7 errores que cometemos al limpiar la tapicería de cuero
Los muebles de cuero son un elemento decorativo que impregnan los espacios con un toque rústico lleno de elegancia. No obstante, si queremos mantener su belleza intacta, son necesarios una serie de cuidados con el fin de no estropearlos. Si quieres aprender cuáles son los 7 errores más comunes al limpiar la tapicería de cuero, sigue leyendo.
¿Deseas que tus sofás y sillones de cuero permanezcan brillantes como cuando estaban nuevos? Entonces debes seguir unas instrucciones específicas, ya que este material es sumamente delicado. Por supuesto, estas recomendaciones son válidas tanto para el mobiliario del interior como para la tapicería del automóvil. ¡Apunta!
Pasos para limpiar la tapicería de cuero correctamente
Algunas personas se conforman con retirar el polvo de sus muebles y olvidan el resto de los pasos para limpiarlos por completo. Esta simple guía te ayudará a realizar el aseo de tus sillones de cuero como todo un profesional, para mantenerlos brillantes y relucientes con el tiempo.
- Limpieza previa: el primer paso es retirar todo el polvo y la suciedad que puede haberse acumulado en la superficie del mueble. Para ello, puedes emplear un paño de microfibra seco o una aspiradora pequeña.
- Paño húmedo: ahora, repasa toda la zona con otro trapo de microfibra o algodón. Humedécelo con un poco de agua, pero no lo empapes por completo. Usa el trapo para quitar las manchas superficiales y, una vez eliminadas, seca por completo para evitar manchas de humedad.
- Limpieza específica: cuando tengas el mueble libre de polvo y manchas ligeras, es hora de emplear un limpiador específico para cueros. Aplica un poco en un paño limpio y realiza la limpieza con movimientos suaves y circulares.
- Cepillo suave: si notas que con el trapo y el limpiador de cuero no terminan de salir todas las manchas, puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves. Solo aplica el mismo limpiador y no hagas una fuerza excesiva, las manchas deben salir con facilidad.
- Retira el limpiador: los excesos del limpiador pueden generar manchas al secarse contra el cuero. Cuando hayas terminado, retira los sobrantes con un paño limpio y seco.
- Aplica acondicionador: de nada sirve aprender cómo limpiar la tapicería de cuero si al finalizar no aplicamos un producto acondicionador específico que le devuelva la hidratación a los muebles. Usa un trapo de microfibra seco y repásalo por toda la superficie, haciendo hincapié en los parches más resecos.
7 errores que cometemos al limpiar la tapicería de cuero
A veces, en lugar de limpiar la tapicería de cuero de forma correcta, se cometen algunos errores que pueden deteriorar el material. ¿Cuáles? Descúbrelos a continuación.
1. No quitarles el polvo con frecuencia
Así no sea perceptible a simple vista, todos los días se acumulan polvo y suciedad en tus muebles. Es recomendable limpiar la tapicería de cuero con regularidad para evitar que se formen parches de mugre difíciles de retirar.
Puedes quitar el polvo con ayuda de un trapo seco de microfibra, o bien, aspirarlo con mucho cuidado con una boquilla específica. Siempre con una baja potencia para prevenir contratiempos. Recuerda que debes evitar limpiar el cuero con un trapo muy húmedo, ya que el exceso de agua reseca el material.
2. Utilizar productos inadecuados
Dado que el cuero es delicado, se requiere el uso de productos específicos que le brinden la limpieza que necesita, pero sin perder el brillo de la hidratación.
Olvídate de las mezclas de jabones y detergentes para arrancar las manchas difíciles, ya que probablemente terminarás por estropear el material. Incluso, lo puedes volver opaco o desteñido. También evita los productos con alcohol y limítate a seguir las instrucciones del fabricante.
3. Poner los muebles cerca de fuentes de calor
La distribución de los muebles en casa es de vital importancia. En este sentido, no solo hay que pensar en el espacio y las dimensiones donde se van a ubicar, sino también en aquello que puede rodearlos. Tanto el calor como el sol directo pueden dañar el material. Por lo tanto, hay que alejarlos de estas fuentes.
4. No rotar la posición de los cojines
Uno de los objetos para descansar más utilizados en los hogares, además de las camas, son los muebles. Pero al pasar mucho tiempo recostados sobre los cojines de cuero, estos pueden perder su forma. Para evitarlo, lo ideal es que los sacudas y los rotes con regularidad.
5. Dejar alimentos y basura sobre los muebles
En muchas ocasiones, dejas sobre los sillones restos de alimentos o basuras que pueden provocar manchas en su superficie. En la medida de lo posible, mantenlos despejados y alejados de cualquier desperdicio.
Ten cuidado con periódicos o revistas, ya que la tinta podría traspasar y ensuciar el cuero de los sofás. Estas manchas son más difíciles de eliminar y pueden volverse un dolor de cabeza.
6. Limpiar el cuero, pero no hidratarlo
Siempre que pienses en los cuidados básicos del cuero, imagina como si se tratara de tu propia piel. Por ejemplo, si empiezas tu rutina de cuidado facial con un limpiador, pero no atrapas la hidratación con alguna crema, lo más probable es que sientas tu piel apagada y reseca.
Lo mismo ocurre con el cuero. Cuando lo limpias, pero no le aplicas un tratamiento protector, es posible que pierda su brillo con el tiempo. Los protectores para superficies de cuero son fáciles de conseguir y le brindan al sillón la hidratación que necesita.
Solo aplica la crema con un trapo limpio y déjala actuar un par de minutos. Por último, retira los excesos con un trapo seco.
7. Sentarse en el sofá con prendas que podrían dañarlo
Este error es muy común en mueblería de tonalidades claras, ya que las manchas resaltan con mayor facilidad. Si quieres mantener tu sofá blanco en perfectas condiciones, evita utilizar vaqueros al momento de sentarte, ya que podrías mancharlo.
Además, tampoco debes sentarte en los muebles de cuero con prendas que tengan tachuelas, remaches, cremalleras u otros objetos cortopunzantes. Es mejor tomar estas precauciones, pues con un movimiento brusco podrían hacerse arañones o huecos permanentes.
Productos que nunca debes aplicar para limpiar tapicería de cuero
Tener un hermoso sillón tapizado en cuero armoniza los espacios, brinda lujo y confort. Sin embargo, el hecho de que esté en perfectas condiciones ahora no significa que siempre permanecerá de la misma manera. El exceso de uso y la utilización de productos inadecuados puede estropear por completo su apariencia.
Debes procurar mantenerlo limpio e hidratado para que se vea lo mejor posible. Por ello, es aconsejable utilizar productos específicos que realcen la belleza natural de cada material. Estos son seis artículos que nunca debes aplicar sobre el cuero.
- Amoniaco. Al ser una sustancia tan abrasiva, solo eliminará los aceites naturales del cuero, resecándolo al extremo y dañando las costuras.
- Detergentes caseros. La mayoría de estos jabones limpiadores contienen sal y soda cáustica que termina deshidratando el cuero.
- Cera de abeja. Podría pensarse que es una buena alternativa para hidratar el cuero, pero solo tapona sus poros y deja la superficie muy brillante y grasosa.
- Grasa de caballo. Los acondicionadores de material de equitación están diseñados para penetrar en cueros más gruesos, en los que el paso de aire no es esencial, por lo que resultan demasiado pesados para la tapicería.
- Aerosoles. Este tipo de productos son muy populares para abrillantar con rapidez el cuero, pero suelen contener siliconas que terminan debilitándolo.
- Trapos gruesos. Los únicos trapos aptos para limpiar tapicería de cuero son los elaborados en microfibra y algodón. Los trapos gruesos o muy rígidos podrían estropearlo.
Anímate a limpiar tapicería de cuero en casa
Ahora que conoces el proceso correcto para realizar una limpieza de tus muebles de cuero, es hora de ponerte manos a la obra y darles una mejor apariencia.
Además, procura evitar los errores más comunes a la hora de realizar el aseo, para alargar su vida útil y brindarles un mejor aspecto. Recuerda que hay productos que son muy agresivos para el cuero, así que ten precaución antes de utilizarlos.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.