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10 ejercicios y actividades estimulantes contra la demencia

4 minutos
Existen diferentes actividades para hacer frente al deterioro provocado por la demencia. Es importante facilitar que el paciente las elija y motivarlo a que las realice.
10 ejercicios y actividades estimulantes contra la demencia
Maria Fatima Seppi Vinuales

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales

Última actualización: 10 julio, 2023

La demencia se caracteriza por la pérdida progresiva de las capacidades cognitivas, tales como la memoria, la comprensión, el pensamiento y el cálculo, entre otras. Algunas actividades estimulantes pueden ayudar en el tratamiento contra la demencia, aunque no existe una cura definitiva.

Si bien puede ser muy inhabilitante para quien la sufre, retrasar su evolución también es una oportunidad para compartir. ¡Y hasta para entretenerse!

¿Cómo afecta la demencia?

La demencia tiene que ver con el deterioro cognitivo y la pérdida progresiva de ciertas capacidades vinculadas con la memoria, el lenguaje y el pensamiento. Sin embargo, también afecta el estado de ánimo de la persona, su sentimiento de valía, su autoestima.

Por eso, no podemos desconocer todo el componente subjetivo y emocional presente en la enfermedad. A su vez, las características individuales, así como el contexto, también influyen en el modo en que se expresa y se vive el trastorno.

Algunos ejercicios y actividades estimulantes contra la demencia

Algunas actividades recomendadas para el abordaje de la demencia son las siguientes. Te las compartimos.

1. Dedicar todos los días un momento a la lectura

Aunque sean pocos minutos. Si la persona se cansa mucho con la lectura o tiene dificultades en la vista, hoy en día existen formatos de audio, tanto de noticias de la prensa como los conocidos podcasts. El objetivo es promover la concentración, la atención y la memoria.

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La lectura es un estimulante cerebral en muchos aspectos. Siempre está recomendada, a cualquier edad.

2. Participar de diferentes juegos o entretenimientos

Por ejemplo, el sudoku, las sopas de letras o los crucigramas. Para ejercitar el cerebro se puede variar la dificultad y realizar actividades en solitario o en conjunto.

Para las personas que tienen habilidades digitales, hay juegos colaborativos en línea. Permiten interactuar y hasta competir con otros.

3. Llenar cuadernillos

Con relación al punto anterior, también es posible utilizar cuadernillos de estimulación cognitiva enfocados en fortalecer diferentes habilidades. En ellos se incluyen ejercicios como «escriba 5 elementos de limpieza», «mencione qué hora marcan las agujas del reloj», entre otros.

4. Conversar sobre los recuerdos

Podemos mostrarle a la persona una serie de fotografías y que nos cuente sobre la situación, qué hacían, dónde estaban. En una variante sin fotografías, podemos solicitarle que nos cuente sobre su mejor recuerdo en la adolescencia, qué hacía con sus amigos, las costumbres de la época.

En la misma línea, los juegos de mesa de memoria también son útiles. Asimismo, los que consisten en sumar una palabra a lo que dice el compañero.

5. Cantar

Resulta positivo cantar, ya que no solo implica una canción entre varias que conozcamos, sino también poder recordar lo que dice la letra.

6. Acordar cambiar algunos objetos de lugar

Si el adulto mayor no tiene dificultades de movilidad, todas las semanas podemos proponerle cambiar algunos objetos cotidianos de lugar. Por ejemplo, si emplea un cepillo para cabello, una semana dejarlo en el ropero de la habitación y otra semana en el cuarto de baño.

Es importante consensuarlo antes.

7. Participar de charlas, congresos, eventos culturales y recreativos

Escuchar a otras personas, acordar o disentir sobre su postura, es también otra forma de mantenerse activos. Hay diversas agendas de cultura en los municipios que se pueden consultar.

8. Realizar una mezcla entre actividades de ocio y rutina

No se trata de que la persona perciba que está todo el día «jugando» o ejercitando su memoria. También hay que permitirle que se sienta útil.

Así, por ejemplo, podemos pedirle que nos ayude a poner la mesa, a hacer el cálculo de las cuentas que hay que pagar o el listado del supermercado. Son tareas sencillas, pero necesarias.

9. Tener una mascota

Si la demencia no es avanzada, ocuparse y comprometerse en el cuidado de una mascota puede ser de ayuda. Además, el animal funciona como compañía.

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Las mascotas cumplen funciones terapéuticas en varios aspectos. Para un adulto mayor pueden ser compañía y estímulo.

10. Reservar un espacio para el ejercicio físico

El mismo debe ser acorde a las posibilidades, sin que implique riesgo. Pueden ser actividades sencillas, como hacer 3 vueltas de una habitación a otra o bailar una canción completa.

Que la ayuda no sea parte del problema

Más allá del listado de actividades sugeridas, es importante tener en cuenta que no se trata de un check list que debamos cumplir. Por el contrario, hay que adecuarlas y reconocer a quien tenemos en frente.

En ocasiones, nuestra incapacidad de aceptar el envejecimiento de los seres queridos nos lleva a exigir y presionarlos. Los exponemos a la frustración y al estrés de tener que cumplir con los ejercicios, a pesar de que están cansados o no tienen ganas.

Entonces, ¿cómo adaptarnos y encontrar el equilibrio? Podemos proponer diferentes actividades para la demencia, pero con intervalos breves, de tal manera que no agotemos ni prolonguemos la presión.

Por otro lado, se recomienda realizar una actividad a la vez, evitando la sobreestimulación. Hay que tener paciencia y respetar los tiempos.

Si somos cuidadores, tenemos que aprender a manejar nuestras propias emociones y ansiedades. Debemos implicar al paciente en la elección de lo que quiere hacer, facilitando un rol proactivo y respetando sus derechos y sus deseos.


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