraciones se reducen a comprar y comprar.
  • Reduce los tiempos compartidos en familia. Aunque permanezcan sentados frente al mismo aparato, la comunicación es casi nula.

Como sucede en todos los ámbitos de la vida, el exceso de horas de televisión es nocivo para las personas. Por ello, es preciso regular los tiempos de exposición y la programación que consumen los niños.

Asimismo, es recomendable sentarse con ellos para reflexionar juntos acerca de diferentes situaciones y programas que se emiten, pues hay mucho contenido que funciona de una forma similar a la comida chatarra, parece saciar el hambre (de entretenimiento, en este caso), pero no alimenta realmente.


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