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Depilación en niñas y adolescentes: consejos para tener en cuenta

7 minutos
La depilación es una práctica arraigada en la estética cotidiana. Niñas y adolescentes llegan a ella impulsadas por el ejemplo y la necesidad de lucir pieles sin vellos. Sigue estos consejos para acompañarlas en su determinación.
Depilación en niñas y adolescentes: consejos para tener en cuenta
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Ana Núñez
Última actualización: 24 mayo, 2023

Los cuerpos lampiños como parte del canon de belleza se remontan a miles de años; sin embargo, a comienzos de siglo XX este se extendió y se popularizó en especial en Occidente. La presión social, cultural y familiar se hace presente en la necesidad estética de la depilación en niñas y adolescentes.

Con los primeros signos de la menarquia, los pelos aparecen en zonas que quedarán a la vista con faldas, blusas o trajes de baño. Será inevitable y natural la exigencia de niñas y adolescentes de querer eliminar esas notorias molestias.

Toca a los padres plantear el tema con amplitud y orientar la mejor decisión frente a la primera depilación, una costumbre que las acompañará en adelante. Sigue leyendo para saber cómo prepararse, cuándo y qué método resulta más apropiado.

Consejos antes de la primera depilación

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El deseo de depilarse suele aparecer junto a los primeros vellos, alrededor de los 11 o 12 años.

El cuidado de la apariencia es determinante a la hora de decidir la depilación, aunque hay otras razones de peso que impulsan la medida. Entre ellas, es sabido que eliminar vellos minimiza la acumulación de malos olores.

No obstante, frente a un estilo de piel que parece padecer «vellofobia» impuesto por los modelos sexualizados de cine, televisión y redes sociales, son pertinentes algunas advertencias. Por ejemplo, que el vello púbico al ser eliminado por completo ofrece más posibilidades de irritaciones e infecciones y exige mejores hábitos de higiene.

De cualquier manera, la hora de la depilación en niñas y adolescentes llegará. Se instalará entre los 11 y 12 años, aunque dependerá del desarrollo de la niña o adolescente, del tipo de vello y piel. Con todo, ten en cuenta estos consejos para una primera experiencia amable y sin secuelas.

Antes de comenzar, un baño de agua tibia

El agua tibia en ducha o compresas sobre el área ayudará a abrir los poros y a disminuir el dolor, además de lograr que la depilación sea más efectiva. Si a ello se suma una práctica un día o dos a la semana de exfoliación de la piel, los resultados serán mucho mejores.

Al terminar, un baño o la aplicación de agua fría cerrará los poros y calmará la piel. Por último, no salir al sol y usar cremas hidratantes para evitar irritaciones tras la depilación y los siguientes días posteriores a la misma.

La piel debe estar limpia, seca y sin heridas

En algunos casos, la depilación en niñas y adolescentes se decide para lucir un vestido de tiras en una fiesta o para dar un paseo a la piscina o al mar. Para evitar complicaciones, es necesario llamar a la calma y la precaución.

La piel que será sometida al tratamiento estético no debe tener trazas de cremas o aceites corporales, en especial si se emplearán ceras. También, debe evitarse si hay heridas o la piel está enrojecida o quemada. Y si la piel ha estado expuesta al sol por tiempo prolongado, se debe aguardar al menos 24 horas.

El mejor camino, el menos doloroso

Esa máxima que sostiene: «para ser bella hay que ver estrellas», no conviene para esta primera vez. No hay necesidad de comenzar un ejercicio que será permanente atravesando de forma innecesaria el umbral del dolor.

Entre los pasos menos agresivos, está la decoloración química. Esta es recomendable cuando el vello de la niña o adolescente es delgado, corto y poco abundante, y si la piel no es oscura.

El afeitado es rápido y económico, pero si hay acné, granos o heridas, se corre el riesgo de empeorar la situación. Por otro lado, hay que tener un poco de destreza en el manejo de la hojilla para evitar cortaduras. De modo que si hay una mejor opción, afeitarse de buenas a primeras no debería contarse como número uno en la lista.

La crema depilatoria deja el mismo resultado que la afeitadora, con la ventaja de que no quedan heridas, mas la niña no debe estar sola. Si se excede el tiempo sobre la piel, puede ser abrasiva y provocar dermatitis.

Las tiras de cera fría no queman ni cortan, pero retirarlas con cuidado amerita de acompañamiento con veteranía. Finalmente, las ceras, cremas o cuchillas pueden provocar foliculitis, de ahí la importancia de la exfoliación y la limpieza, pues se evitan los pelos encarnados o las infecciones.

Valga acotar que la depilación láser ofrece una solución definitiva para la foliculitis y puede ser realizada si hay acné, evento frecuente en la adolescencia. Consulta con el médico pediatra al respecto.

Otros métodos

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El método de depilación debe ser determinado en función del tipo de vello y de piel, además de buscar una opción suave para la delicada piel de las niñas y adolescentes.

Cuando la depilación se ha hecho habitual, los vellos tienden a debilitarse. Hay procesos para eliminar el vello que ofrecen soluciones rápidas, pero poco duraderas, mientras que existen otras más especializadas que garantizan alejar la próxima sesión.

Electrólisis

En la primera depilación en niñas y adolescentes, lo importante es que no estén sometidas a procedimientos dolorosos, como la electrólisis que destruye la raíz del vello al utilizar electrodos como agujas. Además, como aún están en crecimiento y desarrollo, lo probable es que no sea una actuación definitiva y el pelo vuelva a nacer.

Láser

Este dispositivo que emite una luz amplificada de radiación estimulada actúa sobre el folículo piloso de modo muy preciso, pero es costoso y doloroso. Se recomienda cuando la niña o la adolescente ha crecido y toma ya decisiones responsables sobre su apariencia. Por cierto, como la luz monocroma es absorbida por la melanina, este recurso es ideal en pieles claras, pues evita las quemaduras.

En el caso de lunares (o hiperpigmentación), hay que tomar ciertas previsiones y atender recomendaciones de un especialista. En efecto, si se usa láser, los lunares deben ser protegidos con apósitos para que no reciban luz directa.

Luz pulsada intensa

Funciona como el láser, pero con menos efectividad, más sesiones y mayor riesgo de quemaduras. Gran ventaja: se obtienen buenos resultados sobre cualquier tipo de piel. Se recomienda consultar con el médico antes de utilizarla.

Pinzas

Se emplea en lugares específicos, como las cejas. Se extrae el pelo de raíz y el efecto dura hasta tres semanas. Una principiante se debe poner en las manos de personas con pericia, pues la línea de extracción necesita acogerse a la forma del rostro.

Ceras

Es una técnica clásica. Fría, tibia o caliente, arranca el vello de raíz y, por lo tanto, es dolorosa, sobre todo en las primeras oportunidades. La cera resulta una mejor alternativa que las cremas depilatorias, pero la cera caliente en particular no se recomienda si hay varices. También, si la joven vive en una zona cálida, pues con el calor, las venas se dilatan con más facilidad.

Es un mito que no se pueda depilar antes de la primera menstruación

No hay nada que impida que la niña o adolescente pueda eliminar el vello antes de la menarquia. En ocasiones, la regla retrasa su aparición, mientras que otros signos de desarrollo se hacen ya ostensibles, entre ellos, el pelo en las axilas o las piernas.

La depilación es un método exclusivamente estético. La guía de la madre, en buena parte de los casos a este respecto, ejemplar, deber ser transmitir y conducir al mejor sendero. Lo que no se puede pasar por alto es que todas las pieles son distintas y las más sensibles serán sometidas a una intervención que, a veces, resulta irritante y dolorosa.

Seguir consejos y acudir a un dermatólogo para escuchar de primera mano recomendaciones especializadas es lo mejor. En particular, si lo que se quiere evitar es un momento inicial traumático.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.