Enfermedad de Perthes: todo lo que debes saber

La enfermedad de Perthes es una rara afección cuyas consecuencias más graves pueden comprometer la movilidad de la cadera. En algunas ocasiones se recurre a un tratamiento quirúrgico.
Enfermedad de Perthes: todo lo que debes saber
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 25 enero, 2022

La enfermedad de Perthes es un trastorno raro que se da en niños de 4 a 12 años. Se produce cuando la cabeza redondeada del fémur deja de recibir sangre. Al no haber un riego sanguíneo adecuado, el hueso se vuelve más frágil y colapsa. Como resultado, puede causar dolor, cojera y limitación del movimiento de la articulación de la cadera.

Si la enfermedad evoluciona y el paciente no recibe tratamiento, la cabeza del fémur vuelve a regenerarse con dos posibles resultados. Por una parte, que recupere una forma redondeada o, por lo contrario, que el hueso acabe deformado, lo que impediría el correcto movimiento articular.

La mayoría de los niños se recupera de la enfermedad de Perthes, pero el hueso puede tardar dos o más años en volver a crecer y recuperar la normalidad. Veamos más a continuación.

Evolución de la enfermedad de Perthes

  • Fase 1. En la fase inicial, se produce la falta de riego sanguíneo en la cabeza femoral, y la consiguiente muerte del tejido óseo. Hay inflamación, rigidez y dolor en las articulaciones de la cadera. En las radiografías la cabeza del fémur se ve menos redondeada.
  • Fase 2. Esta fase se conoce como fase de fragmentación. En ella, las células muertas son remplazadas por células nuevas sanas. Se empieza a regenerar la cabeza del fémur y a adquirir una forma redondeada. Esta fase puede durar de 1 a 3 años.
  • Fase 3. También llamada fase de osificación. En ella, la cabeza del fémur sigue recuperando una forma adecuada. Esta fase puede durar de 1 a 3 años.
  • Fase 4. En la fase de curación, las células óseas normales reemplazan a las células óseas nuevas. Este proceso de curación puede durar años hasta completarse.

Causas, signos y síntomas de la enfermedad Perthes

Las causas de la enfermedad de Perthes son desconocidas, aunque ciertas investigaciones apuntan a un origen vascular. Además, se sabe que la probabilidad de que la padezcan niños es cuatro veces mayor de que se dé en niñas. En la mayoría de los casos, solo una cadera se ve afectada.

Generalmente, el niño que padece la enfermedad de Perthes se queja de dolor en la cadera. También es posible que el dolor se produzca en la zona del muslo y de la rodilla.

Este dolor se intensifica cuando realiza alguna actividad física y puede desaparecer en reposo. La mayoría de las veces el niño presenta una cojera más o menos pronunciada.

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Diagnóstico de la enfermedad

Diagnóstico de la enfermedad

El diagnóstico de la enfermedad de Perthes comienza a partir de una exploración física y del estudio de la historia clínica completa del niño. Para confirmar el diagnóstico se puede recurrir a la realización de los siguientes procedimientos:

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Tratamiento de la enfermedad de Perthes

El tratamiento de la enfermedad de Perthes varía dependiendo de la gravedad de cada caso. No obstante, se puede decir que en lineas generales, el tratamiento tiene como objetivo principal conservar la forma redondeada cabeza del fémur durante la enfermedad, controlar el dolor que padece el paciente y, por último, mantener el movimiento de la cadera.

Una vez se comienza el tratamiento, el pronóstico del caso puede mejorar considerablemente.

En la fase inicial, el tratamiento se basa en paliar el dolor con analgésicos. Entre las principales recomendaciones se encuentran el reposo en cama, la restricción de la actividad física, evitar el apoyo de la extremidad afectada, el uso de aparatos ortopédicos (menos común hoy en día) y realizar una terapia de rehabilitación.

Cuando se trata de fases más avanzadas, se tiene como objetivo remodelar el hueso de la cabeza del fémur, de tal forma que la articulación conserve su capacidad de movimiento. Para conseguir esto, se puede optar por distintos métodos:

  • Por un lado, un tratamiento más tradicional consiste en utilizar férulas ortopédicas para  limitar ciertos movimientos. De esta forma, la cabeza del fémur se mantendrá colocada en una posición que permita acomodar correctamente el hueso.
  • Por otro lado, se puede optar por un tratamiento quirúrgico para permitir que la cabeza del fémur se posicione de manera correcta. Es el médico ortopedista el que debe decidir qué tratamiento es el más adecuado.

Adicionalmente, se puede recurrir a la fisioterapia para fortalecer los músculos de la cadera y así estimular el movimiento.


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