Dos remedios imprescindibles en casa: árnica y caléndula

En función del tipo de trauma que queramos tratar deberemos usar una u otra planta. El árnica es perfecta para tratar contusiones, mientras que la caléndula se recomienda para lesiones con herida.
Dos remedios imprescindibles en casa: árnica y caléndula

Última actualización: 11 julio, 2023

Si queremos contar con un botiquín de remedios naturales en casa tenemos que adquirir, en primer lugar, dos productos fundamentales: árnica y caléndula.

Estas dos plantas medicinales se comercializan en diferentes formatos. Nos permiten dar solución a muchos accidentes domésticos leves del día a día, sobre todo si hay niños en casa.

Descubre en este artículo por qué debes tener remedios con árnica y caléndula en casa y de qué forma debemos usarlos.

Un botiquín con árnica y caléndula

Todos tenemos algunos medicamentos imprescindibles en casa. No obstante, lo ideal sería contar también con un botiquín a base de remedios naturales que nos permitan tratar todo tipo de problemas puntuales que podamos tener en el día a día: heridas, contusiones, quemaduras, irritaciones, etc.

Si tenemos estos productos naturales al alcance nos será mucho más fácil y cómodo utilizarlos. Solamente tenemos que saber cuáles son los más importantes y cómo debemos usarlos.

En este artículo te hablamos de los dos más importantes, que son los elaborados con árnica y caléndula. Estas son dos plantas medicinales de propiedades increíbles y sin efectos secundarios para nuestra salud.

Árnica

Esta planta medicinal crece de manera silvestre en las montañas, ya que es muy sensible a la contaminación. Además, su recolección ha sido restringida en muchos países, ya que ha ido aumentando en los últimos años de manera considerable por sus propiedades terapéuticas.

Se caracteriza por su vistosa flor de color amarillo y la variedad que se usa para elaborar los remedios es el Arnica montana.

Las propiedades de esta planta medicinal son las siguientes:

  • Su alto poder antiinflamatorio la convierte en el remedio ideal para contusiones, así como para el reumatismo, al aliviar el dolor y mejorar la recuperación.
  • Suaviza, hidrata y calma la piel afectada.
  • Ayuda a reducir los hematomas.
  • Permite tratar desgarros o distensiones musculares, así como esguinces o luxaciones en las articulaciones.

¿Cómo usamos el árnica?

El uso principal de los preparados de árnica es externo, mediante la aplicación tópica de aceites, geles o cremas, ya que su consumo podría resultar tóxico. Es importante destacar que se recomienda para cualquier contusión siempre y cuando no haya herida en la piel.

En cuanto a su consumo, las preparaciones homeopáticas son totalmente seguras. Han demostrado grandes beneficios para mejorar el tratamiento de los mismos trastornos que hemos citado.

El consumo del remedio homeopático de árnica puede ser beneficiosos para reducir cualquier tipo de inflamación.

También está muy recomendado en casos de cirugías, para mejorar la recuperación, la cicatrización y el proceso de convalecencia, así como para reducir el dolor, las hemorragias, los edemas, etc.

En este caso conviene tomarla tanto antes como después de la operación.

El árnica es un remedio natural muy conocido entre los deportistas, tanto para su aplicación tópica como el remedio homeopático.

Caléndula

Caléndula

La flor de la caléndula (Calendula officinalis) también es de color amarillo o anaranjado y pertenece a la misma familia que el árnica. La encontramos en lugares de clima templado y, si la queremos recoger fresca, se recomienda hacerlo en las horas del mediodía, que es cuando conserva mejor sus virtudes medicinales.

Los remedios de caléndula nos sirven precisamente para aquellas contusiones que sí que tienen herida, a diferencia del árnica. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, la podemos usar para tratar:

  • Heridas.
  • Irritaciones.
  • Cicatrices.
  • Ampollas.
  • Llagas en la boca.
  • Hongos.
  • Dermatitis.
  • Infecciones vaginales.
  • Conjuntivitis.
  • Herpes.
  • Verrugas.
  • Acné.
  • Estrías.

¿Cómo usamos la caléndula?

Podemos encontrar una multitud de remedios con caléndula o incluso prepararlos nosotros mismos en casa. Los más conocidos y usados son los siguientes:

  • Crema: para aplicar en todo tipo de afecciones cutáneas y heridas.
  • Aceite: se puede mezclar con otros ingredientes o aceites y es muy adecuado para pieles delicadas o con acné. Este aceite se elabora por maceración en un aceite vegetal básico.
  • Infusión de flor seca: tiene efectos diuréticos.
  • Cataplasma de flores frescas.
  • Decocción: para conjuntivitis y párpados inflamados.

Los pétalos de la flor de la caléndula se usan de manera habitual para adornar algunos platos como ensaladas o guisos, ya que la flor es comestible y además resulta muy vistosa.

En cambio, si queremos usarla para preparar los remedios se recomienda dejarla secar primero, a no ser que la queramos para un cataplasma.


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