Guía básica para cuidar el laurel de jardín: riego, poda y trucos para mantenerlo sano

El laurel de jardín (Nerium oleander), también conocido como laurel de flor, rosa laurel o adelfa, es un arbusto ornamental, que se caracteriza por tres puntos. El primero es su tamaño, ya que puede llegar a superar los dos metros de altura. El segundo son sus vistosas flores —en colores como el blanco o el rosa—, con un olor dulce y suave.
El tercero es su toxicidad: aunque sus hojas se parecen al laurel de cocina (Laurus nobilis), este es muy tóxico y no comestible. Ingerir cualquier parte de la planta puede intoxicar y afectar la salud de humanos y animales. Por ello, no es conveniente para hogares con mascotas o niños curiosos. Si este no es tu caso y deseas disfrutar de su belleza, entonces considera lo siguiente para mantenerlo hermoso.
¿Qué cuidados necesita el laurel de jardín?
El laurel de jardín es una planta resistente y de pocos cuidados. Es común verlo silvestre, en zonas cercanas al mar Mediterráneo. Si te preguntas qué aspectos de su mantenimiento en casa son clave, te compartimos los más importantes:
- Luz y temperatura. Le gusta recibir el sol directo, pero también puede vivir en la semisombra. La temperatura ideal para él está entre los 15 y 30 °C. También prospera en climas más cálidos, que no superen los 38 °C. Eso sí, no tolera bien las heladas, por lo que es necesario protegerlo en invierno.
- Riego. Basta con hacerlo una vez por semana, pero en verano puedes realizarlo en más ocasiones. Para saber cuándo debes regar, introduce tu dedo en la tierra: si la sientes seca, es momento. Solo hazlo en el sustrato, no rocíes las hojas o flores.
- Suelo. Necesita estar en suelos con buen drenaje, como el arenoso o con perlita. Esto evita que retenga agua, lo cual puede dañar las raíces y enfermar la planta.
- Abono. Para apoyar su crecimiento y floración es conveniente que fertilices a tu adelfa a principios de la primavera. Puedes usar un fertilizante comercial, rico en nitrógeno, fósforo y potasio; o también el humus de lombriz o compost.
- Poda. Hazla a finales del invierno, cortando las ramas secas y enfermas que presente. También le puedes dar una forma compacta y redondeada. En otoño, cuando haya pasado su floración, retírale las flores secas y marchitas que hayan quedado. Es importante que uses guantes y protejas tu piel al hacer la poda, ya que la savia de la adelfa puede causar irritaciones.
- Protección contra plagas. Es propenso a la cochinilla, el pulgón o las orugas. Revísalo con frecuencia y, si observas alguna plaga, retírala, usando guantes y lavando las hojas con jabón insecticida. También puedes aplicar aceite de neem en el agua de riego, cada quince días, como prevención.
¿Se puede cultivar en maceta?
La respuesta a esta pregunta es sí. En maceta puedes ubicar tu laurel de jardín en una terraza o el interior de tu hogar. Si vas por lo último, colócalo en un lugar donde reciba abundante luz solar.
Eso sí, elige una maceta con buen drenaje, para evitar que retenga agua. También es probable que necesites regarlo con más frecuencia (cada cuatro o cinco días), ya que el sustrato en maceta suele secarse más rápido. Y cada tres años conviene que la trasplantes a una maceta más grande, lo que le permitirá seguir creciendo y desarrollándose.
En fin, los cuidados del laurel de jardín son bastante accesibles. Mucho sol, poco riego, abono y poda una vez al año son algunos de los necesarios para que se mantenga hermoso y dé flores exuberantes. No olvides que al manipularlo siempre debes hacerlo con guantes debido a su toxicidad. Más vale prevenir que curar.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.