Desgarro perineal: qué es y cómo recuperarte
Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto
El desgarro perineal es una de las preocupaciones más frecuentes en las mujeres embarazadas cuando se acerca el momento del parto. Se trata de una lesión que se produce en la piel y en los músculos del periné al dar a luz.
El periné es la zona que se encuentra entre el ano y los genitales. En el caso de la mujer, es ese espacio entre la vagina y el ano. Es bastante sensible y está formado por numerosos músculos que discurren en diferentes planos. Allí también se encuentra el esfínter anal.
Aproximadamente, el desgarro perineal afecta casi a un 2 % de las mujeres que dan a luz. En algunos estudios, se indica que el porcentaje está entre el 0.4 % y el 5 %.
Se trata de una situación que puede tener numerosas consecuencias, desde un simple dolor hasta una afectación del esfínter que produce incontinencia de las heces.
Debido a su importancia, en este artículo te explicaremos todo lo que debes saber sobre el desgarro perineal, en qué consiste y qué puedes hacer para recuperarte si lo padeces tras dar a luz.
¿En qué consiste el desgarro perineal?
Como ya hemos mencionado, el periné es esa zona entre el orificio de la vagina y el ano. Este espacio está formado por una serie de músculos, sus respectivas fascias y piel. Además, encontramos el esfínter anal, que es el que nos permite controlar la defecación.
Durante el parto, esta zona está sometida a una tensión muy intensa. Esto se debe a que, para poder dar a luz al bebé a través de la vagina, todos estos tejidos necesitan estirarse para dejarle paso por el orificio vaginal.
En algunas ocasiones, esta tensión es demasiado fuerte y los tejidos no pueden soportarla, por lo que se lesionan. De este modo es como se produce el desgarro perineal. Es una complicación relativamente frecuente durante el parto, aunque hoy en día las técnicas obstetras han permitido disminuir su incidencia.
¿Cuáles son las causas del desgarro perineal?
En primer lugar, un desgarro perineal se puede producir por la salida del feto. Esto ocurre cuando el bebé es más grande de lo normal o cuando el parto no se controla debidamente. En nuestro medio no suele ser tan frecuente.
Otra de las causas del desgarro puede ser el uso de ciertos instrumentos para ayudar al parto, como los fórceps o las espátulas. Incluso, puede ser consecuencia de una episiotomía. Se trata de una técnica que consiste en rasgar limpiamente el periné para hacer espacio y después suturarlo de manera limpia.
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¿Cuáles son los tipos de desgarro perineal?
El desgarro perineal se puede clasificar en diferentes tipos o grados según su gravedad. Esto, a su vez, depende de la profundidad del daño que se produzca. Así, distinguimos los siguientes grados:
- Desgarro perineal de grado I. Solo se afecta la piel del periné, es el más superficial.
- Grado II. Se afectan los músculos que rodean a la vagina.
- Grado III. La rotura es más profunda y se alteran los esfínteres musculares del ano.
- El grado IV es el más grave. Se produce la rotura de todo el periné y de sus músculos. Incluso se puede lesionar la mucosa del recto y el esfínter interno del ano.
Los dos primeros grados no tienen por qué dar complicaciones a largo plazo. Sin embargo, el desgarro perineal de grado III o IV suele provocar incontinencia, tanto de las heces como de las flatulencias. Esto se debe a la afectación del esfínter anal.
¿Cuál es el tratamiento?
Ante esta lesión, la mayoría de las veces se procede a reparar los tejidos tras el parto. En primer lugar, se suelen suturar las lesiones que se hayan producido. Es muy importante que se reparen todos los planos lesionados.
Además, los cuidados posteriores son fundamentales. Lo más frecuente es que se administren antibióticos para prevenir las posibles infecciones. También se recomienda vigilar la dieta para que, al defecar, no se irrite más la zona.
Para ello, es esencial hidratarse muy bien y mantener durante un tiempo una dieta rica en fibra. De esta manera, se consigue que las heces sean más blandas y se evita el estreñimiento. Muchos estudios indican que los ejercicios de suelo pélvico pueden ayudar a recuperar los músculos de esta zona.
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Ponte en manos de tu médico
En conclusión, el desgarro perineal es una lesión relativamente frecuente durante el parto, aunque con un control obstétrico adecuado no tiene por qué suceder. Además, el médico suele realizar el tratamiento adecuado en el momento, y también te indicará las mejores recomendaciones según tu caso.
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